sábado, 19 de mayo de 2018

BUDDIES -4-


Sinceramente, no se porqué acepte ir de acampada con Isaac y Jero. Jero era alumno de un curso por encima del nuestro, o sea de cuarto y no se veía mal chaval; su novia era la que parecía mas rara, era gotica, como si eso se llevase aún, pero era algo más que un look; en su mirada había algo intrigante. Se hacía llamar Cruela (Loli era en realidad) y a mí siempre me sostenía la mirada de una forma que me producía escalofríos. Muchas veces, cuando acompañaba su afilado cuchillo de pupila de un imperceptible lamido de labios con su lengua escarlata brillante, la verdad es que al escalofrío le acompañaba una erección explosiva y una taquipnea de origen ansioso.
Cuando Jero dijo que Cruela no podía venir de acampada que tenía otras obligaciones, casi que lo agradecí, aunque me quedó una inquietud que me hacía pensar en que obligaciones podía tener un finde una estudiante de traducción; podía tener que estudiar, pero no había exámenes en lontananza. Me escamó. Por otra parte Sandra, alegó compromisos familiares y no me pareció mal. Yo salía por aquel entonces con una chica muy sensual que cantaba como los ángeles y estaba matriculada en medicina. Matriculada, lo que no significaba que estudiase. Cantaba ese finde en un pub y lógicamente Lucía, que se llamaba la chica, se excusó.

Sandra miraba a Isaac absolutamente descolocada por la actitud de Isabel y Fernando. Isabel con cara malevola se dirigió a ella y le incitó a que pusiese duro a Isaac: "nunca le he visto la polla a tu novio", Sandra se puso morada de indignación, se levantó de un salto y tiró de su novio, "¡vaya mierda de degenerados, vamonos!", Isabel, sin perder la compostura remachó el clavo, "chica, es que Juan sepa a que sabe la polla de tu novio y yo ni siquiera sepa que tamañito tiene, no me parece bien" Sandra soltó como si estuviese candente la mano de Isaac, se encaró con él, le fulminó con la mirada y casi sin poder articular palabra le preguntó: "dime que no es cierto". Isaac le mantuvo la incendiaria mirada unos interminables segundos, después sin el menor atisbo de vacilación le contestó con un "es cierto, Sandra, tan cierto como que tu hermana mayor desde que eras pequeña te acaricia con demasiado interés determinadas partes de tu cuerpo, incluso con su lengua, ¿o me equivoco mucho?" Sandra dio signos de perder pie e Isaac la auxilió hasta sentarla en la silla de la que tan airadamente se habia levantado. Isabel gozando de la mano de su hermano lanzó una risotada mientras se ponía sarcastica "mira la mosquita muerta".

El padre de Jero era un reputado arquitecto con edificios firmados en medio mundo. Tenía además de fama, dinero y lo que ello conlleva. Quisimos ir a a acampar a un lugar idilico en un prado cerca de un rio cristalino de la sierra pero al que se accedia por parajes abruptos. A tal efecto Jero se trajo el Hummer de su padre, se metía por donde hiciese falta y le sobraba capacidad para los equipos.
Llegamos a eso de mediodia y montamos la tienda, luego Isaac propuso bañarnos en un recodo del río donde el agua se remansaba y formaba una piscina natural. Nos desnudamos los tres, sin bañador y ahí es donde me fijé en las señales que Jero tenía en las nalgas, como de azotes o correazos; eran bien evidentes y de diferentes tiempos. Cuando le pregunté por las señales de evidente castigo se volvió y no pude evitar exclamar un: "joder, que es eso". Jero se llevó la mano a su sexo, se lo tocó y preguntó: "¿esto?".
No se porqué pero al ver el adminiculo que ocultaba su pene hizo despertar al mío. Al ver como se mostraban orgullosos mis dieciocho centímetros no pude mas que sonrojarme. Isaac me dió un manotazo, y me dolió, al tiempo que soltaba una carcajada, "te ha gustado esa parafilia, ¿eh, mariconazo?" No le hice caso y me dirigí a Jero preguntandole con la mirada y mi actitud, al tiempo que me ocultaba el sexo "¿tienen que ver las cicatrices con esa cosa..., que es eso, joder, Jero?"
Me explicó  (allí, en medio de la naturaleza, en pelotas y con Isaac de espectador) que él era esclavo de Cruela y como tal debía portar castidad, "ella me dice que es el ama de mi polla, que el culo es mío" para evitar tanto malas ideas propias como ajenas. "Si me empalmo, como ahora me está pasando, esta jaula lo impide y el candado que lleva me impide liberarlo. La llave es de Cruela". Cuando le pregunté por las cicatrices, noté que por el artefacto del pene comenzaba a destilar liquido de excitación. Isaac le tocó la punta recogio un poco de esmegma y lo hizo deslizar entre sus dedos al tiempo que se reía " estas cachondo perdido. En cuanto se empieza a hablar de nalgas y azotes" luego me acercó sus dedos con el moco del pene a los labios, me retiré rapidamente y le mandé a la mierda. Arrancó del borde del rio una rama tierna y fexible y me la ofreció. "Anda, azotalé, se corre, con aparatito y todo" yo rehusé y entonces fue él, el que le atizó un latigazo en la parte baja de las nalgas y la raiz de los muslos; inexplicablemente para mi Jero expuso aún mas su trasero acercandose a Isaac al tiempo que gritaba: "más fuerte cabrón, dame mas fuerte" Isaac le zurró con mas ganas aún y Jero lanzó un gemido de placer. No se porqué pero volví a empalmarme. Jero le instó a Isaac a hacerlo con mas saña "Cruela si sabe hacerlo, me tiene que dar temblores de dolor, mas fuerte" Isaac me ofreció la vara "azotale tu, Juan, te va a estallar el nabo, te gusta, reconoceló"
Si, era cierto, me ponía aquello, no lo entendía, pero me ponía. Sujeté con firmeza la vara y agarrandole por el brazo comencé a azotarle con fiereza. Con los movimientos del cuerpo y escuchando los gemidos y las suplicas de castigo de Jero sentí que sin tocarme se me acercaba el orgasmo y a cada vergajazo el placer se me disparaba. En el momento que escuché el alarido de Jero anunciando que se corria, lancé yo mi primer chorreón de semen. Isaac lo observaba divertido y regocijado gritaba que hacia tiempo que no se lo pasaba tan bien en un peep show.

