miércoles, 8 de septiembre de 2021

TODO QUEDA EN FAMILIA (12)

 

La selva se acercaba vertiginosa al avión y desde la ventanilla no se divisaba ninguna pista. Se me agarró una manaza a las tripas y estrujó, "se te ha puesto la cara blanca, Alex. No te preocupes que pista de aterrizaje hay, hasta torre para guía. En diez minutos en tierra. Nos estará esperando Roque con el Jeep" le miré interrogativo, "Roque es mi mano derecha en la finca. Le conocí en Sau Paulo en un club de ligue hace dos años, cuando compré la finca. Me sacó de un apuro grave. Le debo la vida" Me desentendí del aterrizaje y sin abrir la boca, entorné los ojos y él ya sabía que quería que me contaste más, "En Sao Paulo cerré el trato de la finca, solo cincuenta millones de dólares y el corredor, Roque, que se llevó un buen corretaje, una fortuna, me caló a la segunda vez que le dejé zambullirse en mi pupila. Con los papeles de la finca en el bolsillo, me propuso celebrar, 'conozco un club muy exclusivo con gente de esa que solo se ve en las revistas. Hay que llamar y pedir permiso para ir. Está abierto al público pero siempre tiene el aforo completo. Mulatos de piel de melocotón, esculturas de Fidias ambulantes, y una dotación que parece sacada de un cuento extraterrestre. Son caros, es verdad, pero son personajes de sueño húmedo hechos carne' pidió las plazas y rápidamente se las concedieron, 'aunque enorme, Sao Paulo es un patio de vecinos, bueno, varios patios, algunos muy restringidos y el patio en el que por patrimonio y ecos financieros tú te mueves esa compra ha sido un tsunami. Todos van a querer conocerte. El olor del dinero es tan fuerte para esa gente, como el de la carroña para las hienas' luego me preguntó que qué tipo me gustaba y se me fue la memoria a tí despidiéndose de mi cuando me fui de casa y recordé tu olor a limpio y lavanda y el calor de niño que me trasmitidas a través de tu piel limpia y fresca. ¿Sabes? me felicité de poder irme, pero a lo que íbamos" se encendió el aviso de los cinturones, nos los ajustamos y Andrés continuó, "Roque me preguntó qué edad era mi meta y le contesté que por imperativo legal la mayoría de edad. Me dijo en voz baja que podría tener algo más tierno para mí y le di largas diciéndole que cuando tuviese la finca acondicionada. Llegamos al club. Espera, aterrizamos" el chirrido de las ruedas y el pequeño salto que dimos con el ruido de los motores en reversa nos mantuvo en silencio hasta que el jet se detuvo.
Según descendíamos del avión vimos acercarse un Range Rover descubierto, al volante un hombre de unos cincuenta años con un bigote poblado muy negro y aspecto resuelto y vigoroso, "te pongo en antecedentes, Alex, para que lo sepas. Ese que viene al volante es Roque. No te dejes engañar por el aspecto, en la cama en una sissy, lleva su castidad extrema desde hace años, se podría decir que no tiene polla y solo para orinar, por cierto que lo tiene que hacer sentado, no tiene con que apuntar. Huevos tampoco tiene, el año pasado con un amo que se agenció le dió tal paliza en los huevos que uno de ellos lo perdió y le dijo al urólogo que se llevase el otro también que no necesitaba para nada" la verdad es que el aspecto del hombre, tan rudo y moreno no permitían sospechar nada, "y te preguntarás que siendo tan nena como me sacó de aquel apuro. Es nena en la cama, no te fíes, cuando tiene que ser implacable te deja con la boca abierta. Tenemos en la finca una pequeñísima explotación de diamantes, no produce mucho, pero de una pureza excepcional. Pillaron a uno sacando una piedra con impurezas, las vendemos a la industria y me lo trajeron y se lo dejé a Roque. Nunca más volverá a pasarle por la imaginación coger nada. Lleva un tapón como tú solo que él es irrecuperable. Lo tuvo al antojo de un pony todo un mes, a todas horas, pensamos que lo mataría, pero no, sobrevivió con las hierbas de los araucanos, que le curaron pero la mierda, sin tapón, se le cae"
Roque bajó del Jeep de un salto y vino sonriente, con su panamá impoluto a saludarnos, "señorito Alex, aquí no tiene que preocuparse de nada, lo que quiera, necesite o se le antoje, Roque es su hombre" le contesté con la misma naturalidad que me explicase como fue que le sacó a mi hermano de un apuro, "un apuro es que te entre un apretón y no tengas como aliviarte, lo de Don Andrés era peor. En determinados sitios si quieres suicidarte no tienes más que aventurarte. Fuimos a un club exclusivisimo, de putos de bandera, de los de tres mil dólares la noche y a tu hermano solo se le ocurrió encapricharse de un macarra de camarero. Yo he vivido muchos años la noche de Sao Paulo y enseguida me di cuenta de lo que pasaba. Le llevó por la puerta de empleados al callejón y llegaron tres compadres a sacarle la piel. Yo anduve listo y salí con mi Glok de 16 balas y los puse en retirada. Solo tuve que dar un disparo al aire"
"Y en ese momento comprendí que Roque de ahí en adelante tenía que ser mi hombre en Brasil" mi hermano rodeo la cintura del hombre y le atrajo cariñosamente hacia él, y el le pasó el brazo por el cuello y le dio un beso en la frente, "yo comprendí también que tu hermano y yo estábamos hechos el uno para el otro, así que en cuanto me lo propuso no lo dudé" y se acercó a mí oído y continuó en voz baja, "no lo dudé por las seis cifras de sueldo anuales".
La casa grande, como todo el mundo la llamaba, era una auténtica mansión georgiana del XVIII, le faltaban los esclavos, pero por lo demás intercambiable. Las cuadras para sus caballos eran habitaciones de lujo y las viviendas del personal bungalows de vacaciones, "Don Andrés no repara en gastos en lo que al personal se refiere, por eso aquí no hay una queja. Con Don Andrés siempre se puede dialogar y si tienes la razón te la asiste" estaba claro que Roque estaba absolutamente rendido a mi hermano. Aquella noche en la cena con Carmelo y con Andrés no lo dejé pasar más y pregunté de donde había salido tanta pasta.
