lunes, 10 de diciembre de 2018

ALFA


Quiero que me comas
Con lujuria de gula insana,
Mirándome a los ojos.
Con mirada de rufián,
Desentraña mi deseo,
Poseeme con tu boca y con tu sexo
Haz que grite de dolor;
Sorbe mi alma,
Encanallate en mí angustia
Se mi alimento, mi aire,
Pero no me ames.
Usame y entregame al lumpen
Que sea menos que nada,
Todo en tus manos,
Una joya despreciable,
Tu trofeo.
Seguiré vivo para tu hambre,
Humillado para tu antojo,
Trémulo por tu placer.
Mi destino es tu voluntad
Arrodillado, indefenso a tu albur
Espero tu venganza y tirito,
Tu respiración agitada
Él olor de tu sudor,
Tu irritación sin dique;
Él restallar de tu correa
Hace que babee, sonría y...,
Te tema...
Espere mi jaula y me serene.
Solo un objeto para ti
Sin alma ya,
Te la has bebido
Y vomitado sobre mi, como heces.

Ya soy un esclavo,
Tu esclavo.



jueves, 1 de noviembre de 2018

TODOS TENEMOS UN CULO


En el transbordador que me llevaba a la isla de Ellis, escuché a dos hombres de mediana edad charlando muy tensos. Se les acercaron dos mujeres, a todas luces sus parejas y antes justo de reunirse con ellos, uno le dijo al otro algo que no entendí hasta hoy: "All men have an ass", ¡claro! pensé en aquel momento mientras me salpicaban la cara gotitas de la lluvia que empezaba a caer sobre el Hudson.

Me casé muy enamorado de mi mujer. Se que estaba enamorado por que no concebía estar separado de ella ni un segundo. Cuando por los avatares de la vida cada uno debía incorporarse a sus tareas, me entraban sudores, ahogos y temblores y en cuanto me iba acercando a ella mi cuerpo entero se enardecía y necesitaba imperiosamente entrar en el suyo con intención de quedarme. El mundo entero se desdibujaba y ya solo existía ella y yo entre nubes de algodon dulce.
Nuestro viaje de novios a Las Maldivas fueron quince dias de sexo constante del que solo descansabamos para tener mas sexo aún. No nos cansabamos. Aquel archipiélago es un paraiso efectivamente y para nosotros doblemente. Pasada la primera semana, llegó otra luna de miel al bungalow vecino. De nuestra edad aproximadamente lo dosificaban mejor que nosotros y pasada la fiebre mas alta hicimos las primeras visitas subacuaticas. Enseguida congeniamos. Las mujeres tenian muchas cosas que contarse entre risas cohibidas y nosotros nos consolabamos entre zumos de fruta de no poder seguir ejercitando los genitales.
Cuando al tercer día Alfredo, que se llamaba mi vecino se quejó de lo que le cortaba cuando al retirarse de Julia, su mujer, sacaba su miembro manchado.
- Manchado de qué, ¿lo hacéis con la regla?
Alfredo se me quedó mirando sorprendido, con cara entre de no entender nada y este tío me está tomando el pelo.
- De mierda, joder Alejandro. ¿Tú no se la metes por el culo a Elisa?
Me dejó descolocado por completo. Es verdad que alguna vez en uno de nuestros maratones sexuales sentí como que su sexo se me quedaba corto, que hubiera necesitado algo más intenso, pero no se me había ocurrido. En cuanto visualice a Elisa de rodillas ofreciendome su sexo bien rasurado como ella sabía que mi más me excitaba, vi su ano como reclamandome e inmediatamente me fue imposible disimular ante Alfredo mis siete pulgadas. El lo cazó al instante y se carcajeó del impacto.
- Realmente tío nunca lo habías hecho. No me lo puedo creer.
Y yo cuanto más queria disimular mi erección menos lo conseguía, asi que me tiré al agua para serenarme.
Alfredo se tiró detrás de mí y cuando me alcanzó me preguntó si se me había pasado la evidencia.
- ¿De verdad Ale, que no se lo has pedido nunca?
Me quedé callado con la mirada perdida en el intenso turquesa del agua visualizando a Elisa con esa cara suya de cabreo intenso que presagiaba tormenta con mar arbolada y yo con gesto de adolescente al que han sorprendido con la mano en su pene sacudiendolo furiosamente.
- No sabría como entrarle Alfredo, de verdad, tío.
- Muy sencillo, cuando mas cachonda la tengas en la cama, más fuera de si, le dices que ahora viene lo mejor, se la apuntas y según, golpe de cadera y que grite, o suavito y que te pida que empujes.

- Pues a mi nunca me lo ha hecho.
Elisa entre contrariada e intrigada, respondía a la confidencia de su inesperada amiga.
- ¿Pero como fue?. No veo a mi Alejandro pidiendome que ponga el culo en pompa.
- Un día me vino muy excitado diciendome que tenía una sorpresa. Estaba yo sola en casa, porque mis padres estaban en la casa de la sierra. Me puso en las manos un vibrador rosa. Me corté mucho pero me excitó. Empezamos el calentamiento y me enseñó como estimular el clitoris y la sensación que producía insertandolo en la vagina.
- ¿No te daba grima?
- Un poco, hasta que empezó a vibrar y empecé a sentir un orgasmo lento, dulce y prolongado. Luego perdí el sentido del tiempo. Alfredo alternaba la penetración del vibrador con su propio pene; se me bajaba el gusto y le pedía vibrador. En un momento me dijo que me pusiese a cuatro patas que me iba a coger desde detrás, que el orgasmo iba a ser mas intenso.
- Julia, por dios, me estoy mojando
- Yo si que estaba empapada. Me di la vuelta y empezó a meter y sacar el vibrador. Me mareaba de gusto. Me dijo entonces que manejase yo el aparato a mi ritmo. Y si, controlando yo el placer era mayor. Me preguntaba que si me estaba poniendo muy guarra. Yo quería algo muy grande dentro. Y en ese momento sentí que me masajeaba el ano con gel lubricante para inmediatamente apuntarme su pene y empujar levemente. Sentí la urgente necesidad de que me penetrase por detrás y empujé gritándole que me entrase profundo. Lo hizo. Dolió. Pero como tenía el dildo en la vagina, la irrupción en el recto de esa masa dura hizo que sintiese que era poseida por dos tíos. Alcancé el climax de golpe y me desmaye. Cuando desperte me chorreaba el semen de mi culo. Y llegamos a un punto que Alfredo me dijo que a él le gustaba por delante también, porque es que tía, estoy enviciada.
- No me explico Julia, como por un sitio tan pequeño puede entrar un pene. El de Alejandro no es chico y me lo imagino y me dan sudores.

- Mira, yo lo hice la primera vez engatusandola con un consolador de esos a pilas, y tanto le gustó que tuve que pararle los pies, porque parecía que salía con un maricón en lugar de una tía. Solo cataba ano. Tanto tio que cogí el vibrador un día y olía a mierda. Le pregunté y me dijo que no podia evitarlo. Tanto me intrigó...
A Alejandro se le descolgó la cara, miro a Alfredo con los ojos muy abiertos interrogandole.
- ¿Que? -Preguntó Alfredo casi molesto por la forma de mirar de su amigo de bungalow- no, tio, no soy maricón, pero lo probé. Tanto le gustaba a Julia...
- ¿Pero Julia sabe que lo usas? Joder, tío, no me lo quiero creer. ¿No te dolio? Hostias tio, ¡por el culo!..., ¿bueno, y que?

miércoles, 10 de octubre de 2018

MEMORIAS DE UN ESCLAVO

No tengo ya fuerzas ni para recordar. Ya ni llorar puedo. Solo me quedan las cicatrices y mi incontinencia fecal para evocar la mano dura, soberbia, sin vacilaciones del amo. ¿Cómo puedo vivir sin cadenas, sin azotes, sin hambre, sin jaula en la que esperar el siguiente castigo..., por tener la osadia de seguir viviendo?
Me cuesta remontar el río de la vida para recordar que tuve padres, sin rostro; no sabría reconocerlos aunque los tuviera delante. Si recuerdo la correa de mi padre morder mi cuerpo por cualquier nimiedad, como perder un cordero a fauces del lobo, con mis siete años sobrecogidos antes la violencia del ataque de la fiera hambrienta. Me acostumbré. Hasta los catorce me estuvo señalando. Recuerdo los reproches de la madre recordandome que me lo merecía.
A los trece sorprendí a mi padre usando a una oveja como solía hacerlo con mi madre. El acervo dolor punzante que sentí cuando aquel hombre decidió que mi culo era mejor agujero que el de la oveja, lo he llevado grabado con más intensidad en la memoria que las cicatrices de los cintazos; sobre todo cuando, muy furioso, golpeaba con la parte de la hebilla.
A la tercera vez que me cogió y recibí mi ración de cintazos, fui donde mi madre y con muchisima vergüenza le dije que me dolía mucho el ano y que a veces me sangraba. Un estremecimiento me recorrió el cuerpo cuando ella sin dejar de hacer lo que era su rutina me preguntó en una afirmacion si ya me habia cogido. Me confesó con cierto acento de resignación que se abonó a ese vicio cuando estando embarazada de mi ella le vedó el sexo. Desde entoces él solo usaba la puerta trasera. Me dijo que me acostrumbara, porque además siendo chico estaría mas cerrado y le gustaría más. Que no me apurara que lo de la sangre acabaría al tiempo que me daba las gracias, por liberarla de esa servidumbre: "por fin me dejará en paz, tu eres joven y sano y acabarás por tomar ley a tu culo, como tuve que hacer yo"
Estaba solo, me entraron ganas de vomitar y lo hice. Me fui a un rincón y lloré.
Estuve sirviendo de mujer a mi padre durante un año. Tal era mi postración que cuando adivinaba aquella mirada salica repasandome con babeo mi figura me encaminaba con paso lento y resignado al aprisco; allí me desnudaba y esperaba a que llegase el ogro con su cinturón. Llegó un momento (fue a la tercera o cuarta vez) que llorando de desesperación esperando al violador sentí mi cuerpo moverse y cierta satisfacción deleitosa pensando en el dolor de lo que se me venía encima. A partir de aquella ocasión esperaba la mirada viciosa sobre mi y estallaba en una erección adolescente irrefrenable. Tenía mi ano ya tan dilatado que la barra de carne caliente del hombre no me provocaba ningún dolor, antes bien, con su mete saca conseguía que yo experimentase un placer en mi propio sexo, irrefrenable. Poco a poco asocié el placer de la violación al dolor de los latigazos hasta tal punto que saber que mi padre venía a desfogarse conmigo con los previos zurriagazos hacía que tuviese unas excitaciones soberanas; luego al sentir la penetración enseguida me venía con gran cantidad de leche que la primera vez que me sucedió creí que era el comienzo de mi final.
Con los catorce bien avanzados y ya hecho a mi destino la ultima vez aquel bestia que tenía por padre se coló en el redil con otro amigo. Ese otro pretendió, y lo consiguió, utilizar mi boca como si fuera mi ano. Mientras el padre azotaba y luego se vaciaba dentro de mi el amigo hizo lo propio en la boca. Vomité sin consuelo de nadie, allí entre las bestias sin perder la erección. Cubierto de vomitos y rezumandome el culo el jugo del padre por los muslos entremezclado de heces, me llevé las manos a mi entrepierna, senti un alivio, acaricié con más fuerza hasta que conseguí la misma sensación que cuando el bestia me entraba sin cuidado ninguno por el culo.
Los dias posteriores me tomaron entre los dos un par de veces mas y la ultima se intercambiaron las posiciones. El amigo también azotaba con saña y mientras vomitaba y olía una vez mas a mis heces mezcladas de jugo del amigo lo decidí. Me iría, sin decir nada, para siempre.
Aquella madrugada, con sigilo, hurgué por entre los cacharros de la cocina y encontré la orza en la que mi madre guardaba el poco dinero que había. Cogí un poco para no dejar a los viejos en cuadro, que nunca he sido rencoroso, y salí quedo, para no despertarlos. En una hora llegué al pueblo, compré un billete a la capital.
Habian pasado cuarenta años y volvía a estar en el arroyo. Mas enjuto que cuando chico, por las privaciones a las que me tenía sometido el amo, otra vez solo y viejo esta vez.

