sábado, 11 de julio de 2020

ROLDAN - 7 -


- Y esto, ¿como ha sido? Don José - preguntó escamado el médico. 
- Parece que cayó en mala postura, de culo, sobre una jara vieja, de ahí ese desgarro en lugar tan poco común.
- En fin, como haya sido, usted mismo, Don José puede hacer las curas con iodo y cambios frecuentes de ropa interior. Es una zona sucia y mantener la limpieza es fundamental.

- Don José, su hijo es un degenerado y un demonio - Arsenio estaba muy nervioso - nada más llegar para su catequesis se perdió y le encontró el sacristán dentro de un confesionario intentandose meter por el ano un velón de los que se usan para iluminar el santísimo. Cuando Don Roque se lo sacó ya tenía el culo estallado y sangraba.
Roldán presente en las explicaciones no abrió la boca, se mantuvo distante y frío. Su padre tampoco pidió más explicaciones, sabía que no era cierto, cuando miró a su hijo recién llegado no había restos de cera y si de semen caballar; por su profesión sabía distinguir los espermas.
- Cuéntame Roldán, que ha pasado de verdad - pidió su padre cuando Don Arsenio, huyó, más que marchar.
- Me folló un caballito pequeño con una verga grande. Entre Don Roque y Don Arsenio me ataron con las piernas muy abiertas. Primero se la chupe y luego me la metió. Me gustó aunque doliera. Cuando la sacó me salía sangre, pero no me importó.
Don Arsenio es un mentiroso. 
Quiero tener un perro de amigo. Me quitaste a Sandalio, ahora quiero un perro grande, un mastín. ¿Me puedo ir ya?

Las siguientes semanas hasta que un día le llevaron a la Ermita y comulgó transcurrieron, entre juegos, caza de lagartijas para cortarles el rabo y ver como seguía moviéndose, cazando ranas por las charcas que dejaba el río en torno a altísimos juncales y masturbandose mientras imaginaba que era Celestino follandosele un perro grande. Cuando llegó Setiembre había crecido una cuarta y se veía ya muy mayor.  En todo ese tiempo su padre no le llamó a su despacho más que un par de veces y siempre para utilizar su boca, lo cual a él le excitaba y hacía recordar con nostalgia la verga del caballito. 
Un día que ya refrescaba su padre le llamó al despacho y cuando ya se preparaba para saborear el semen paterno, se encontró con un cachorro canela de gran cabeza y garras enormes. 
- Aquí tienes tu mastín. Tiene tres semanas y fíjate que grande es. ¿Cómo le vas a llamar?
- Amo - ni lo dudó, y en ese momento se vio ya penetrado por el animal y su pene se endureció.
Echó rodilla a tierra y se abrazó al cuello del animal que le lamío la cara a conciencia.
- Es tu perro. Tu te ocuparás de su comida y cuidado y vigilaras que no ensucie la casa, si la ensuciase, tu la limpiarás.
Desde ese momento Amo fue ya como las uñas de sus dedos, inseparable. Le educó lo mejor que pudo y sobre todo desde el primer dia le dejo claro que era su compañero sexual. Cuando Amo orinaba, Roldán ponía sus manos para mojarselas y luego las pasaba por su cara. Siempre que podía estimulaba sus genitales, y con seis meses que el perro era ya un ejemplar de mas de cincuenta kilos no pasaba noche que no le hiciese una felación al perro. Amo vivia, comía y dormía con Roldán. Cuando cumplió ocho años, Amo y Roldán salieron al campo de paseo. A media legua de la casa habia una finca abandonada pero aún robusta. Allá encaminaron sus pasos. Al llegar, Roldán se desnudó y comenzó a estimular a Amo como lo hacia cada día, desde que se lo llevaron. Tumbó de lado al animal y se colocó de forma que mientras  chupaba el pene a Amo amo lamía el suyo. Cuando notó que el perro estaba ya muy excitado le puso su ano al alcance de su verga y se fue acercando para que fuese entrando en su ano que desde que se lo desgarró el pony estaba muy permeable. Cuando Amo supo de que se trataba se puso en pie y Roldán se coloco de rodillas debajo. El animal encontró el acomodo a su deseo y hundió su puñal de carne y hueso en el cuerpo de Roldán que sintió el aguijonazo de un miembro enorme. El perro de pronto emitió un gemido y Roldán sintió que se llenaba por dentro. Hacia intento de retirarse pero no lo conseguia. Roldán se echó mano al culo y comprobó que la verga del perro estaba dentro de él pero no podía salir. Sintió en ese momento excitacion de verse asi poseido por su perro y empezó una masturbación lenta y muy placentera. Cuando Amo emitió una especie de grito de dolor y dejo de sentir la presion interna y resbalarle por las piernas el semen del perro, él alcanzó el orgasmo y con el orgasmo su primera eyaculación lo que convirtió el placer en algo aún mayor. Se volvió entonces y con delicadeza lamío la punta del pene de su perro. Amo le lamío la cara a él.