"Te dije que el pedófilo este, Marcelo, me contrató en su empresa. Me di cuenta enseguida de lo que allí se cocía y la cantidad de contratos que se firmaban. Decidí que tenía que entrar en ese mundo. Le dije a Marcelo que quería aprender y me puso a estudiar inglés de forma acelerada. El corría con todos los gastos y me dio tres meses para hablarlo y entenderlo correctamente. Me dijo: 'en tres meses en Lovaina comienza un curso de iniciación a la robótica. Si consigues la excelencia en inglés en estos tres meses yo te pago la inscripción y la estancia en Bélgica, luego para los tres mejores expedientes hay una beca de un año en el MIT, que, financia la empresa. Si lo consigues, cuando salgas de allí, serás una autoridad en robótica y firmaras un contrato de exclusividad por cinco años con la empresa, como ingeniero en software de robótica. Será duro, pero estas en la edad' y así fue" en ese momento vi que una de las paredes del comedor se escamoteaba y salían por ella cinco críos de unos diez años, todos muy bien formados, moderadamente musculados y ataviados exclusivamente con un jockstrap de los cuatro colores del parchís y uno blanco. Carmelo me miró, me guiñó un ojo y señaló con la cabeza a mi hermano. Roque se dio cuenta, "es por si al señor se le antoja un extraordinario. Ellos son hijos de los operarios de la finca y están al tanto y encantados que sus chicos estén al servicio de Don Andrés" eran altos muy morenos de tez y todos bien parecidos, "¿Quieres verlos más cerca?" le contesté que ya los veía bien y aprovechando le pregunté por la forma tan teatral de entrar, "esa pared conduce por un corredor unas escaleras a una estancia que será donde te demos la recepción de bienvenida privada. La sala cuenta con todo lo imaginable para hacer la fiesta inolvidable, ¿verdad, Roque?" Roque sonrió pícaramente mientras guiñaba un ojo, "yo he estado en la de inauguración de la casa y no te digo más que acabé follando con una mulata, que si me dicen que Carmelo, con lo maricón que soy, iba a meter el rabo en un coño, vomitó hasta el líquido amniótico de mi pobre madre, pero ya verás, todo es muy fácil y diferente, también tengo que reconocer que tenía una manguera negra en el culo que me hacía levitar" reímos todos con su explicación. Mi hermano me explicó el código de colores, "el de jockstrap blanco es la primera vez que participa en una de estas exhibiciones y prueba. Tengo una fundación "Fórmate Gozando" que envía a los chicos a un colegio interno en Sao Paulo de donde salen, si aprovechan el tiempo, a la universidad que ellos elijan. La fundación lo financia todo. De momento la primera promoción acabó el curso con mucho éxito. Veremos en seis años a que Universidad se dirigen. Estoy en conversaciones con varias. Bueno, el de rojo es el más echado para adelante, al que sus padres les costó más convencerle de servir aquí, el de verde es el más callado y al que le estremece que le acaricies, verás. Aquí los críos son muy precoces" llamo por su nombre al del jockstrap verde. El muchacho se acercó sonriente, los otros se miraban unos a otros nerviosos. Mi hermano se dirigió a él en portugués y el niño se vino hacia mi me abrazó y me dió dos besos de cariño. Yo le pregunté con una mueca que qué le había dicho, porque el chaval después de besarme se quedó a mi lado con su brazo sobre mi hombro, "le he dicho que eras mi hermano y que te acababa de sacar de una especie de cárcel, el chico se ha conmovido y por eso te ha dado dos besos" con un gesto Andrés le indicó que volviese con sus compañeros. "El de jockstrap amarillo es el más simpático, muy inocentón y alegre, todo le parece bien, siempre que no te vea serio, en cuyo caso llora, y el de azul es un ángel, le gusta verte feliz" le llamó por su nombre y el chico vino corriendo, abrazó a mi hermano y sonrió. Mi hermano le dijo quién era yo y se vino hacia mi quitándose el jockstrap. Tenía sus genitales muy morenos, bien poblados ya de vello negro azabache y tamaño desproporcionado con su cuerpo. Me abrazó y vi como le crecía, le acaricié y me dijo que se llamaba Eduardo. Mi hermano le dijo que se pusiera la ropa, a lo que obedeció instantáneamente y fue a reunirse con sus compañeros. "Son un encanto, Alex, y somos todos muy cuidadosos con no hacerles daño de ninguna manera" a una señal de Roque, la pared volvió a moverse y los críos desaparecieron.
"Vamos a pasar a la biblioteca a tomar café, Roque, por favor avisé" mi hermano se levantó y le seguimos Carmelo y yo. Pasamos a través de una sala y entramos en un espacio enorme con librerías cubriendo todas las paredes y sillones con veladores y lámparas de mesa. "La biblioteca entera la compré en Chequia, de un castillo en venta. Compré no solo los libros, sino los muebles, me los desmontaron allí y me los colocaron aquí, una pequeña fortuna. Vamos a sentarnos" enseguida nos sirvieron el café y Roque nos preguntó por los licores, yo hacía años que no probaba alcohol, "Alex, este cognac, de cognac de verdad es de una barrica del siglo XVIII, no hay más, y mientras dure será nuestro nada más. Pruébalo, merece la pena". Carmelo se levantó con su balón gigante arropado por su mano, "pruébalo de mi boca, ya templado, es saborear la gloria" se agachó sobre mí y me traspasó en un beso dulce el trago de licor. Cuando lo tragué, sentí un calor recibirme desde dentro y mi sexo explotar deseo. Roque, se disculpó pero Andrés le detuvo, "tú eres de la familia, te quedas. Lo vamos a disfrutar todos" y diciéndolo se levantó de su sillón desabrochando se.