martes, 18 de septiembre de 2018

¿IRME?


¿Irme?
Me das la libertad
Y me encadenas,
Me esclavizas con tus penas
Y me echas sin mirar.
Solo me dejas recuerdos,
Recuerdos que son espinas
Que se hunden,
Me atraviesan el sentido
Y me matan sin sangrar.
Aquellas noches de furia
Cuando tú sexo en apremio
Me atrapaba,
Condenaba y reo de tu lisura
Me licuaba.
Tus labios, tu lengua sabia
Convencían a mi cuerpo,
Disertaban a mi sexo sobre el cielo
Me llevaban en volandas...
Yo flotaba como enloquecida hoja
Deseaba ser ardiente llama roja
Fulminado,
Incandescente;
Un orgasmo sin final
Entre cuerpos serpentinos
Queriéndose devorar
En el banquete de Eros,
Dafnis y Cloe desatados
Entregados al exceso sin rubor
Mientras la luna se encela,
La noche se arremolina y llama al sol
Que nos caliente y nos funda
En el crisol del amor
Entre sábanas de lino
Aromas de espliego y ambar
Y espeso olor a sudor.


Y ahora dices que me vaya,
Que me das la libertad
Para volar,
Ahora que ya no hay alas
Cansado y roto de tanto amar,
Sin saber ni respirar
Si el aire no huele a ti.
Yo ya no se volar
Vivo para llorar
Porque sin mi tu si puedes vivir
Cuando si ti yo solo me puedo morir.









viernes, 14 de septiembre de 2018

MASTER


Me ciegas el corazón y los ojos
Me atas manos y pies
Me violentas y atemorizas
Haciendome estremecer.
A tu merced me entrego,
Embozada la boca, mudo.
Mis ojos no pueden gritar
Solo babea ciega, mi boca,
Ni mis manos suplicar pueden.
Soy esclavo de mi deseo,
De tu deseo soy dueño,
Me dominas y torturas,
Mis lágrimas te atenazan
Lubricando tu lujuria,
Mientras mi cuerpo te pide,
Toda mi piel te exige,
Que comiences la liturgia
Que seas pontifical
Entre mi dolor y angustia
Con cada golpe que das,
Y tu envenenado placer
Deseando ver mi piel
Conversando con tu vara
Escribiendome en las nalgas
Eso que nunca dirás,
Que me quieres mas que a ti
Pero no me lo sabes decir,
Que tu amor te hace llorar
Tras tu mascara de amo
Y a quien atas y maltratas
Al que esposado en el potro
No te atreves a besar
Es de quien eres esclavo
El que tu alma posee
Y cada hilo de sangre arrancada
Es una cadena firme
Que te ata así a mi cama,
Donde espero con pasión
Que seas un amo cruel
Amandome con dolor.

sábado, 8 de septiembre de 2018

INMORTALES ACABADOS


Cuando habitas mi cuerpo,
Cuando entregas tu cuerpo;
El licor eterno inunda el alma,
Cada particula de mi memoria
Se anega de ti
Y ya solo existimos los dos.
Cuando me ruegas que pase,
Me suplicas oferente,
Regalas tu casa, tu vida,
Me entregas las llaves para entrar
Y te duele ver como invado
Tu santuario
Tu verdad tras mas de mil puertas;
Eres una propiedad sagrada.
Arraso tu templo y lloras
Y me amas,
Siempre entregas tus armas
Antes de nuestra liturgia.
Mi oleo te consagra como sacerdote,
Rey de mi existencia
Y esclavo de nuestra verdad.
Luego solo queda vagar,
Visitar mundos pasados,
Hablando nuestras pupilas,
Galaxias de otros tiempos por venir,
Refugios pequeños donde perdernos
Y poder ser inmortales.

Pasa el tiempo fracturado,
Girones de memoria desecha
Buscando tus restos de dolor;
Mirarnos una vez mas
Y helados...,
Decirnos adios.

jueves, 23 de agosto de 2018

ESCLAVITUD


Cuando piensas que me usas,
Cómo abusas
Y me humillas y me entregas,
Sin piedad me sometes
Me golpeas y maltratas
Mientras ries; se que gozas.

Gozas con tu esclavo,
Me desprecias y torturas
Y mi dolor es tu placer.
Tu no sabes que disfruto
Cada hostia y pisotón
Latigazo y empujón,
Es el cielo en mi cabeza
Un paraíso sabiendome a tu merced.

Ni piensas cuando me asfixias,
No sabes que cuando muero
El placer es mi sudario,
Sentir que la vida se va
Desmayarme es un orgasmo,
Despertar con tu castigo
Es saber que así me quieres.

Me necesitas.

Tanto que te me mueres
Cuando en tu vida dejo de existir.

Me sumo en desesperación
Sin tu castigo,
No sentir tu castidad,
Saber que soy libre, sin ti
Es ser reo,
Me horroriza;
Y el candado en tu poder
Te achicharra entre tus dedos.

Pero vuelvo a tus cadenas
A tu celda,
A tu estrecha jaula de dolor,
A sentir mi sexo emparedado,
Y ver tu sonrisa malvada,
La crueldad en tu mirar,
El latigo en tu manaza,
Querer sentir tu venganza,
Hacerme pagar mi ausencia
Solo me hace estremecer de deseo,
Tiritar de placer
Sabiendo que voy a llorar,
De dolor,
De amor,
Sabiendo que ese es tu amor,
Tus besos son latigazos
Cada patada, caricia,
Y mi lengua lamiendo tu suela
Mi firma de esclavitud.

sábado, 11 de agosto de 2018

DIME, COBARDE


Dime, porqué ya no entras
Dime, porqué rondas y me ignoras
Ni la puerta de atrás usas.
Cada día tengo la puerta abierta
Dime, ¿otra joya te fascina?
¿Otra fortaleza te estimula?
¿Querrás forzar otra muralla?
Nunca quisiste la puerta real
Entrando con pompa y circunstancia
Dejando el regalo deseado
Preferías sigilo innoble y sucio
Violentando mi virtud
Y gozábas con mi dolor,
Entrabas como un ladrón,
Tenias llave, la de mi corazón,
Te habría franqueado
Habría gozado incluso
Con tu gozo; pero no querías,
Necesitas la violencia,
Conquistar, no convencer,
Pulsar el dolor que causas
Escuchar lamentos de agudo dolor
Beber lágrimas amargas de impotencia
Y acabar sucio de inmundicia
Oler mi miedo, mi rabia,
Ni siquiera arrepentirte ante mi nausea,
Ni borrar la sonrisa sardonica
Que es tu penitencia.
Sal de mi vida
Como has salido siempre de mi cuerpo
A hurtadillas,
Vergonzante,
Cobarde.

viernes, 20 de julio de 2018

ESCLAVO DE ESCLAVO


Entraste en mi vida, arrasaste,
Te abriste paso en mi cuerpo
Con tus ojos,
Tus labios calientes;
Esas manos sin piedad acariciando,
Descubriendome mi deseo
Mirando de frente mi natutaleza,
Y abrazandola, abrazandote.
Espantándome de verme desnudo,
Escandalizado de  conocerme al fin.
Earthquake, me decias
Y sentía moverse mi suelo,
Haciendome caer una y otra vez,
Siempre cayendo sobre ti, que me atabas.
Violabas mi casa y yo aplaudía
Me robabas el cuerpo que te ofrecía.
Te entregaba mis tesoros,
Mi vida, mi futuro, mi pasado, el todo,
Me vaciaste de mi hasta ser nada
...y me abandonaste, tirado como basura.
Basura soy, basura triste, basura esclava
Te llevaste mi voluntad,
Me encadenaste a tu corazón
Quisiste cortar la cadena sin poder.
Galvanicé los eslabones con sangre,
Los endurecí con lágrimas,
Se hicieron de titanio y desengaño.
Eres ahora mío,
Esclavo de esclavo,
Eres ahora reo de mi cuerpo
Yo soy el vendabal ahora; que barra,
Que reorganice tu vida,
Seas entregado como victima
Y desees ser inmolado en el altar de mi cuerpo.
Entraré a saco en tu orgullo
Te humillaré,
Pero no dejaré de amarte
No te desalojaré de mi memoria
Así serás ya mío, para siempre
Para nunca.