Sandra comenzó  a sollozar, empezó a intentar una disculpa del tipo, yo no quería, yo no sabía, hasta que Isaac le recordó que su hermana solo tiene un año y medio más que ella y que la aventurilla comenzó cuando ella tenía casi trece y su hermana Ana le faltaba poco para quince. "Fue cosa de las dos Sandra, que no pasa nada porque tu hermana te enseñe el dificil e intricado camino al goce sin complejos. De hecho aún hoy seguis haciendoos unos sesenta y nueve de escandalo; Sandra, déjalo ya. Mira Isabel y Fernando, no hay problema, y Juan tampoco tiene problema. Los hermanos se quieren y se lo demuestran". Cuando la chica sorprendidisima interrogó con la mirada a su novio Isaac le contó con la mayor naturalidad que Ana se lo dijo cuando medio formalizaron su relación, "te quiere tanto, Sandra, que me avisó de que no te fuera a hacer daño porque me tendría a ella enfrente, y me lo contó todo. A mi no me importa, yo tengo mis más y mis menos con Juan, ¿verdad Juanito? Isabel lo sabe, ¿y que? son cosas entre amigos, nos pajeamos o nos follamos, como nos vamos de copas, da igual; él quiere a Isabel y yo te quiero a ti"
Isabel, entonces, sin inmutarse se quitó el pantalón del pijama, las bragas y sacó el pene enhiesto de su hermano, se sentó de espaldas a él  ensartandose con su miembro luego se echó hacia atrás abrió bien las piernas y con sus dedos indices indicó a Juan que la penetrase por delante. Ante el espectaculo, Isaac cogió de la mano a Sandra y le dijo: "tu un pezón y yo el otro, a mordisquearlo bien" Juan cuando tuvo a su alcance a Isaac le agarró los pezones y comenzó a pellizcarselos con fuerza. Isaac comenzó a gemir de placer y Sandra al verlo se giró y puso su sexo al alcance de la boca de Fernando. En ese momento Fernando comenzó a correrse e Isaac ante el estimulo de los pezones se sacudió el pene y se corrió sobre Isabel, en el momento que ella y Sandra por obra de la lengua de Fernando se corrian al unisono. Juan fue el ultimo, se salió de Isabel, porque no tenía condón y al empezar a eyacular Isaac se lanzo a recibir el semen en su cara y labios, luego se fundió en un beso con Sandra. Esta, ya acabado todo, le preguntó a su novio: "no sabía nada de ese secreto tuyo de los pezones"

Aun goteaba semen el pene encapsulado de Jero cuando le pregunté desde cuando llevaba ese artilugio y le excitaba una buena tunda. Contestó que más o menos el tiempo que Isaac descubrió el poderío de un pezón torturado con sabiduría. Me quedé mirando sorprendido a Isaac y él ladeó la cabeza diciendome que no todo se cuenta siempre, sobre todo las debilidades. Cuando Jero se me acercó para enseñarme su aparato de castidad me fijé bien y un gran anillo le perforaba el capullo. Le pregunté. "Otro signo de esclavitud. Me excita ser el esclavo de Cruela. Me excita que me use para follarse. En el momento que empieza a azotarme y me quita la castidad, me vuelvo loco, me inserta un plug enorme y se me calza en la polla hasta que se corre. Yo me corro también y luego me da su coño para que se lo coma. Es el paraiso" Me acerqué a Isaac y le cogí una buena presa en el pezón izquierdo, le retorcí, sabía que le estaba haciendo daño, "te jode o te pone" me dijo que por favor siguiese y observe como su glande comenzaba a babear, "¿te gusta?" le volví a preguntar, me contestó que le enloquecía y que le castigase el otro pezón a la vez que se corría. Fue comenzar a retorcer los dos pezones a la vez y comenzó a eyacular semen que me cayó encima a mí. Cuando acabó, nos bañamos los tres para quitarnos las corridas de encima.
Cuando salimos y nos secamos dije: "vaya, parece que vamos a tener que sincerarnos de una puta vez"

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