domingo, 5 de septiembre de 2021

TODO QUEDA EN FAMILIA (11)


Carmelo no podía deshacer su abrazo de mi, sin cesar de llorar y cubrirme de besos y babas, "mariconazo, mariconazo, ¿Que hiciste? Cabronazo, te quiero, te quiero. El Rubio debe tener la polla de oro, cabrón. Te he echado de menos tanto, a veces me iba a la selva a gritar, no podía soportar el dolor de saber cómo te encontrabas. Si no hubiera sido por tu hermano me habría quitado la vida. Andrés tiene mucho cuajo y me hizo esperar" no paraba de besarme y llorar mientras yo le acariciaba y le consolaba como a un lactante con un cólico que pasará, pero sin poder hacer nada por aliviarle. Finalmente acabó con la cabeza en mi regazo y noté como instintivamente me olía la entrepierna, levantó la cabeza y medio compungido me sonrió, "no sabes la de pajas que me habré hecho yo imaginándome que tenía la nariz donde la tengo ahora y olía tu sudor, tu olor almizclado y deseaba lamermelo todo" le contesté que podía hacerlo ahora, que a Andrés no iba a importarle, "cada vez que te decía lo del hambre en tu culo, pensaba que el que tenía hambre de tu culo era yo y no sabía cómo entrarte, y eso me irritaba y me hacia burlarme de ti" me reí de su explicación al tiempo que me desabrochaba el vaquero que me molestaba realmente. Me lo saqué del todo y dejé el campo libre a mi amigo para que hiciera lo que le apeteciese, "¿tu culo? por favor, Alex, me voy a morir si no te lo como" la limusina era de buenas proporciones así que levanté las piernas exponiendo el ano, "¿puedo quitarte el tapón?" le dije que sí levantandome los huevos para dejarle el campo libre aunque le avisé de la incompetencia de mi esfínter. Andrés con entonación conciliadora le dijo a Carmelo si no podría esperar a llegar a la finca, "no quiero tener que tirarme de la limusina en marcha por la peste. Y en el avión tampoco, Gen, el azafato luxemburgués no se cómo reaccionaría" Carmelo volvió a colocarme el plug, bajé las piernas y me estampó un beso urgente y apasionado en los labios, "Alex, ponte el pantalón, que vamos a llegar al aeropuerto, y tú Carmelo, adecentate la ropa, hay que dar buena imagen, ya nos desmadraremos en la fiesta de bienvenida que tengo pensado para recibir a Álex. Tiene que conocer a mucha gente"
Llegamos a la alambrada que circundaba el aeropuerto y un guardia de seguridad abrió una puerta de malla. Por la pista de tránsito de aviones la limusina nos llevó hasta un extremo donde nos esperaba a pie de escalerilla Gen, el luxemburgués y un policía de aduanas. Me pareció un avión grandísimo y así se lo dije a mi hermano, "un Bombardier, de lo mejorcito y mucha autonomía de vuelo, no me gustan las escalas técnicas. Este, canadiense, tiene casi quince mil kilómetros de autonomía, un Gulf Stream 600 es mejor avión, pero unos dos mil kilómetros menos de autonomía, o el Falcón X. Este además es más largo y caben más cosas en cabina" me quedé mirando a Carmelo que sonreía con suficiencia, "casi treinta y dos metros de largo, tu hermano es un lince" el funcionario de aduanas pidió los pasaportes y el manifiesto de vuelo y en ese momento noté un pellizco en el estómago, yo no tenía pasaporte y más sorpresa cuando Andrés sacó un pasaporte nuevecito a mi nombre. El funcionario pasó el trámite requerido y nos saludó mientras deseaba buen vuelo. Embarcamos y Gen cerró la puerta, "podemos salir, cuando torre diga" el piloto contestó con un ok. Me senté en un cómodo sillón con Andrés enfrente y Carmelo al otro lado. Me fijé entonces en un objeto en la cola y pregunté a mi hermano, "si, Alex, es una jaula, para ti. El vuelo será largo y no estaba seguro si ibas a aguantar tantas horas inmóvil sin sentir la seguridad de los barrotes. Si quieres, te desnudas y te metes, Gen, te cerrará. Está al día de todo. También hay colas de perro, de zorro o de lobo, por si las echas en falta, has estado muchos años así y debe costar volver a adaptarse" escuchar que mi propio hermano me tenía reservado eso me estremeció y deseé que me poseyese, ahora me sentía su perro, no podía remediarlo. Pregunté por el pasaporte, "el dinero, Alex, no solo compra cosas, abre puertas, da alas y extiende alfombras. Cuando tienes como yo, mucho dinero, no hace falta ya ni el dinero, porque tu persona es ya suficiente crédito. 
Estaba comprendiendo que ya no sabría vivir sin amo, "desnúdate, Alex, te lo veo en tu cara, estás deseando tu rabito y sentirte desnudo. Desnúdate" Carmelo empezó a desnudarse también, "Gen, dame eso" estaba muy empalmado ya y cuando vi de que se trataba lo que Carmelo pedía empecé a destilar precum. Un arnés-capucha con dildo de boca y antifaz. Auténticamente emocionado terminé de desnudarme y me puse a cuatro patas en el suelo. Mientras Carmelo me colocaba la capucha con dildo y tenía que reprimir mi primera náusea al sentir toda la boca ocupada alguien me extraía el tapón anal y me insertaba una cola que solo podía ser de zorro por el tacto suave que mis muslos contra los que rozaba, me indicaba. Me inundó una sensación de paz inenarrable. Sentí como alguien también me colocaba una presa de huevos que me iba a impedir ponerme en pie y al tiempo rescataba de mi memoria aquellos castigos tan dulces a los que me sometía el Rubio, cuando conseguía que me corriese solo golpeándome con un mazo de madera en el escroto. Carmelo enganchó al cuello de la