domingo, 1 de julio de 2018

DESPUES DE LA RUTINA, LA RUINA


Me despierta con sobresalto incluido, mi mujer. Dice algo como que siempre seré un aburrido y me empuja a la cama. Me lavo los dientes con desgana al tiempo que resuena en mi memoria un onirico..., "en tu casa o en la mía" lo olvido y me encamo.
Di muchas vueltas, notaba el roce calido de Marisa, me acerqué beligerante y ella me rechaza con un "¿tu no sabes la hora que es?" Le doy la espalda y me digo en esa frontera de la conciencia en que no estás ni dormido ni despierto, "debí dejar que me la mamase David", Marisa contestó un "que dices" y yo ya estaba dormido. Pasé mala noche y a las seis ya estaba en pie y a las siete entraba en el despacho de mi servicio. Puse en orden lo atrasado y a y media bajé a la cafeteria.
No mucha gente. Me quedo en la barra y pido el cafe con un suizo. Y en esto que aparece David: Como está el jefazo hoy y la carcajada suave que acompañó la frase, sin saber cómo tuvo la virtud de sacarme de dentro un optimismo que no tenía idea que tuviera. Pronto vienes tú a trabajar, no te parece David. Mas bien que tarde es ya para irme, espero el relevo y a casa, he tenido una jodida guardia. Dormiré algo y luego a ver que hago, puede que vaya al cine, no se. Vienes al cine esta tarde, le preguntó con  descaro a Fernando. ¿Pero es que este chaval no tiene limite? pensó Fernando, y aún así sintió una sensación de plenitud, como de reconocimiento de la propia valía, pero su rol en ese momento no era el de agradecido interlocutor, aunque se percató en un instante que no le hubiera desagradado sentir el roce de sus labios sobre los suyos. Al darse cuenta de la brecha de seguridad en su identidad rapidamente se recompuso y contestó con un airado "¿donde vas?" que a él mismo, al escucharse le sorprendió. David no turbo el gesto aunque esbozó una sutil sonrisa medio entornando los ojos y pasandose la punta de la lengua por los labios susurró muy quedo para que el cotilla de Raul tras la barra no se enterase: "me produces ternura. Resistete pero tú mismo sabes que tienes la batalla perdida" enarcó las cejas, amplió la sonrisa se dio media vuelta y se fue.
Dejé el café a medio terminar. Ese chico tenía la virtud de sacarme las cabras del corral. Que coño se habría creido el niñato.
A media mañana mi eficaz momia particular me dice que ha llamado un residente de Infeccioso, "David, dice que se llama" ha dejado su número, que usted le dijo que llamara para dejarlo. Me quedé congelado como el fotograma de una mala pelicula de espias. Transcurrió una eternidad en la que tuve tiempo para evaluar como reaccionaba. El descaro de ese chico rayaba el codigo penal, y sin embargo me gustaba, en lo más hondo el descaro y eso mismo me irritaba. "Pasemelo" intenté adoptar un tono neutro, de nula importancia, pero tuve la necesidad de explicar, y no se porqué, David daba su teléfono. "Quiero tenerlo localizado, tienen en aislamiento un paciente que me interesa"
De forma totalmente inadecuada, incorporé el numero a la agenda de mi teléfono y le envié un whatsapp pidiendole explicaciones muy cabreado. Le amenazaba incluso con la comisión de ética. Una vez enviado durante cinco minutos no solté el celular esperando respuesta y como no la hubo colegí que se había dado por enterado de mis amenazas y las había tomado en consideración. Con el teléfono en la mano comienza a campanillear, Marisa; "Fernando, te importa comer en el club voy con Mercedes y las otras a una subasta benefica y luego iremos al cine. Pero no llegaré tarde a casa" Le contesté que de acuerdo y ella me dijo que era un sol, lo de siempre; si le hubiera puesto alguna pega habría sabido lo que era una bandera de la legión cabreada.
Fue colgarle a Marisa y recibir un whatsapp de David. Sentí que se me enfriaba la cara y la boca del estomago se me subía a la garganta. Empecé a temblar y a transpirar a un tiempo. La pantalla me tenía hipnotizado, no podía apartar la vista, negandome a creer lo que veía; un GIF del propio David en el que aparece desnudo cubierto por una toalla que cae poco a poco dejando insinuar lo que no se termina de ver. Y un mensaje "venga, ¿nos vamos al cine esta tarde o no?"
Sentía que estaba aprisionado y lo peor es que estaba encantado de estar en esa prisión. Mirando fijamente el telefono no era capaz de decidir si responder con otro whatsapp o hacer una llamada de voz. Finalmente sin pensarlo absolutamente teclee un mensaje. "Quedamos a la hora del aperitivo donde el otro día. Te invito a comer a mi club, luego ya veremos"
Pulsé send y me quede esperando. No hubo respuesta inmediata. Al cabo de poco un ok y un emoticono de un besito volvió a iluminar la pantalla. Pensé que David tenía una inagotable capacidad de sorprenderme. Esos emoticonos no los usaba ni mi mujer; y al tiempo que me indignaba me halagaba, tal es la capacidad de narcisismo que poseemos.
Transcurrió la mañana con la espesura de un puré de patata espeso. No avanzaba, el tiempo era de plomo y deseaba que llegase la una de la tarde, pero el reloj era cruel y se negaba a mover sus saetas.
Al fin me vi en la barra del bar donde nos vimos por última vez. Estaba dando el primer sorbo a mi cerveza cuando apareció David acompañado de una chica no muy alta, delgada de buen tipo a la que llevaba cogida de una forma muy erotica por la cintura. Será cabronazo, pensé, resulta que tiene pareja, aunque podría ser su hermana. Se acercaron con la sonrisa pintada en la cara. Don Fernando, le presento a Julia, mi novia, ah, estupendo, repuse, viene a  comer  con nosotros al club. David hizo una mueca de contrariedad, Julia es titular de un juzgado y está de guardia. La jueza se disculpó, me tomo una caña y una tapa de algo y esa va a ser mi almuerzo. Tengo esperando un detenido para tomar declaración. Lo siento de veras le contesté aunque sin saber cómo en mi fuero interno respiré aliviado.
"Bueno, ¿y qué, colega?" así de suelto de cuerpo me soltó en cuanto su novia salió por la puerta del bar. Esa forma de preguntar, clavando sus pupilas en las mías, dibujando una sonrisa franca en sus labios y enseñando una imperfecta hilera de blanquisimos dientes. Le pregunto por esos incisivos algo montados y sonrie aún más mientras me dice que tiene fobia a la silla del dentista. "Pero vamos a dejar de hablar de mi boca, Fer, ¿te puedo llamar Fer?" no tengo idea de por qué no me importaba el trato de aquel crío que no llegaba a los treinta. Y no, no tenía intención de tener sexo con él, sencillamente me sentía bien a su lado; su espontaneidad, su descaro infantil, su falta evidente de maldad eran el reverso de lo en que yo me había convertido sin darme cuenta. Me habría gustado abrazarle, y besarle inocentemente, como al hijo que me hubiera gustado tener, pero me incomodaba y asustaba a la vez que visualizando ese abrazo en mi mente, mi cuerpo reaccionase como lo hacía.
No entiendo nada David, le encaré como si fuera un pupilo del que me sentía responsable, ¿a que juegas? me citas, intentas ligarme, me confundes y me presentas a tu novia; ¿novia, de verdad? Julia es una chica encantadora y además hacéis  una pareja que da envidia, pero entonces..., me puedes decir... Y me interrumpió poniendome dos dedos en los labios. Fue algo tan evidente que me dio la impresión que se hacia un silencio espeso en el bar o eso era lo que yo esperaba cuando a continuación me besase los labios dada la forma de clavarme su mirada en la mía. Pero fue solo un instante el preciso para decirme con media sonrisa: eres un puto carca, que nunca has sabido disfrutar de lo que la vida te ha ofrecido. Y sin dejarme defender cambiando el tono grave me soltó que si le iba a llevar a ese club tan exclusivo para triunfadores a comer.
Me tenía colado, y lo peor es que él lo sabía. Era su juventud, su medida irresponsabilidad, su innnato optimismo, su frescura. Aquella que yo tuve y no supe aprovechar y ahora no habia marcha atrás salvo tener cerca a aquel muchacho y poder participar de algo de su envidiable inmortalidad.
¿Y si en lugar de al club, vamos a casa y relajadamente charlamos? lo intenté.
Me contestó medio escandalizandose de que me lo quisiera trajinar: si quieres que vayamos a tu casa, antes vamos al club, que nos vean juntos; el morbo es primordial, ¿ves como eres un carca? y desde luego si quieres que nos quedemos solitos, en mi casa.
Me manejaba a su antojo y lo peor es que me encantaba, pero mientras pudiera no debería ser evidente. Me disponía a poner cara de jefe de servicio cabreado para cortar de raíz el tsunami que se me cernía cuando escuché una voz familiar.
¡Fernando! también tú has decidido venir aquí, y dirigiendose a David le dijo como si le conociera de toda la vida, las tapas son de tres estrellas. Mi mujer con sus amigas coreandola me dice: bueno, presentame a éste buen mozo, y David se presentó solo dando a cada una de las mujeres  cálidos besos: soy nuevo en el servicio de Don Fernando, mintió, y me ha invitado para conocerme  mejor.
Mi mujer rapidamente me dijo que teníamos que organizar una cena en casa e invitar a David, "con tu mujer, no, será tu novia, eres muy joven, porque ¿tendrás novia? un chico así de guapo no puede estar solo" David contestó que se acababa de ir y que por supuesto aceptaba cuando Don Fernando estimase oportuno.
Se despidieron las mujeres, "esta reunión es de mujeres, nada más, asi que nos vamos"
Nada mas irse, se me acerca David y susurrando, de forma dura me escupió en la cara: "con ese pedazo de mujer que tienes andas por ahí flirteando con un chaval como yo"
Y sin más explicaciones, se dio media vuelta y se fue.

lunes, 18 de junio de 2018

BORN TO SERVE


Quiero que seas cruel con mis pezones
Qué azotes mis nalgas hasta el delirio.
Atame a tu cruz sin culpa alguna,
Somete mi soberbia con cadenas,
Sin remordimientos usa dildos de dolor.

Mantenme esclavo de tus caprichos,
Perfórame el capullo con tus aretes,
Traspásame la lengua con dos piercings
Y que pueda llevarte al cielo con mi boca.

Deseo que me enjaules en tu mazmorra;
Hazme sufrir de hambre y sed.
Ver la sangre de mis labios en los tuyos
Orgasmo de esclavitud es verte gozar,
Como bebes mis lágrimas de deseo,
Me llevas al borde del precipicio
Y me niegas mi propio semen.

Vistes de tafilete que marca mis deseos,
Tus curvas son el puerto que escalar
El látigo mi cielo, la vara mi gloria,
Esa soga con que me sojuzgas
Es el sueño que me hace sonreir.

No me castigues con la libertad,
Mantenme con la vista humillada,
Hazme dormir a tus pies como perro,
Dame de comer tus sobras sobre el suelo,
Pateame cuando te lama los pies,
No me dejes hablar, solo gemir de dolor.