Comenzó el colegio y su rutina. El primer día que dejó a Amo en la casa los lamentos y lloros por la separación eran de tal calibre que Don José tuvo que abrir la cancela y soltar al mastín que como alma que lleva el diablo se plantó a la vera de Roldán en cuatro zancadas. Al llegar a su altura le dio un cabezazo que hizo trastabillar al crío y ronroneo como un cachorro. Al llegar a la puerta del colegio, Roldán ordenó al perro tumbarse y allí quedó hasta que el maestro les dejó francos para ir a su casa. Amo acompañó al muchacho como a la ida, a su lado, rozandole de vez en cuando con su cabeza en gesto de cariño. Y así fue durante todo el curso. Notó Roldán que su padre ya no le llamaba al despacho y respiró tranquilo, prefería el sexo con Amo.
En el colegio hizo migas con un muchacho un año mayor, hijo del mayoral del alcalde. Iba al colegio por esa razón y como la mayoría de los alumnos eran de posibles el chico se encontraba un poco acobardado. Roldán entraba en la categoría de huraño, muy serio y distante con todos hasta que Marcial se le acercó en el recreo, miéntras los compañeros corrían, se peleaban, jugaban a pídola o a dar patadas a una pelota. 
- Hola, me llamo Marcial
- Ya lo sé - contestó Roldán.
- El perro ese grande que siempre está en la puerta es tuyo.
- Se llama Amo y es mi hermano.
- Parece tranquilo.
- No te fíes. Si a alguien me levanta la mano, se lo come.
- ¿Cuando salgamos del colegio, le puedo acariciar?
- Si es conmigo, si. A la salida te espero. Ahora me tengo que ir.
Marcial se quedó mirando a Roldán mientras se alejaba y se prometió que se haría amigo suyo. Era tan hermético, tan intrigante que le producía escalofríos pensar que podría ocultar tras aquella inexpresion, adorable, por otra parte. 
A la salida del colegio Marcial que se había adelantado, estaba en cuclillas al lado de Amo. En cuanto Roldán salió a la calle el perrazo de un agil salto se puso en pie y lamío la mano de su amo. Roldán le acarició la cabezota y arrodillandose delante de él le informó.
- Mira Amo, este muchacho se llama Marcial y es amigo mío.
Inmediatamente el perro se volvió y metió su hocico en la cruz de los pantalones de Marcial. Estuvo ahi un rato hasta que Roldán le tuvo que decir que se levantase.
- Quiere olerte el culo. Sabe si una persona es recomendable segun le huela el culo y los huevos.
Después de olerle levantó la cabeza y le lamío la cara.
- Ya es amigo tuyo.
Amo a continuación se fue con la cabeza gacha al lado de Roldán y no habia forma de moverlo. Cuando su amo le empezo a acariciar los hijares la verga roja del perro empezó a aparecer goteante por entre el pelo de su funda.
- ¡Está cachondo! - dijo alarmado Marcial - verás como vea una perra
- Yo soy su perra, Marcial, y si quieres ser amigo mío tienes que saberlo.
- Pero..., Roldán, ¿cómo que eres su perra?
- Si quieres entenderlo y ser amigo de verdad y nos quieres acompañar, siguenos. Hay una aceña abandonada a poco de aquí. Alli lo entenderás todo.
Por el camino, Amo no paraba de dar cabezazos suaves en el culo de Roldán y alguna vez en el de Marcial.
- Le gustas Marcial, le gustaría montarte, mira como se le ha puesto la polla - al tiempo que se agachaba y le acariciaba su verga.