capucha una correa y me llevó hasta la jaula. Yo iba de náusea en náusea y a cada una de ellas el cuerpo se me arqueaba y sentía como las lágrimas empapaban mis mejillas. Carmelo me metió en la jaula haciendo que sacase la cabeza por un orificio que bloqueó una vez tenía la cabeza fuera, entonces me arrancó los broches del antifaz y el bozal que llevaba el dildo. La boca empezó a babear del tiempo que llevé el dildo y entonces vi a Gen que me introducía su pene profundamente en la boca y empezaba a bombear, al tiempo que sentía como me sacaban la cola del ano y empezaban a besarmelo primero y a chupármelo después. La polla estaba al borde de la histeria cuando sentí un golpe en los huevos sujetos por la presa y otro y otro más, cada vez más fuertes y acelerados. Estaba al borde de la locura asediado de placeres infinitos por todos lados cuando sentí que la boca se me llenaba de leche que Gen echaba en abundancia y el culo recibía lo que debía ser a Carmelo y mi propia polla empezó a eyacular provocándome espasmos que finalmente eran dolorosos y me recordaban cuando el Rubio me masturbaba una y otra vez hasta conseguir eyaculaciones secas que me provocabán calambres dolorosos contrayendo mi cara en muecas de muerte por el dolor. Si, la huella que el Rubio había dejado en mi era ya imborrable. Y en aquel momento decidí que antes o después me vería durmiendo a los pies de la cama de el Rubio.
"Alex, Alex, despierta, vamos a aterrizar ya, vamos, desperezaté" abrí los ojos completamente descolocado, me toqué la cara, luego me llevé la mano al culo y si, ahí estaba el tapón y estaba vestido. Miré a cola y no había nada. Pregunté a mi hermano por la jaula, "que jaula, Alex, no hay ninguna jaula. Estas aún conmocionado por tantos años de cautiverio, pero se acabaron las jaulas, estás conmigo en mi avión y vamos ya a aterrizar en Sao Paulo para pasar los trámites. Subirá un funcionario a comprobar, una formalidad y podemos continuar viaje al sur, a la finca" extrañado pregunté, "si, en la finca, muy grande, tengo pista de aterrizaje de jets al lado de la casa. La casa de papá y mamá está a media hora en coche. Ellos tienen su pista de aterrizaje pero solo de avionetas. En la finca no podríamos vivir sin ellas" ante mi cara de estupor e incredulidad me siguió explicando, "es un poco grande, unos cincuenta mil kilómetros cuadrados, ya te la iré enseñando y las explotaciones que tenemos" puse cara de extrañeza que sin palabras quería decir que que banco había atracado. Se rió condescendientemente, "creo que te dije que cuando me fui entré a trabajar en una empresa de robótica. Tenía dieciséis años y mi grado de milagro. Te cuento la realidad: en una sala de chat me puse a charlar con un chaval de 19 años decía, que se follaba a su hermano de once y que le partió el culo a los nueve un día que estaban solos porque sus padres estaban trabajando, me decía que le excitaba como lloraba y rogaba, pero que él sabía que en realidad gozaba. Yo le dije que tenía un hermano de seis y me pidió que le mandara fotos desnudos. Te hice algunas mientras te bañaba y se las mandé. En una de las charlas me dijo que lo que más le ponía era cuando se folló a su hermano y decía que el Ampallang le destrozaba el ano, le contesté que era un mentiroso y que con 17 años y un Ampallang no se lo tragaba nadie. Un PA todavía y ni eso, no solo por el precio, el PA se puede decir que no duele, pero un Ampallang seguro que no, y me confesó que tenía treinta y nueve, que le gustaban los críos y que si tenía un Ampallang y que le dolió con todos sus muertos y tardó seis meses en cicatrizar y se le infectó dos veces. Me dijo que porqué no me iba con él a trabajar en su empresa de soft para robótica, que no importaba que no tuviese idea, que todo se aprende y así fue como me fui, porque estaba a un tris de violarte, de verdad. Él, Marcelo me envió un contrato de trabajo proforma para que papá y mamá me dejasen ir siendo menor y eso fue todo. Me salvé de tocarte y encontré mi futuro"
El avión se detuvo, estuvimos parados un cuarto de hora, se abrió la portezuela y subió un funcionario bien apuesto. Saludó muy afectuoso a mi hermano, "este es entonces tu hermano pequeño. Es más guapo que tú, y tiene mejor cuerpo" mi hermano empezó a reírse, "es que a ti te gustan bien delgados, maricón. Anda da luz verde que tenemos ganas de llegar" el funcionario se acercó a Andrés y le dio un beso en la boca, luego se le quedó mirando muy de cerca, "¿Puedo?" mi hermano se encogió de hombros, "pregúntale a él, ya es mayorcito" me miró entonces a mi, me sonrió, me guiñó un ojo y yo le sonreí, le miré el paquete y estaba bien abultado, luego le miré a la cara y entorné suavemente los ojos poniendo morritos. Enseguida sentí sus labios apoyarse sobre los míos y su lengua horadar mis labios que una vez relajados dejaron entrar la lengua, "venga Nelson, un día de estos venimos sin tiempo a Sao Paulo y quedamos. Da luz verde ya y baja del avión" mi hermano sonreía abiertamente y empujaba a Nelson, "de verdad vais a venir" le contesté yo diciéndole que no me lo perdería y mi hermano remató, "si quieres te mando una avioneta a que te recoja para la fiesta de bienvenida de Alex" Nelson contestó con un vale muy festivo y con el walky dijo "luz verde". Mientras descendía a tierra Nelson se escuchó desde cabina, "torre a Bombardier"