Naci para servir un amo y eres tú;
La vida misericordiosa me entregó a ti,
Mi muerte será un regalo si la deseas
El último servicio a mi dueño.

viernes, 15 de junio de 2018

BUDDIES -5-


Isabel preguntó a todos que querían tomar, "por culo ahora no, Juan" y estalló en una carcajada, "que se que te gusta, mamonazo, sobre todo si te folla, Isaac", Juan se abrió de brazos como pidiendo una tregua a su novia, "Isabel, joder" Isabel se le acercó y le dio un beso de cariño, diciendole que él sabía perfectamente que le quería y que no le importaba que de vez en cuando estrechasen lazos de camaradería entre los dos, porque a ella le constaba que la quería de verdad.
Cada uno con su copa en la mano, quedaron todos en silencio un instante, "ha pasado un angel" dijo festivo Isaac y Sandra ante el asombro de todos preguntó de forma forzadamente inocente, "¿tendrán polla, los angeles? todos rieron a gusto y Sandra continuó "es que si la tuviesen, éste -por Isaac- se hacía santo para ir al cielo" se le quedó mirando de forma pérfida y añadió "ya que estamos de secretitos al descubierto, que salgan" Isaac como azorado y algo palido le replicó "niña, no es un secreto que a veces, muy a veces, tengo mis cosas con Juan, pero tanto como para que me vuelva loco un nabo, tía..." Sandra se le queda mirando con una sonrisilla cinica y le pregunta "hace quince días cariño, me dejaste el coche" Isaac con cara inexpresiva le dice que "y qué"; Isabel dando palmas incita a Sandra "sigue, sigue" olfateando sangre fresca. Sandra reta a Isaac "¿sigo?" a lo que su novio desafía con un "sigue, si te sale del coño". Sandra permaneció callada unos instantes, mientras Isabel expectante, Juan algo confundido y Fernando divertido esperaban el desenlace y todos sabian que algo se iba a revelar alli algo impactante.
"Está bien, allá va: tuve la mala suerte de dar un bordillazo y me quedé sin rueda. Aparqué, salí del coche, un señor muy amable se detuvo y me preguntó que si necesitaba ayuda, le dije que si sabía cambiar una rueda y el hombre se puso manos a la obra. Al sacar la rueda de repuesto en su alojamiento del maletero, me entregó un CD que había lleno de polvo con unas letras pintadas BBBK. le dije que debía ser de mi novio y me lo guardé. Después de cambiar la rueda el hombre se fue en su coche y yo continué. Cuando llegué a casa estaba en ascuas por ver que tenía el disco"

Estuvieron los tres recogiendo y haciendo la comida, las tipicas salchichas hervidas con puré de patata instantaneo. Comieron y Juan fue el que les puso las pilas. "Nada de siestas ni leches. Tenemos cosas que contarnos, ¿a que sí? Pues venga yo caliento el agua para tomarnos un café  y a vomitar. Cartas boca arriba; aquí cada cual va a enseñar su juego y ninguno va a hacer ningún aspaviento. Vamos a revelarnos todo lo que incluso a nosotros mismos nos cuesta reconocer. Tenemos que conocernos como si fuesemos siameses. "¿quien va a empezar?"

Isabel estaba que no era capaz de estarse quieta, "Sandra, vamos, que había en el CD no nos tengas en vilo" Sandra con expresión de conmiseracion se volvió a Isaac "¿quieres que lo cuente yo, o quieres contarlo tú? De verdad que he visto la grabación decenas de veces, me la se de memoria, intentando atisbar un gesto, un ademán que te excluyera, pero no he podido, me he tenido que rendir; eras tú, y lo que ya no se es cuantas veces mas lo has hecho, o si lo de la grabación fue solo fruto de la locura de esas pastillitas que se te ve tragar o de esas profundas inhalaciones que se te ven hacer. La grabacion es de casi media hora, y eso da para mucho" A Isaac le había huido la sangre de las mejillas, se le había afilado la nariz y tenia los labios color papiro. Se le notaba tragar saliva con difcultad hasta que rompió a hablar,"lo voy a contar yo y sin paliativos" dos gruesos lagrimones le resbalaron hasta las mejillas alcanzandole las comisuras de los labios. Era un salobre, el de las lagrimas, que no sabía porque le resultaba excitante. "No se si alguno..." rompió a llorar desconsoladamente. Sandra le abrazó, le acunó como si fuera un bebé antes de su toma horaria y le cubrió de besos, "ya está cariño, si quieres no le doy al play y nos vamos" Isaac sumergió su cara en los senos de Sandra se calmó lo mejor que pudo y levantando la cabeza se dirigió a los presentes: "aquí hay alguien que sin haberlo visto, sabe cual es el contenido del CD" todos se miraron intentando averiguar quien de entre ellos estaba en el misterio; al final todas las miradas convergieron sobre Juan. Éste levantó bien la cabeza y fue observando uno a uno a todos los presentes: "Isaac, sabes que somos amigos, de los de verdad, tanto que a veces necesitamos demostrarnoslo fundiendonos carnalmente. Y sabes que a veces yo te he dado gusto a pesar de no gustarme del todo esas particularidades que a ti te morbosean tanto. Eso, Isaac, siempre ha sido un secreto y nunca ha salido de mi boca desde que te sinceraste en aquella acampada con Jero. Me consta que Jero tampoco ha hablado..." Isabel puso cara de perplejidad mirando a Juan, "y cuando ves tu a Jero. Eso pedazo de cabrón no me lo has contado" Juan bajó la cabeza, luego la levantó mirando a su novia y enarcando las cejas y encogiendose de hombros le dijo que en privado le contaría. Fernando que a todas luces estaba divirtiéndose, protestó "joder, venga ya, yo también quiero saberlo y eso que no tengo ni puta de quien es Jero; pero primero, el CD, ¿lo vamos a ver o por lo menos nos lo vaís a contar, alguien? Cuéntalo tu Juan" Fernando protestó entre dientes diciendo aquello.

"Yo" dijo Isaac y se quedó callado un rato. Jero y Juan le instaron al unisono: "¿que?" y ya Isaac empezó. "No os vayáis a reir. A unos nos ponen unas cosas y a otros otras. Cuando comprendí que a Jero le excita que le azoten me resultó extraño y más aún cuando me di cuenta en medio de un escalofrío que me gustaba hacerlo. Lamento que a veces te zurre muy fuerte, Jero" Este se revolvió incomodo sobre el saco de dormir sonriendo pero sin mirar a los ojos a Isaac, "eres el unico que me lo sabe hacer. Mi novia me azota, y me gusta, pero como el castigo que me aplicas tú, es que me pajeo recordando tus palizas, y no soy maricón, que conste, ya quisiera yo que Cruela me azotase como tú. Pero estabas hablando tú Isaac, tío, que ya yo contaré como es lo mío" Isaac continuo balbuceando de forma ininteligible hasta que explotó "Joder me averguenza decirlo, es, es, como decirlo, no se, reconozco que me pone a mil pero en frio..., venga ya Isaac" dijo Juan, "somos tus amigos, nadie te va a reprochar nada. Me has perforado el ojal, te lo he petao yo a ti, se a que sabe tu semen y has degustado el mío; ¿de que coño te averguenzas?" Isaac respiró profundamente, miró a los ojos alternativamente a Juan y a Jero y se lanzó a la piscina. "Me gusta que un tío se mee encima de mi, a ser posible en la calle con gente pasando cerca y vestido. Me gusta mearme encima y ver como los pantalones se me van mojando y un charco va aumentando a mis pies. Me gusta buscar el chorro del que me mee con la boca y sentir el sabor salado y caliente en la boca. Cuando estoy muy, muy salido me gusta tragarlo y en el colmo ya me gusta que me meen directamente con la polla dentro de la boca sin perder ni una gota, tragandolo todo. Muchas veces es tanta cantidad la que trago que lo vomito después, pues bien ese  vomito me excita aún más, tanto que una vez después de eso rogué a un tío que me mease dentro del culo, convertir mi ojete en un retrete. Todo esto me pone a mas de mil".
Juan y Jero estaban impactados y no quitaban la vista de Isaac sin mover un musculo, hasta que Jero saltó "me va a estallar la polla dentro de la castidad, pero si te apetece te meo ahora mismo; ¡vaya morbazo!" Juan escuchaba hablar a Jero y sin darse cuenta se acariciaba el capullo sobradamente lubricado por el esmegma que le arrojaba a borbotones la punta de su rabo, "si quieres, Isaac, me cuesta bien poco echarte la meada encima, en la boca o en el culo incluso; si que tiene que ser excitante" A Isaac se le iluminó la cara, "entonces, no os da asco ni nada. Esperarme, que me quito el bañador y me pongo los vaqueros y una camiseta. Hostias, vaís a hacerme el cerdo mas feliz de esta  cochinera"

Fernando estaba como el papamoscas, con la boca abierta. Tenia pintada en la cara una sonrisa bobalicona como la del niño que ve en su santo su primera bicicleta. Sandra tenia cara de asco y miraba a Isaac con incredulidad. Juan miraba como disculpandose a Isaac por haber relatado cuales eran las aficiones ocultas de su amigo. "¿Pero tu le has meado alguna vez?" inquirió intrigada Isabel a su novio. Juan se puso morado en ese instante e Isabel hizo como que se sorpredía "No me lo puedo creer" para a continuación dirigirse a Isaac: "¿pero te ha meado alguna tía alguna vez, o solo te mola si es un tío" palmoteó y daba saltitos de alegría, estaba encantada con las revelaciones, "venga Isaac, ¿alguna tía?" Isaac estaba a punto de derrumbarse del todo, "no, y no se, en serio, si porque no he encontrado una chica que le excite hacerlo, o porque solo me pone si me mea un chaval; no lo se" Sandra le interrumpió, "es que tienen que ser tíos, cariño, el video del CD es clarisimo. Se reconocen los sitios donde trascurren los hechos, las calles y eso y son lugares de cruising de gays" Fernando estaba que ya no podía más " ¡en la calle! ¿un outdoor? eso no me lo pierdo. Tenemos que verlo, Sandra, ponlo ya; estoy otra vez empalmadisimo" Su hermana le palpó la entrepierna a su hermano, "wow, vaya empalme. Tu quieres mear a Isaac, sinverguenza, anda niegamelo" a Isaac le brillaron los ojos cuando escuchó a Isabel interpelar a su hermano. Juan se dio cuenta del cambio de actitud de su amigo y levantó la voz, "si te lo haces con éste yo quiero participar, tío. Pero primero el CD, venga, dejemonos de  chorradas que yo tambien estoy salido otra vez y se nos acaba el domingo"

sábado, 19 de mayo de 2018

BUDDIES -4-


Sinceramente, no se porqué acepte ir de acampada con Isaac y Jero. Jero era alumno de un curso por encima del nuestro, o sea de cuarto y no se veía mal chaval; su novia era la que parecía mas rara, era gotica, como si eso se llevase aún, pero era algo más que un look; en su mirada había algo intrigante. Se hacía llamar Cruela (Loli era en realidad) y a mí siempre me sostenía la mirada de una forma que me producía escalofríos. Muchas veces, cuando acompañaba su afilado cuchillo de pupila de un imperceptible lamido de labios con su lengua escarlata brillante, la verdad es que al escalofrío le acompañaba una erección explosiva y una taquipnea de origen ansioso.
Cuando Jero dijo que Cruela no podía venir de acampada que tenía otras obligaciones, casi que lo agradecí, aunque me quedó una inquietud que me hacía pensar en que obligaciones podía tener un finde una estudiante de traducción; podía tener que estudiar, pero no había exámenes en lontananza. Me escamó. Por otra parte Sandra, alegó compromisos familiares y no me pareció mal. Yo salía por aquel entonces con una chica muy sensual que cantaba como los ángeles y estaba matriculada en medicina. Matriculada, lo que no significaba que estudiase. Cantaba ese finde en un pub y lógicamente Lucía, que se llamaba la chica, se excusó.

Sandra miraba a Isaac absolutamente descolocada por la actitud de Isabel y Fernando. Isabel con cara malevola se dirigió a ella y le incitó a que pusiese duro a Isaac: "nunca le he visto la polla a tu novio", Sandra se puso morada de indignación, se levantó de un salto y tiró de su novio, "¡vaya mierda de degenerados, vamonos!", Isabel, sin perder la compostura remachó el clavo, "chica, es que Juan sepa a que sabe la polla de tu novio y yo ni siquiera sepa que tamañito tiene, no me parece bien" Sandra soltó como si estuviese candente la mano de Isaac, se encaró con él, le fulminó con la mirada y casi sin poder articular palabra le preguntó: "dime que no es cierto". Isaac le mantuvo la incendiaria mirada unos interminables segundos, después sin el menor atisbo de vacilación le contestó con un "es cierto, Sandra, tan cierto como que tu hermana mayor desde que eras pequeña te acaricia con demasiado interés determinadas partes de tu cuerpo, incluso con su lengua, ¿o me equivoco mucho?" Sandra dio signos de perder pie e Isaac la auxilió hasta sentarla en la silla de la que tan airadamente se habia levantado. Isabel gozando de la mano de su hermano lanzó una risotada mientras se ponía sarcastica "mira la mosquita muerta".

El padre de Jero era un reputado arquitecto con edificios firmados en medio mundo. Tenía además de fama, dinero y lo que ello conlleva. Quisimos ir a a acampar a un lugar idilico en un prado cerca de un rio cristalino de la sierra pero al que se accedia por parajes abruptos. A tal efecto Jero se trajo el Hummer de su padre, se metía por donde hiciese falta y le sobraba capacidad para los equipos.
Llegamos a eso de mediodia y montamos la tienda, luego Isaac propuso bañarnos en un recodo del río donde el agua se remansaba y formaba una piscina natural. Nos desnudamos los tres, sin bañador y ahí es donde me fijé en las señales que Jero tenía en las nalgas, como de azotes o correazos; eran bien evidentes y de diferentes tiempos. Cuando le pregunté por las señales de evidente castigo se volvió y no pude evitar exclamar un: "joder, que es eso". Jero se llevó la mano a su sexo, se lo tocó y preguntó: "¿esto?".
No se porqué pero al ver el adminiculo que ocultaba su pene hizo despertar al mío. Al ver como se mostraban orgullosos mis dieciocho centímetros no pude mas que sonrojarme. Isaac me dió un manotazo, y me dolió, al tiempo que soltaba una carcajada, "te ha gustado esa parafilia, ¿eh, mariconazo?" No le hice caso y me dirigí a Jero preguntandole con la mirada y mi actitud, al tiempo que me ocultaba el sexo "¿tienen que ver las cicatrices con esa cosa..., que es eso, joder, Jero?"
Me explicó  (allí, en medio de la naturaleza, en pelotas y con Isaac de espectador) que él era esclavo de Cruela y como tal debía portar castidad, "ella me dice que es el ama de mi polla, que el culo es mío" para evitar tanto malas ideas propias como ajenas. "Si me empalmo, como ahora me está pasando, esta jaula lo impide y el candado que lleva me impide liberarlo. La llave es de Cruela". Cuando le pregunté por las cicatrices, noté que por el artefacto del pene comenzaba a destilar liquido de excitación. Isaac le tocó la punta recogio un poco de esmegma y lo hizo deslizar entre sus dedos al tiempo que se reía " estas cachondo perdido. En cuanto se empieza a hablar de nalgas y azotes" luego me acercó sus dedos con el moco del pene a los labios, me retiré rapidamente y le mandé a la mierda. Arrancó del borde del rio una rama tierna y fexible y me la ofreció. "Anda, azotalé, se corre, con aparatito y todo" yo rehusé y entonces fue él, el que le atizó un latigazo en la parte baja de las nalgas y la raiz de los muslos; inexplicablemente para mi Jero expuso aún mas su trasero acercandose a Isaac al tiempo que gritaba: "más fuerte cabrón, dame mas fuerte" Isaac le zurró con mas ganas aún y Jero lanzó un gemido de placer. No se porqué pero volví a empalmarme. Jero le instó a Isaac a hacerlo con mas saña "Cruela si sabe hacerlo, me tiene que dar temblores de dolor, mas fuerte" Isaac me ofreció la vara "azotale tu, Juan, te va a estallar el nabo, te gusta, reconoceló"
Si, era cierto, me ponía aquello, no lo entendía, pero me ponía. Sujeté con firmeza la vara y agarrandole por el brazo comencé a azotarle con fiereza. Con los movimientos del cuerpo y escuchando los gemidos y las suplicas de castigo de Jero sentí que sin tocarme se me acercaba el orgasmo y a cada vergajazo el placer se me disparaba. En el momento que escuché el alarido de Jero anunciando que se corria, lancé yo mi primer chorreón de semen. Isaac lo observaba divertido y regocijado gritaba que hacia tiempo que no se lo pasaba tan bien en un peep show.

Sandra comenzó  a sollozar, empezó a intentar una disculpa del tipo, yo no quería, yo no sabía, hasta que Isaac le recordó que su hermana solo tiene un año y medio más que ella y que la aventurilla comenzó cuando ella tenía casi trece y su hermana Ana le faltaba poco para quince. "Fue cosa de las dos Sandra, que no pasa nada porque tu hermana te enseñe el dificil e intricado camino al goce sin complejos. De hecho aún hoy seguis haciendoos unos sesenta y nueve de escandalo; Sandra, déjalo ya. Mira Isabel y Fernando, no hay problema, y Juan tampoco tiene problema. Los hermanos se quieren y se lo demuestran". Cuando la chica sorprendidisima interrogó con la mirada a su novio Isaac le contó con la mayor naturalidad que Ana se lo dijo cuando medio formalizaron su relación, "te quiere tanto, Sandra, que me avisó de que no te fuera a hacer daño porque me tendría a ella enfrente, y me lo contó todo. A mi no me importa, yo tengo mis más y mis menos con Juan, ¿verdad Juanito? Isabel lo sabe, ¿y que? son cosas entre amigos, nos pajeamos o nos follamos, como nos vamos de copas, da igual; él quiere a Isabel y yo te quiero a ti"
Isabel, entonces, sin inmutarse se quitó el pantalón del pijama, las bragas y sacó el pene enhiesto de su hermano, se sentó de espaldas a él  ensartandose con su miembro luego se echó hacia atrás abrió bien las piernas y con sus dedos indices indicó a Juan que la penetrase por delante. Ante el espectaculo, Isaac cogió de la mano a Sandra y le dijo: "tu un pezón y yo el otro, a mordisquearlo bien" Juan cuando tuvo a su alcance a Isaac le agarró los pezones y comenzó a pellizcarselos con fuerza. Isaac comenzó a gemir de placer y Sandra al verlo se giró y puso su sexo al alcance de la boca de Fernando. En ese momento Fernando comenzó a correrse e Isaac ante el estimulo de los pezones se sacudió el pene y se corrió sobre Isabel, en el momento que ella y Sandra por obra de la lengua de Fernando se corrian al unisono. Juan fue el ultimo, se salió de Isabel, porque no tenía condón y al empezar a eyacular Isaac se lanzo a recibir el semen en su cara y labios, luego se fundió en un beso con Sandra. Esta, ya acabado todo, le preguntó a su novio: "no sabía nada de ese secreto tuyo de los pezones"

Aun goteaba semen el pene encapsulado de Jero cuando le pregunté desde cuando llevaba ese artilugio y le excitaba una buena tunda. Contestó que más o menos el tiempo que Isaac descubrió el poderío de un pezón torturado con sabiduría. Me quedé mirando sorprendido a Isaac y él ladeó la cabeza diciendome que no todo se cuenta siempre, sobre todo las debilidades. Cuando Jero se me acercó para enseñarme su aparato de castidad me fijé bien y un gran anillo le perforaba el capullo. Le pregunté. "Otro signo de esclavitud. Me excita ser el esclavo de Cruela. Me excita que me use para follarse. En el momento que empieza a azotarme y me quita la castidad, me vuelvo loco, me inserta un plug enorme y se me calza en la polla hasta que se corre. Yo me corro también y luego me da su coño para que se lo coma. Es el paraiso" Me acerqué a Isaac y le cogí una buena presa en el pezón izquierdo, le retorcí, sabía que le estaba haciendo daño, "te jode o te pone" me dijo que por favor siguiese y observe como su glande comenzaba a babear, "¿te gusta?" le volví a preguntar, me contestó que le enloquecía y que le castigase el otro pezón a la vez que se corría. Fue comenzar a retorcer los dos pezones a la vez y comenzó a eyacular semen que me cayó encima a mí. Cuando acabó, nos bañamos los tres para quitarnos las corridas de encima.
Cuando salimos y nos secamos dije: "vaya, parece que vamos a tener que sincerarnos de una puta vez"

domingo, 6 de mayo de 2018

BUDDIES -3-


"¿Se lo pediste tú?, no me lo puedo creer". Puse cara seria y le dije que borrase esa mueca sardonica de su cara. "Quería que todo aquello acabase porque estaba empezando a intrigarme y no importandome entregarme, que se corriese y me iba" Isabel se puso falsamente seria, me aseguró que ella lo entendía, porque tambien pasó su crisis cuando su hermano, siendo los dos adolescentes, la quiso sodomizar, deseando ella que le descerrajasen su puerta principal. Hasta que le cogió el gusto y la combinacion de ano ocupado que simulaba vagina ocupada e inteligente y habilidosa estimulación del clitoris fueron la combinación perfecta. "Quiero que sepas que te comprendo perfectamente. Venga, te la coló, y qué"