viernes, 3 de septiembre de 2021

TODO QUEDA EN FAMILIA (10)

 

"Cuanto tiempo hacía, ocho años, creo, cuando la mayoría de edad de tu hermano" Rubio hacia memoria de la última vez que vio a mi hermano Andrés, "¿y como así?" Rubio sabía, que tonto no era - se había hecho un hueco en el mundo porno más extremo y ganado mucho dinero - la razón de la visita de Andrés, "vengo a ver a mi hermano" serio, sin sentimentalismos dejaba ver cuál era su intención y dejaba claro que no se iba a ir de allí sin llevarme a mi, "aquí tu no tienes ningún hermano. Desde que salimos de la casa de tus padres tu hermano dejó de existir para convertirse en mi perro, perro número 3. Los número 1 y 2 los tuve que dejar, estaban ya muy viejos, más allá de los treinta y cinco empiezan a agotarse y se corren un par de veces y ya no valen para nada en tres días. Los dejé cerca de las urgencias de un hospital a los dos; fíjate se me olvidaron sus nombres de su anterior vida, no se en que pararía todo, no sigo los sucesos" mi hermano no cambio ni su actitud ni su discurso y estaba dispuesto a llevarme con él como fuese, "mira Isidro, si, se tu nombre y tu historia, no soy el que tú viste por última vez en casa de mis padres, ni tienes idea hasta donde puedo llegar. Pues vamos a ver Isidro, te voy a dar diez millones de euros ahora mismo y me llevó a mi hermano" Rubio se echó a reír con suficiencia, "no tienes dinero para llevarte a mi perro 3" Andrés se le quedó mirando hierático, frío y sin mover un músculo, tocó su reloj de muñeca y empezó a hablar, "hola Kenneth, si, igualmente. Verás, conoces la start-up "Blondie S.A."
pega fuerte en ese mercado" Rubio se echó adelante en su asiento poniéndose en guardia, la empresa de la que hablaba Andrés, era su empresa matriz que distribuía todo el material que él producía y le había hecho millonario y un nombre en el mundillo del porno, "si, si, bloquea, no quiero volver a enterarme que vuelve a colocar nada en el mercado, y lo que encuentres por ahí lo vuelcas a free en la red, espera, espera Kenneth" Rubio se había puesto en pie con la cara desencajada, "ese Kenneth, ¿es?" Andrés afirmó con la cabeza y le tendió el teléfono, "Kenneth, si, si, soy Isidro..., pero no puedes hacerme esto, no, no..., vale, te paso con Andrés" le tendió el teléfono mientras decía que estaba de acuerdo, "llévatelo, pero lo de los diez millones..." Andrés se puso en pie, "caducó, Isidro, caducó, ¿vamos por Alex?" Rubio apretó las mandíbulas echó fuego por los ojos y se dirigió al sótano, "Kenneth, anula la orden, si, si. En dos horas te llamo, si, desde el avión, te llamo y confirmo la anulación" Siguió al Rubio por la escalera, "cuando esté en mi avión rumbo a mi casa en Brasil, revocaré con carácter indefinido la orden, ahora, Alex"
Fue un choque tremendo ver a mi hermano con mi amo allí, en la perrera, dejé de jadear, el pene se me cayó y sin poder remediarlo, aunque eso me supusiera un castigo severisimo me senté como un humano y lloré como tal pronunciando el nombre de mi hermano. Números 4 y 5 se horrorizaron al oírme hablar y se agazaparon en sus jaulas, seguro que algo del castigo que le aplicarían a número 3 le salpicaría a ellos. Rubio abrió mi jaula y llamándome por mi nombre me dijo que saliera, "tu hermano a venido a buscarte. Te vas con él" me arrancó prácticamente el plug de rabo que llevaba siempre en el ano y me quejé sin dejar de mirar a los ojos a Andrés que ahora sí, ya lloraba. Mientras él mismo me quitaba las manoplas que me impedían usar las manos no paraba de besarme y preguntarme el porqué. Yo después de años sin articular palabra más que en mi mente le preguntaba qué porque se fue él sin despedirse llevándose a mi recién conseguido mejor amigo. Cuando me deshice de las manoplas abracé con todas mis fuerzas a mi hermano y sintiéndole tan cerca noté como mi pene despertaba otra vez. El se dió cuenta y me lo acarició, "te ha crecido sinvergüenza" riendo y llorando a un tiempo. Le dije al oído que necesitaba que me follase, el Rubio hacia ya un año que no lo hacía, "no, no, ahora en la limusina me vas a follar tu a mí" y en ese momento sentí que algo me resbalaba por la piernas, "hace tantos años que lleva plug, que el esfínter se le ha debilitado, le pondré un tapón anal, cuando lleguéis a donde sea una semana de rehabilitación y volverá a poder retener las heces" el Rubio daba una explicación desapasionada de lo que ya había visto cuando decidió echar a 1 y 2, y lo de la rehabilitación del esfínter lo supuso. Nosotros seguíamos abrazados sin querer soltarnos y sin soltarnos Rubio me limpió con papel, "ahora cuando subamos, que se duche y le daré algo de ropa, de calzado unas chanclas, después de ocho años descalzo, no va a tolerar nada. Le pregunté a mi hermano por Carmelo, "nos espera en la limusina, es mi jefe de operaciones. No quiso venir, no sabía si podría soportarlo" finalmente le pregunté por los padres, temía la respuesta, pero tenía que hacer la pregunta, "viven conmigo en la finca, en Brasil. Mamá no se consiguió recuperar del disgusto y entró en una especie de estado catatónico, de vez en cuando pregunta por Alex y dice que cuando llegue, está la mesa puesta y se vuelve a sumir en su mutismo. Papá, solo dice todo el día que qué hizo mal. Para un padre aceptar lo que tú hiciste es imposible" el dolor que me supuso oír eso no me dejaba respirar, creía que me moría allí mismo, hasta que el Rubio me cogió de los brazos de mi hermano y me abrazó, "has sido todos estos años lo que más he querido, nada comparable a ti. No existe placer sexual para mi si no es contigo. Vuelve cuando quieras, para mí ya serás Alex para siempre, en la jaula o fuera de ella pero a mí lado siempre, a los pies de mi cama y al pie de mi mesa, dándote de comer de mi plato" escuchar de sus labios aquello me tranquilizó y no pude por menos que preguntar porqué hacía más de un año que no me follaba, "me estaba preparando para olvidarte. No quería que acabases como 1 y 2 tirados a la puerta de urgencias, no me lo habría perdonado. Tenía pensado soltarte a final de año, pero vuelve, por favor, mi perro mariconcito" lo que me dijo me caló profundamente y me calmé por completo, le besé en los labios, le acaricié la polla y le dije al oído que no sabría vivir sin ella. Sentí cierta presión en mis hombros para que me diese la vuelta y supe lo que quería. Me volteé, miré implorante a mi hermano que hizo un movimiento imperceptible de cabeza. Sentí como me sacaba el tapón que me acababa de poner y sentí inmediatamente como su enorme polla se abría paso entre mis entrañas. Me empalmé de repente y una vaharada de felicidad me inundó, casi no me di cuenta que Andrés se agachaba delante de mí y me hacía una mamada dulce y placentera. Cuando Rubio terminó de preñarme y mi hermano de correrme, Rubio reclamó a Andrés parte del regalo y yo hice lo mismo, comulgamos los tres con mi semen y Rubio se agachó y ordenó con la boca a mi hermano que en el clímax reclamó mi culo para feltching. Una vez más los tres comulgamos con nuestras semillas. Mientras se arreglaba mi hermano la ropa y empezamos la ascensión al otro piso les dije que siguiesen que yo me despediría de 4 y 5. Abrí sus jaulas y me abracé a ellos llorando y besandolos. Les dije que haría lo posible por rescatarlos. Número 4 me dijo que prefería la seguridad de la jaula a la calle porque por mucho que el amo les castigase no era tan cruel. Número 5 sin embargo me rogó que hiciera lo posible. Les acaricié sus sexos y subí. Al llegar oí como Andrés le decía a el Rubio que estaba satisfecho de llevarme de tan buenas maneras y que hasta dónde me conocía, había quedado claro que le quería, "pienso, Isidro, que por cuidar de mi hermano estos años, esperaba encontrarlo peor, te voy a hacer llegar cinco" Rubio cogió a mi hermano por los antebrazos con sus manos, "eres un tío legal Andrés, defiendes lo tuyo como yo lo mío. Gracias" Rubio me subió al primer piso, me duché, me puse un vaquero que me quedaba largo y una camiseta de Hurley, las chanclas me hacían daño en los dedos, "ahora te las quitas en la limusina de tu hermano, he sido muy, muy feliz teniéndote, Alex. Aquel día en el salón de Ramiro y Marisa, que no eras más que un niño y te dirigiste muy resuelto a clavarte mi palo, pensé que acabaríamos en urgencias, pero fuiste más hombre de lo que pensaba e hiciste honor a tu palabra. Me gustaste desde ese momento" Yo le contesté que me gustó de él su falta de soberbia y que me tratase de igual a igual, que creí que me la sacaba por la boca y reímos los dos de la ocurrencia, abrazandonos y sintiendo nuestro calor nos volvimos a besar, "otro polvo, no, Alex. Venga, bajar ya" Andrés se impacientaba.
Sin importarle cómo iba vestido, Rubio salió hasta la cancela exterior a despedirnos. Me pareció verle salir de la nariz algo como una mucosidad trasparente y fluida. Meditando sobre aquello meses después comprendí que estaba reprimiendo el llanto y eso me conmovió, "Isidro, recibirás lo convenido en unos días. Otra cosa, he visto lo que Alex aprecia a los otros chicos, no los trates muy mal" Cuando me despedía de Rubio escuché como se abría la puerta de la limusina y me retumbaron en los oídos mi nombre, "Alex" era la voz de Carmelo no había duda. Salió del coche y vino a mí. Creí que me iba a asfixiar de cómo me abrazaba y de paso lloraba sin poder contenerse, "si ese culito pasa hambre..." y no pudo continuar, porque el llanto no le dejaba. Llegó Andrés, "venga, entrar a la limusina y sentaros juntos, yo me siento enfrente, así os podéis querer como amigos. Como si queréis follar. El plan de vuelo es para dentro de dos horas y no me gustaría retrasarlo. Tengo escala técnica en Tallahassee"

jueves, 2 de septiembre de 2021

TODO QUEDA EN FAMILIA (9)