Mis palabras eran de urgencia, que acabase de una puta vez, no me dolía y había dado mi palabra, maldita palabra, como si eso significase algo. Y lo hizo y no se si a propósito o no, "olvidó" ponerse el condón. No me di cuenta, claro; me saco el estimulador de próstata y me penetró. Y sucedió lo impensable. La polla de Isaac era bastante más gruesa que el estimulador y al entrar por el recto, sentí un orgasmo, como el que me había provocado el dildo, pero más intenso, más gratificante con una eyaculación abundante que hizo que de forma espontánea le agarrase a mi amigo por las nalgas para forzar una penetración más profunda. Cuando Isaac comprendió mi acción, se le iluminó la cara y me soltó un "!te gusta!" qué me llegó al alma y en ese instante supe que él tenía su orgasmo. Acabó él y al salir dijo satisfecho "WoW, y a pelo". Al principio no lo entendí pero cuando vi que con el pico de una sábana se limpiaba sin sacarse nada, miré a la mesilla de noche y allí estaba nuevecita la goma en su envase metalizado. Me puse en pie y el meco de mi amigo se me desbordaba por las piernas y corría rodilla abajo. Le puse de vuelta y media y ganas no me faltaron para hostiarle. Y ya me desesperé del todo cuando me dijo: "venga, guarrilla, que te han preñado, lávate bien el coño" me fui hacia él, pero mi ojal no dejaba de destilar y me daba un asco insufrible, "cabrón, es la última vez, que hijo de puta, no ponerte la goma" a lo que con todo el cinismo del mundo le contestó que le supliqué con tanta urgencia..." Ya no le contesté, me duché, me medio sequé deprisa, tenía ganas de salir de allí, y me largué sin decir nada dando un portazo.

"Anda, abre tú" me suplicó Isabel. Fui a la puerta y allá estaba plantado Fernando. Le dije que pasase que su hermana estaba en el salón. Era muy delgado, alto y cuerpo de gym. indudablemente se parecía a Isabel y se lo tuve que decir, "chico eres la fotocopia de mi chica" me contestó que eran gemelos, que qué podía esperarse. Cuando llegó al salón, Isabel dio un salto gritando el nombre de su hermano. Le echó en cara, en broma, que la tenía abandonada por su novia y luego con tono mimoso le dijo: "y mi culito tiene hambre" al escucharlo, se puso colorado, se azoró tanto que mirandome comenzó a balbucear lo que debía ser una excusa. Su hermana le puso su dedo índice de la mano derecha sobre los labios y llevo la mano izquierda a su bragueta. Él se cortó todavía más. Empezó a chorrearle sudor la frente y me dió pena. "Qué mala eres Isabel" y viendo la cara descompuesta que tenía Fernando le pasé el brazo por el hombro y le atraje al sofá. Nos sentamos uno junto al otro y le puse al día de todo. De lo de él con su hermana, de lo nuestro, lo de Isaac, nuestras puertas traseras y entonces él se relajó. "Joder, tío, gracias, no veas el marrónazo que se me venía encima. Y esta hermana que tengo, que siempre ha sido una chufla" Isabel para entonces se estimulaba descaradamente el clítoris a través de la ropa y les guiñaba el ojo a su hermano y a Juan. "Qué tal una doble? Me pido a mi hermano por detrás"
Le conté a Fernando que estábamos esperando a Isaac y a su novia y que la idea era que puesto que la novia estaba ajena a todo hacerle la putada para devolverle la que me hizo a mí cuando hacía años me la clavó sin condón y con engaños de prestidigitador.

Sali de aquella habitación bufando como un toro recién picado. El cabrón ese me acababa de dar por el culo y me habia dejado. Sentía como me resbalaba el ano por efecto de la dilatación, y lo que era peor, no me disgustaba y ya en el colmo el orgasmo que tuve fue como descafeinado o viciado, porque no podía desligar su recuerdo de la penetración de Isaac y su cara de goce extatico corriendose dentro de mi, como si me estuviese preñando, ese hijo de la gran puta me las tenia que pagar. Estaba saliendo a la calle ya con las claritas de la mañana cuando escuché a mi espaldas pasos apresurados y una voz: "Juan, espera coño, perdona. Deja que te lleve a tu casa; ¿que te vas a ir, andando?
Me revolví absolutamente congestionado por la ira, le fulmine con la mirada, el corazón galopandome en el pecho y las uñas clavadas en las palmas de las manos con ganas de estrellar los puños en su puta cara, y grité: "eres un mariconazo y un cerdo y yo otro por dejarte hacer" las lágrimas ya se me amontonaban en los ojos, escocían por la congestión que provocaba la rabia y nublandome la vista. Isaac se me acercó despacio, con precaución, esperando la hostia y muy despacio me estrechó en sus brazos, entonces me di cuenta que el también lloraba y me susurraba al oído que tenía razón, que se había portado mal y que le perdonase. Entre sollozos, deshecho, le pregunté si era gay se habia enamorado de mi y no se atrevía a decirmelo. "Que no  tío, que me he pasao de lo guarro que estaba, que me he pasao, lo siento"
Deshicimos el abrazo, nos fulminamos con la mirada y crei ver en la suya una oscuridad sucia, no fue capaz de mantenerme la mirada y sonriendo forzadamente me animo a entrar en el coche y me dejo en mi casa. Durante el trayecto no abrió la boca y al detenerse en mi portal me dijo: "no creo que volvamos a tener otra sesión,  pero quiero que sepas que sigo siendo tu amigo Isaac, para lo que quieras" y remarco, en lo que quieras.

Isabel llevaba la voz cantante y sin recato alguno manipulaba la bragueta de su hermano, mientras yo le hurgaba a ella entre sus piernas. Entonces Isabel me cogió la mano y me la llevó a la bragueta de Fernando mientras acercaba la mano de su hermano a su entrepierna, "iros conociendo, no seáis tímidos, sobre todo tu Fernando, ¿que crees, que no se lo del devaneo adolescente con el vecino de arriba, bastante mayor que tu?", Fernando se mostró asombrado de que su hermana supiese aquello. "Lo se. Me resultaba extraño que ese hombre tuviese que darte clases de derivadas, cuando en el instituto era vox populi que tu eras un maquina en calculo diferencial, y por otra parte llego un momento que tu experiencia en sexo creció de forma alarmante"
Fernando asintió y reconoció que lo que tuvo  con aquel vecino quince años mayor que él le marcó. "Soy bisexual y a estas alturas no creo que sea un secreto. De no haber sido por él habría estado convencido de ser gay, pero el me abrió los ojos, aunque me encuentre mas comodo con una tía y más despendolado con un tío. Por eso cuando estoy con los dos a la vez, es cuando más disfruto" después nos dijo que no cambiaría a su novia por nada ni nadie.
Campanilleo el timbre de la puerta. Isabel me mandó a abrir, "será Isaac, Juan, abre mientras mantenemos las temperatura, mi hermano y yo.
Al abrir la puerta Isaac con su amplia sonrisa y los brazos abiertos me saludó efusivamente, "a Sandra, ya la conoces" Sandra me dio dos besos y les deje paso para entrar.
Al llegar al salon, Sandra más  que Isaac, pusieron cara de sorpresa; Fernando con el pantalon de Isabel desabrochado manipulaba por dentro lo que provocaba en mi novia pequeños gemidos. Sin levantarse ni Fernando dejar de tocar el sexo de Isabel saludaron a Isaac. Yo les presenté, "Isaac, este es Fernando, gemelo de Isabel, y por lo que veis son mucho mas que hermanos" a lo que Fernando apostilló sin perder la sonrisa: "y su puerta de atras es mía" y continuó Isabel: "la puerta principal como podeis comprender es de Juan" Sandra estaaba tensa y le cogía con fuerza la mano a Isaac que dijo a modo de chascarrillo: "pues anda que no hay puertas traseras abiertas, ¿verdad Juan?" Yo le contesté seco que si lo decía por él mismo. Y en ese momento se me vino a la cabeza aquel verano de tercero de Escuela que organizamos unos dias de excursión con las novias y que al final no pudieron ir y decidimos irnos solos nosotros.

domingo, 29 de abril de 2018

BUDDIES -2-


Nos cruzabamos con algún coche que se dirigiría al curro. Isaac iba deprisita y yo pensaba que quizá me había equivocado al responder con la boca pero impulsado por el deseo de aliviarme de la tensión que estaba haciendome polvo los huevos. No paraba de moverme en el asiento del Leon de Isaac, por la incomodidad del empalme. Viendome tan ansioso Isaac me dijo que si no era capaz de esperar los cinco minutos que faltaban para llegar, me la sacase y sin mancharle la tapicería me la machacase, "pero de hacerme la paja a mi no te libras"

Isabel me sugirió para aliviar la tediosidad del domingo que llamasemos a Isaac y a su hermano y a ver que pasaba, le conteste que Sandra no tenia idea si sabría de la liberalidad de su novio, aunque me quedé pensativo, "mira, pues si, que no lo sepa. Aquella faenita de Isaac, precisamente aquella noche que yo iba con Sandra no se me ha olvidado"

Aparcó el  coche lo mas cerca que pudo de la entrada de forma brusca; tenía prisa, me urgió a que le siguiese y no pudo ni esperar el ascensor. Corrió escaleras arriba subiendo los peldaños de dos en dos. Llegó a su habitación y desde la puerta me hizo señas con la mano mientras susurraba, para no alborotar que me diese prisa.
Entré en su cuarto y cerró la puerta y sin pararse a más comenzó a desnudarse. Era evidente que no era la primera vez que escenificaba esa coreografia, se le encontraba suelto de cuerpo; "vamos, tío, desnudate ¿no tienes ganas de correrte?"
En un santiamén quedó como su madre le trajo al mundo, y a pesar de estar ya harto de verle desnudo, la figura que tenía delante era otra, como si estuviese viendo una película nueva. Mientras yo me desnudaba, preguntandome porqué estaría haciendolo, Isaac se estimulaba su pene esperando, sin demasiado interes porque prefería mirar una revista que sacó de debajo de una pila de papeles, y por lo que pude atisbar era una rubia explosiva y generosa penetrada por dos garañones. He de reconocer que esa visión me excitó y para cuando me desembaracé del boxer había recuperado la erección que traje durante todo el trayecto en coche. "Ah, cabrón, estas cachondo perdido. Está buena Sandra, ¿eh?" y al tiempo que decía esto ampliando su sonrisa hacía presa en mi verga. Me parecía todo irreal y le dejé hacer hasta que me largó un "cogeme la polla tu a mí, Juan, joder".
La  verdad es que hacía meses que no le tocaba el rabo a Isaac y no me resultó desagradable; al principio con timidez, no con el desparpajo que lo hacia él con el mío y poco a poco fui entrando en faena. Empecé a derramar precum, del estado de excitación en el que me había dejado Sandra y ello le hizo sorprender a Isaac, "tío, estás muy salido" y recogiendo ese liquido filante de deseo con los dedos, me los llevó a la boca. Me retiré de él malhumorado con un "¿que haces, joder?" al tiempo que me limpiaba con el dorso de la mano izquierda. Se me quedó sonriendo delante de mi a modo de reto y sentenció: "mira, chalao, y aprende" se exprimió su uretra haciendo salir su propio líquido preseminal, lo recogió entre su dedos y se lo llevó a la boca: "no sabe a nada, pero te pone guarro, verás", se me acercó, se agachó y se metió mi pene en la boca. Me quedé helado, aunque sintiendo una sensación grata, pero quise retirarme, me sujetó por las nalgas y no me lo consintió. Me dejé llevar, no sin protestar, "hacerse una paja es una cosa, y esto es una mariconada, y no quiero decir con esto que no me guste". Sin sacarse mi verga de la boca, levantó los ojos y me guiñó. Luego me dejó se levantó, me miró a la cara muy serio y me dijo que no quería volver a tener que explicarme nada, que estaba muy excitado y quería satisfacer su sexo; que no había tías y solo estaba yo, "no somos gays ni de lejos, pero nos ayudamos y depende de lo salido que esté uno, el cuerpo le pide una cosa u otra. No tengo un coño que comerme, pero tienes algo parecido a un clitoris, ¿me dejas que disfrute?
Me sentí avergonzado, como si le estuviese a mi amigo poniendo pegas para alcanzar su cielo. Asentí, con un leve parpadeo, me empujó hasta la cama, me tumbó en ella y se colocó en posición de hacernos una felación mutua. Me dio apuro negarme, después de lo que me dijo y me dejé hacer en la seguridad de que en mi boca no iba a entrar su nabo, por mucho que él me mamase el mío. Comenzó con su felación que no se cómo conseguía que fuese profundisima lo que a pesar mío me proporcionaba un placer exquisito. Isaac me restregaba su sexo por la cara con la esperanza de que me doblegase y abriese la boca que mantenía firmemente cerrada. Pero sucedió algo con lo que yo nunca habría contado. Mi amigo dejo el pene y comenzó a lamerme las bolsas de los testiculos, otro placer que no imaginaba que pudiera darse. Me concentré en ese placer, bajaron mis defensas y sin saber como su lengua se insinuaba en mi ano sin voluntad propia le facilité el trabajo levantando las piernas y elevando el periné al tiempo que abría la boca en un suspiro de placer y su pene se colaba dentro. He de confesar que la combinación de ano, lengua de Isaac, su verga y mi boca conformaron un todo que no me hizo desagradable la felación, es más, me apliqué con fruición a su lamido y relamido, mientras él seguía con su estimulación de ano. En un momento de placer extremo me dijo: "déjame que te la meta por el culo, cabrón, me pongo una goma y te follo, estoy que no puedo más"
De un golpe me puse en pie, se me bajo la libido por completo y me tiré practicamente por los boxer: "hasta aquí, Isaac, esto es ya demasiado. Tu ya te has follado el culo de otros, seguro, pero el mío, no. Y me voy ya" Isaac seguía con una erección tremenda, "venga tío, no seas así, no puedo más. Tengo un lubricante que ayuda a la dilatación, te juro que lo voy a hacer con mucha suavidad y además te va a gustar..., te lo digo por experiencia" me dejó a cuadros, "que a ti te han partido el culo, ¿quien, cuando, donde? Joder Isaac eres una caja de sorpresas. Venga dime, me excita este chisme de portera". Me contó que el año anterior a entrar yo en el equipo uno de los mayores que ya había acabado la carrera le buscó las vueltas, le convenció y se lo hizo. Que el tío aquel era bisexual, tenia su novia, pero que un culo de tío le apetecía de vez en cuando, "la verdad es que lo hizo muy bien, fue molesto al principio pero en cuanto dilaté fue muy agradable, la verdad. Lo hicimos en su habitación de la residencia. "¿No vas a querer probar? Mira yo empiezo, ya has visto lo que te ha gustado con la lengua; ¿que te duele o es muy desagradable? lo dejamos. Por favor. Otro dia lo haces tu conmigo. Te va a gustar follarte algo tan estrecho"

"Coge tú el fijo" El teléfono fijo reclamaba atención, hice caso a Isabel y descolgé. "Era tu hermano, que viene solo, su novia ha tenido que ir a casa de su madre", a Isabel se le iluminaron los ojos y se llevó las manos a la entrepierna poniendo cara de placer. "Como te folla el culo tu hermano, nadie, ¿no es cierto? pues que sepas que me pone cachondisimo" me llevé la mano al pantalón y marqué el bulto que hacia mi pene, le pregunté, que qué tal una doble por el culo a lo que ella contestó con cara pícara que no sabía si su hermano estaría de acuerdo. "Por cierto, ¿como fue aquella primera vez? Nunca terminaste de contarmelo.

Nunca conseguí explicarme del porqué de aquel: "venga, vale, joder, pero que conste que no me hace ninguna gracia"
Isaac exhibió una amplisima sonrisa y abriendo el cajón de la mesilla sacó un tubo de color lila y blanco y un condon.
"Como se hace, como me pongo. Joder, me escucho diciendo esto y no me lo creo"
Me di la vuelta y me flexioné hacía adelante. Isaac me dijo riendo que no, que me tumbase en la cama sobre la espalda y levantase las piernas en "V". A continuación me aplicó una cantidad de lubricante en el ano y empezó a masajear con los dedos. Cuando llevaba un rato masajeando me dijo que me tocase el ano. Me quedé helado. "¿que has hecho, que es esto" le grité alarmado. No me había dado ni cuenta y lo que yo creía que eran dedos masajeando era solo un dildo que ya tenía insertado. "El lubricante para primerizos, lleva un anestesico local que impide el dolor de la dilatación del esfinter interno. Sácate tu mismo el plug, con delicadeza, y luego te lo vuelves a insertar" hice lo que me dijo, tiré con cuidado de la parte que sobresalía y comprobé que había oposición, hice mas fuerza y ahora si, senti que se me abría el culo para expulsar después rapidamente una pieza de forma cónica. No sentía dolor, solo una sensación extraña, no desagradable ni agradable, aunque si estimulante. Isaac me dió mas lubricante e intente introducirlo con mucho cuidado. Me daba miedo empujar e Isaac me ayudó, sentí una sensación como de defecar y a continuación, sentí como que mi cuerpo tiraba hacia dentro del plug. La sensación era de bienestar. Entonces mi amigo empezó a manipularlo haciendolo entrar y salir. Era agradable, la verdad. "¿No sientes nada, como un calambre en el capullo, algo extrañamente placentero, como de ir a correrte?" le contesté que no. Entonces revolvió en el cajón de donde había sacado el lubricante y sacó una especie de dildo de forma rara. "Es un estimulador prostatico, cuando lo inserte te va a salir semen acompañado de un placer como de orgasmo pero no tan intenso y prolongado" Efectivamente a medida que lo introducía y luego lo movía dentro de mi empezó a destilar mi pene abundante semen y acompañado de un placer muy dulce y entonces, sin pensarlo se lo dije: "sacame eso y mete tu polla y acabemos, esto es placentero y eso no me gusta nada"