  Esperaba ansioso a que bajase el Rubio a darme su orina. A 4 y 5 les daba a veces gachas frías hechas de su orina de la noche anterior y harina de pescado. Yo las comí los tres primeros años. Ahora me daba la orina directamente de su cuerpo, se agradecía el líquido caliente por la mañana. Cuando me usaba mucho le añadía un huevo crudo a mis gachas de harina de pescado. Al final estabilice el peso en unos diez kilos menos de con los que entré. Se me notaban las costillas y boca arriba los huesos de las caderas sobresalían, con una ventaja que me excitaba; al perder toda la grasa púbica el pene parecía haber crecido en erección unos dos centímetros y tenía tan buen aspecto que algún amigo del Rubio le pidió permiso para metersela por el culo. Yo era el perro 3 y no tenía derecho a follar humanos - alguna vez para entretener a sus invitados tuve que follarme a perro 4 y 5 - así que eran ellos los que lo hacian todo, me tiraban boca arriba y se sentaban en mi polla y rezaba porque no consiguiese correrme, porque para esas ocasiones el Rubio me castigaba con rudeza y un mázo los huevos hasta alcanzar la eyaculación, que por supuesto debía consumir. En nuestra condición todo lo susceptible de aportar nutrientes era positivo. 
Al fin escuché bajar al Rubio y me sobre excité. Para agradarle me comporté como cualquier perro que se alegra de ver a su amo: jadeando y gimiendo, polla exageradamente tiesa y babeante. Además me gustaba comportarme así, disfrutaba viendo al amo contento. Imaginé su porte con sus zahonas de cuero negro nada más y las botas de montar, dejando al aire su sexo y su culo, además del torso. Cuando bajaba y se quedaba en medio de la habitación mirando las jaulas con una sonrisa pérfida hasta elegir una sabíamos que venía de cagar y no se había limpiado. La primera vez que en estas circunstancias eligió a 4 el pobre vomitó hasta la primera leche, era el más escrupuloso hasta que se acostumbró, y nos tocó a mí y a 5 recoger el vómito con la boca y tragarlo mientras el amo hacia tragar su descomunal polla por el culo a 4 que gritaba, pedía clemencia y perdón y sabía que se exponía a hambre de tres días por hablar; los perros ladran o gimen, pero hablar, solo los humanos. Las gachas de orina y harina de pescado una vez al día pueden parecer asquerosas pero arrastrando hambre de semanas o meses y sintiéndose tan debil, las recibíamos como el maná del desierto. Alguna vez se adivinaba entre aquel engrudo algo de semen, probablemente de alguna fiesta de las que daba el Rubio, pero todo era bien recibido. Después de diez años de perro, cualquier cosa, hasta los castigos, eran bien recibidos.
Pero además de la voz del Rubio escuchaba otra vagamente familiar que era incapaz de identificar.