lunes, 23 de abril de 2018

BUDDIES

Una tarde de domigo más. Daba igual que se tuviesen ocho años y se languideciese de aburrimiento con el horizonte del colegio al dia siguiente o que se tuviesen treinta años y con tu novia de veinticuatro al lado.
Desde que la conocí, hacia ya dos años, no quise cometer el mismo error que cuando con veinte años tuve mi primera novia y me callé el pequeño detalle de que no me importaba, es más, agradecía, una sesión de bud-sex. No me pareció reseñable hablarle de ello ya que en esas sesiones, el sexo era sexo y punto. Cero implicación emocional. Era muy excitante averiguar el momento de la eyaculación en medio de una felación para evitar tener que tragarse el semen; ya se sabe que es una de las mentiras mas extendida: "sigue, sigue, que yo te aviso cuando me venga"
Igual de excitante que intentar engañar al que en ese momento te hace la mamada a ti. Parecía mentira pero al salir de uno de estos encuentros anonimos, tenía más ganas de hacerlo con mi novia, se alargaba más el encuentro.
El caso es que aquella primera novia, recién venido de uno de esos encuentros, no pudo evitar olerme en la polla un perfume a tabaco y madera irremediablemente masculino, que ella sabía que no era mío. Y allí se acabó.
Por eso cuando me arregle con Isabel tras el primer y maravilloso polvo acariciadola le dije que, de alguna forma, necesitaba de vez en cuando un encuentro "raw" que era un sexo físico, sin alma. Se me quedó  mirando fijamente y supe la respuesta..., pero me equivoqué. "Me gustaría ver como te folla un tío"
Me dejo mas sonado que un boxeador de tercera en un combate amañado.
Balbuceando, completamente descolocado, le dije (y encima avergonzandome de ello) que nunca nadie me había taladrado, ni mi polla había olido a mierda nunca. Yo mismo me sorprendí disculpandome por no haber sido dado por culo ni siquiera imaginármelo. No sabía si le mentía con la suficiente convincencia. No se porqué no le dije la verdad desde el primer momento.
Empezó a acariciarme las bolsas con mucha parsimonia y con delicadeza se fue acercando con sus dedos al ano. Me lo acarició insinuando levemente la yema del dedo y con voz mimosa me dijo: "Yo no quiero que te hagas novio del tio que te folle; bud-sex, cariño. ¿No vas a hacer eso por mí?"
Me dejo la mente en blanco con sensación de vacío en la boca del estomago y yo la dejé en la cama y me fui a la ducha mientras escuchaba a mi espalda "piensatelo, cariño, que más da que te la metan por la boca o por el culo y además me pondría a mil que me comieses mientras te sodomizan". Me empalmé solo de imaginarlo.
Salí de la ducha secandome la cabeza e Isabel se masturbaba voluptuosamente en la cama. Le dije que si no había tenido suficiente y me contestó levantando las piernas y acariciandose el ano.
"¿No quieres probar Juanito? Si yo lo aguanto, porque no tú"
He de confesar que sentí como si crestease por el K2, pero imaginar su ano perforado por mi verga hizo que tuviese una erección explosiva. Siempre estuvo entre mis fantasias mas prohibidas penetrar a una tía por el ojal, ahora se me presentaba la oportunidad. Ella al ver la respuesta casi automática a su petición me animó abriendo bien las piernas y separandose las nalgas. Tiré la toalla y me abalancé a la cama, ella se ensalivó el ano y me animó. Escuché su gemido de a medias dolor y placer y el rictus de dolor/placer de su cara hizo que la penetrase de un  golpe de cadera y me corriese instantáneamente.
Al tiempo lo hacía ella escuchando mi grito animal. Cuando detuvo el jadeo, apostilló "Cabrón, podías haber tenido más cuidado, me has destrozado el culo, o la tienes más grande de lo que yo creía o hacia ya tiempo que no me daban por detrás"
Si antes estaba descolocado, ahora ya no sabía que pensar. Con cara de carajote recién zumbado le interrogué con la mirada.
Soy gemela con Fernando, ya sabes, y los dos calentitos. Habría estado fatal que me hubiese preñado de mi hermano. A los catorce fue la primera vez. La verdad es que fue muy considerado, le echó tiempo y fue muy placentero. Nos queremos mucho. Desde hace un año que se echó novia no tenemos relacion carnal. No se si a su novia la sodomiza. Lo cierto es que yo ya lo echaba de menos.
"Yo no lo he echado de menos nunca y lo siento por ti, pero, no se si podré". Mentí una vez más.

Aquella aburrida tarde de domingo con Isabel en casa, tumbados cada uno en un sofá y viendo una soporifera pelicula, recordaba aquella toma de conciencia. Habían pasado dos años y podía estar tranquilo en cuanto a mi retaguardia; la tenía perfectamente preparada para cualquier contingencia.

Quedamos tendidos los dos, desnudos en la cama. Isabel encendió un cigarrillo. Se lo recriminé y por toda respuesta me preguntó: "Y como fue esa primera vez de bud-sex". Me quedé pensando. Me vino a la memoria el cuerpo desnudo de Isaac en la ducha de los vestuarios del campo de rugby.
Cuanto entré en Arquitectura me preguntaron si quería probar en el rugby. Me pareció bien y comencé.
Hice amigos y empezamos a salir los fines de semana. Copas, jugar al penultimo, tablones de campeonato y un día amanecí en la cama de Isaac. Me iba a reventar la cabeza y a tientas me fui a la ducha. Me dejé llevar por la molicie del agua caliente acariciandome el cuerpo. Al frotarme el pubis noté con sorpresa que tenia semen seco entre los enmarañados vellos. Me salí de la ducha sin secarme como un miura recién bandirelleado. "¿Que pasó anoche, Isaac?, estoy lleno de lefa seca en los huevos"
Isaac muy tranquilo me contestó que nada, que me había hecho un pajote solo que la mano era la suya, de la misma forma que mi mano le había hecho una paja en su polla. Me dejó sin palabras. A duras penas, más que sorprendido en un hilo de voz, sintiendo que el mundo se me hundía bajo mis pies pude afirmar que yo no era maricón y que se había aprovechado de mi borrachera para que le hiciese una paja. No me importaba que él fuese gay, pero conmigo que no jugase. "Fuiste tú, Juan, es más, te empeñaste en chuparmela y no te dejé porque sabía que esto iba a pasar"
Quiso quitarle hierro al asunto, se acercó a mi, me echó el brazo al hombro y me dijo que no me agobiase, que una gayola era una gayola con tu mano o con otra y que lo olvidase, aunque si es cierto, dijo, que con otra mano es diferente, y si no me lo creía, que me la pelase con la izquierda. "Y venga vistete, que nos perdemos resistencia de materiales" zanjó así el incidente y no volvió a hablar de ello hasta dos meses después que en la ducha de los vestuarios, se acercó a mi cabina super empalmado y me pidió una mano amiga, y lo hice. Acabó rapido  me preguntó si yo necesitaba una mano, le negué con la cabeza, balbuceando: "ya sabes que no soy maricón" a lo que con un gesto de la boca me dijo: "ni yo, tu mismo". Se fue a terminar de duchar, yo terminé también, me vestí al tiempo que lo hacía él  y me dijo que si le acompañaba con los colegas a tomar unas birras. Me disculpé y pase el resto de la tarde rumiando en mi cuarto lo que acababa de suceder en las duchas.
Al día siguiente dispuesto a despejar todas las dudas que se me amontonaban me planté en el cuarto de la residencia de Isaac y sin mas preambulos y muy nervioso
casi que le grité: "vengo a, a, a que me hagas una paja". Se hartó de reir por mi apuro y despues me dijo sin ningún corte que me la sacase. Ante su naturalidad no supe como reaccionar; nunca barajé esa posibilidad, imaginé que me echaría de su habitación con cajas destempladas y ahí habría acabado todo. "Venga, tío echate en la cama y sacatela, que tengo mucho que estudiar" Se levantó muy resuelto, me empujó sobre la cama, me hurgó en la bragueta y me la sacó. "Joder, Juan, que clase de ayuda necesitas ¿y el empalme, tío? Le dije que estaba nervioso y soltandomela se levantó sonriendo: "querías probar, ¿no?" Me recompuse la ropa, me disculpé disponiendome a marchar y me agarró del brazo. Se me acercó a la cara más de lo que sería recomendable y temí que fuese a besarme. Fue todo rapido: "mira, tío, ni voy a besarte ni soy maricón ni tu lo eres, pero esto tampoco es un juego. Si necesitas una mano, en mi la tendrás. Como si la cosa se pone cruda y necesitas mi culo o la boca, pero nada más que eso. Sexo por sexo. Placer mutuo o no, orgasmo y fuera, los besos y las caricias son para mi novia. Te repito no soy marica y ya se ahora que tú tampoco. Y anda, largate, que tengo que estudiar".
Ese fin de curso, celebrabamos las notas, alguna matricula, sobres, notas y algún aprobado y a partir la pana esa noche. Isaac iba con una novieta medio formalizada, cada uno del equipo con una chica y yo con una compañera de curso, que hacía que fuese envidiado por muchos compañeros. Era una autentico modelo, bellisima y un cuerpazo de vertigo.
Estuvimos en diferentes sitios, nos calentamos más de lo que hubieramos deseado y a eso de las seis de la mañana las niñas dijeron basta. Isaac y yo las llevamos en su coche a sus casas y después cuando estaba llevandome a casa de repente aparcó el coche; me encaró con ojillos chispeantes: "Ahora entiendes lo que es de verdad un buddy. Yo necesito por lo menos una mano, ¿y tú? supongo que una mano también se te queda corta. ¿Vamos a mi cuarto?"
Yo hacía una hora que la erección me resultaba ya molesta, toda la noche rozandome con Sandra, pensando en que al final rematariamos, aunque fuese en los servicios, o el coche y el jarro de agua fría final. Necesitaba desahogarme, me dolían los huevos y la garganta se me acababa de secar definitivamente. Sin poder articular palabra le clavé los ojos en los suyos y con el corazón a doscientos pude balbucear: "que sea lo que tenga que ser; vamos". Isaac me dió una palmada en el muslo con fuerza: "Si, joder, sabía que podía contar contigo"
Arrancó y pisó el acelerador rumbo a la residencia.

                                                                       ... to be continued

lunes, 5 de marzo de 2018

EJECUCION CELESTIAL


Sobre el cadalso, inmovil, ansiosa
La víctima espera el verdugo,
Juez de dulces y severas condenas,
Verdugo sin misericordia al ejecutar
Tierno verdugo preparando al reo,
Lágrimas mansas ante el golpe que dará la vida.
Grito cohibido, sorpresivo ataque, golpe de dolor,
Y la muerte no llega, huye el dolor, entra la vida.
Reo que grita enloquecido que no acabe
Que no acabe el merecido castigo,
Las manos atadas, no hay defensa
La sentencia se ejecuta con meditada lentitud,
Morosidad pastosa que hace parar el tiempo,
El mundo conjurado en el puñal que rasga,
La vida concentrada en un punto,
Cuando el verdugo alcanza el castigo total
Se entrega a la ejecución angelical
La espada flamigera parte al reo
El reo da su ultimo grito y agradece castigo
Se sabe culpable de desear el cielo
Y al cielo se le envía entre espasmos.

viernes, 2 de marzo de 2018

CACERÍA SÁLICA


Husmeando como rata sucia,
Merodeando entre centinelas mudos
Se atisba carne fresca, carne humeda,
Una hidra venenosa crece en el vientre
Busca y busca alimentarse de vida blanca.
La boca seca babea de emoción insana,
Una pieza vivaquea entre arbustos secos
Se acecha, taimado se acerca hasta la presa,
Las fauces de hiena hedionda sonrien
La pieza de carne luce orgullosa, descarada,
Y la fiera abre su boca ofreciendo cobijo
La carne feroz entra a la cueva a pacer,
Llueve entre rocas sintiendo caricia golosa
Crece y crece, soberbia, la victoria
Hasta vomitar entre espasmos el tesoro
La fiera se alimenta, se relame y sonrie.
Observa su victima y con un ultimo lametón
Sin palabra, olvidando ya se pierde en la espesura.
Ya busca otra presa que le sacie
No descansa, guardia en alto, rebusca,
Otra presa, otro bocado, más vomito.
Cae la noche entre estremecimientos lubricos,
El hombre lobo se despoja de su piel
Hurtado en las sombras, al acecho, espera
Y come, presa tras presa hasta caer exhausto.
Las estrellas vigilan la cacería, centinelas quietos,
Hasta el alba que el monstruo se trasmuta.
Padre dedicado, esposo fiel, regresa de turno.