Al día siguiente, me levanté de la cama y mi madre me dijo que Andrés se había ido, "dijo que le habían llamado con urgencia de su empresa, que era algo muy importante y se tenía que ir" se quedó como pensativa y añadió algo que aunque me descolocó no terminó de extrañarme, " ¡Ah! si, y se ha llevado a Carmelo. Les pidió permiso a sus padres, diciéndoles, eso me dijo a mi, que era un chico con un tremendo potencial para las relaciones públicas y que iba a trabajar muy bien" Que cabronazo mi hermano y la loca de Carmelo, que se coló de él, desde que estuvimos en el parque del río, pensé, pero lo que más me jodió es que no se despidiera, "me dijo que no quería despertarte, que tenías que descansar, que ya te llamaría"
En Nochevieja Marta vino a casa a invitarme a la fiesta y a convencer a mi madre para que me dejase, mi madre no estaba muy convencida después de la experiencia de la semana anterior. Marisa llamó también a mi madre y terminó de derribar su última defensa, me dió permiso.
Era lo que yo suponía. Estábamos los de la fiesta anterior menos Andrés y Carmelo. El ambiente empezó a densificarse como humo de María y aparecieron frasquitos de popper de varias clases. A eso de las dos de la madrugada aparecieron tres parejas más de la edad de Ramiro y Marisa y otra de la de mi hermano. De pronto, toda la sala se quedó en penumbra y Ramiro habló en voz baja amplificada, "la fiesta sigue como cuarto oscuro. En un rincón veréis que se ilumina un foco pequeño exclusivamente para la mesa de bebidas. Disfrutad sin freno" Cuando se apagó la luz estábamos todos vestidos, me agobió que hacer con mi ropa, porque estaba claro que aquello iba a ser un desmadre, así que guiado por el foco de la mesa de bebidas me acerqué y allí al lado me desnudé y dejé la ropa donde al final pudiera localizarla. Desnudo absolutamente me serví un trago largo de tequila para animarme, lo tragué de una vez y a tientas empecé a moverme por la sala. De repente sentí unas manos poderosas en mi cara y una presión urgente en mi culo; lo sabía, era el Rubio, habría conocido ese capullo abusivo entre mil. Alcancé la descomunal polla con mi mano y la apunté a mi ojete incompetente y con un fuerte movimiento de caderas hacia atrás, me ensarté en el Rubio, le oí entonces decir en alto: "ya" , me metió sus brazos bajo mis axilas me pellizcó con mucho brío los pezones como ya sabía que era el único que lo hacía así y me apretó contra su pecho con su polla firmemente ensartada en mi culo, y la luz volvió a prenderse. Al principio no vi nada por el deslumbramiento pero cuando se me acostumbró la vista todos estaban vestidos menos el Rubio que me follaba y yo, todos aplaudieron, "no pueden pasar el uno sin el otro" Ramiro estaba exultante y aplaudía fuerte, "por favor, no pareis, seguir adelante que disfrutemos. El Rubio empezó a hacer movimientos lentos y rítmicos y yo me entregué a él y al espectáculo. Cada vez Rubio iba acelerando más y yo masturbándome y gimiendo más fuerte, hasta que llegó un punto que se salió de mi culo, me dió la vuelta, "por la boca, perro" y lo acompañó con una sonora bofetada que tuvo la virtud, además de sorprenderme gratamente por el morbo que me hizo quejarme de dolor, de hacer que me corriera sin tocarme mientras el me atragantaba con su leche. A continuación, me tomó en sus brazos, me besó compartiendo su lefa y anuncio, "es mi perro, le quiero" todos aplaudieron y dado lo caldeado del ambiente, el sexo pasó a ser el protagonista de la fiesta. Sin prisa todos se fueron desnudando unos a otros transformando aquello en una bacanal. Yo estaba en ese momento lamiendo el ano del Rubio que se encontraba acostado de espaldas en un sillón con las piernas por alto, "mete más la lengua, perro, o te azotaré" que el Rubio me amenazase con azotarme me estremecía de miedo y deseo. Recordaba su paliza sin miramientos, mientras me follaba todo el mundo, de la semana pasada y como conseguía que me corriese al mínimo roce. Así que hundí en su ano la lengua hasta que ya no tenía más lengua para sacar de la boca. Se acercó uno de los invitados de Ramiro y Marisa, escaso de pelo, en la cincuentena, algo de curva de la felicidad y mucho vello en pecho y pubis, lo que podía llamarse un oso. Gastaba un pene de las dimensiones de las de el Rubio. Me acarició el culo, metió la mano por la raja y se admiró de lo abierto que estaba para lo pequeño que era. Sopesó la bolsa y le dió dos golpes suaves, luego acarició la polla de el Rubio y se quedó mirándole sonriente, "¿Es suyo el perro?" El Rubio, suspiró, demostró su satisfacción por ser mi amo y le dijo que si, "¿podría follarla ahora? si a usted no le importa. A mi mujer le gusta el chico y sé que se volverá loca de saborear mi leche saliendo del chaval" Rubio le dijo que por supuesto y dio palmas para que todos atendiese, "este caballero me ha pedido permiso para follarse a mi perro. Naturalmente como cortesía a los dueños de la casa le he dicho que si. Si alguien más va a querer hacerlo que se ponga a la cola" desde el otro lado de la sala, la pareja de la edad de mi hermano levantó la voz, "¿El chico folla hembras? A mi novia le encantaría que la follase mientras le doy mi leche por la boca" el Rubio asintió con la cabeza, "mi perro estará tan encantado de follarse a su novia como de beberse la leche que usted le de. Nos hicieron corro y todos los que quisieron me follaron, cuando la mujer del primero, recogió de mi culo con la boca el polvo del marido y lo compartió con él en un beso hubo muchos que quisieron su parte. Se abrió la veda y cada vez que se corría uno se peleaban por mi ano, lo que a mí me daba un placer añadido. A eso de las seis de la mañana, ya todos agotados de fiesta y de noche, yo estaba sentado sobre el Rubio con su polla medio dura insertada en mi culo, abrazados y besándonos muy despacio, yo estaba en la gloria. Me tocaba el vacío izquierdo del abdomen y notaba el bulto de el Rubio dentro de mi tubo digestivo y eso me hacía gozar aún más. En un momento dado el Rubio se retiró de mi cara unos centímetros y con una voz que ya nunca le volví a oír, susurrada, acariciante, dulcísima y ronca habló, "te he presentado como mi perro y no has protestado. ¿Tu quieres de verdad ser mi perro número 3?" Me estremecí visiblemente en sus brazos y me estrechó contra su pecho, "mi perrito más maricón y sucio de todos" al escucharlo decir eso con tanto cariño empecé a llorar de emoción. "Pero tenemos un problema, eres menor de edad, tus padres se van a negar. En dos años, el día de tu cumpleaños número 18 me presentaré en tu casa y tú me presentarás como tu dueño. Si llegado ese día has cambiado de idea, no te reprocharé. Aún más, entre hoy y ese día no volveremos a vernos, para que elijas con toda libertad" seguí llorando en su hombro y besándole el cuello mientras le decía que no iba a poder aguantar sin que me follase dos años, "aguantarás porque desde hoy y entre nosotros has aceptado ser mi perro 3 y así será hasta que en presencia de tus padres se haga público al ponerte el collar de perro y te lleve de allí con tu correa" seguí llorando pero le dije que obedecería. Me dio un beso muy húmedo en la boca y sentí como resucitaba su cuerpo dentro del mío. Empezó con los movimientos lentos y sedosos lo que consiguió que yo alcanzase mi erección explosiva, en unos momentos aceleró la cadencia de bombeo y inició un gemido largo y sostenido que finalmente terminó en un SI gritado de emoción y en ese momento eyacule yo con la sensación más intensa de pertenencia a aquel hombre. No se salió de mi. Permanecimos mucho tiempo unidos hasta que Ramiro vino ha decirnos que deberíamos vestirnos para salir. Eran las siete de la mañana del uno de enero.

Al principio mi cerebro se negó a reconocerlo al entrar en la perrera, pero aunque con más pelo y más delgado lo era. Mi hermano Andrés acababa de llegar con el Rubio