- ¿Tu le tocas eso? - puso cara de asco Marcial
- ¿Y porqué no? y se lo chupo que le gusta igual que él me lo chupa a mi.
- Pero eso ¿no es malo?
- ¿Malo dar gusto a un amigo? Si tu eres mi amigo te lo haré a ti también y tu a mi. Mira ya llegamos.
- ¿No te importa que entre? le dijo cohibido Marcial.
- Quiero que entres y veas todo lo que Amo y yo nos queremos. Dentro tienes que desnudarte. Yo me voy a desnudar y Amo ya lo está. Si te da vergüenza enseñar tu cuerpo entero, entonces, vete, así, no te quiero de amigo.
- Si,si, no hace frío y además me gusta estar en pelotas.
En cuanto entraron en el edificio medio derruido, los dos chicos se desnudaron y enseguida Amo se mostró nervioso hasta que consiguió que los dos muchachos se juntaran empezando a lamerles los genitales. Román ya estaba muy duro cuando se desnudó, a Marcial le costó algo más pero en cuanto el perro le dedicó sus atenciones desarrollo un pene que parecía mas bien de un adulto, tenía unas pelotas grandes y adornadas ya de pelo. A Roldán no se le pasó por alto y quiso comprobar su dureza. Marcial hizo intención de retirarse pero el gruñido de Amo le hizo detenerse. Roldán acarició el pene de Marcial y sus bolsas a la par que Amo le lamía lo suyo.
- ¿Puedo chupartelo?
Amo, como si supiese lo que el chico quería se detuvo en su lamer y se quedó mirando fijamente a Marcial.
- Claro, claro, si tu quieres...
Roldán tenía  ya mucha experiencia en chupar y Marcial toco el cielo con la lengua y la boca de su nuevo amigo. Le cogió la cabeza y le dijo que no parase. En ese momento Amo gimió, Roldan dejó de mamar y se agachó para hacer la felación al perro colocandose debajo. Mientras el perro tomó el relevo de Roldán y siguió lamiendo a Marcial. Hasta que el perro, gimiendo se retiró de la boca de Roldán y dejó de lamer al otro chico.
- Me quiere follar ya, Marcial.
- ¿Que te va a follar. Y el nudo?
- El disfruta y no intenta retirarse y yo disfruto sintiendome follado. Estamos asi unos minutos en los que yo me corro, ya con leche. ¿Tu te corres con leche?
- Si, soy muy lechero. Me sale mucha
- Me la quieres dar mientras me folla Amo.
- Claro, si a ti te gusta. Luego la escupes, ¿no?
- ¡No! Me la trago, me gusta
- ¿Tu ya te has tragado mas leche? - preguntó sorprendidisimo Marcial
- Bastante, si. Ya te iré diciendo de quien cuando nos vayamos conociendo.
Roldán se puso a cuatro patas y Amo como siempre le clavó su verga. Marcial fue a verlo, porque no se lo podía creer.
- Chupale los huevos - le dijo Roldán - se correrá antes.
- Pero...
- Marcial, hazlo, luego yo te lo hago a ti.
Marcial empezó acariciando los huevos al perro. El contacto suave, el calor que desprendian y la excitación de la anterior felación hizo el resto. Cerró los ojos y comenzó a lamer y lamer y cuando quiso darse cuenta los tenía en la boca y estaba a punto de correrse de gusto. Y en ese momento el perro gimió y Roldán avisó que ya tenía el nudo.
- Vente ahora por aquí y dame tu leche, Marcial.
Marcial se plantó delante de Roldán se la metió en la boca y casi sin solución de continuidad se corrió.  Mientras tragaba semen, Roldán comenzó su masturbación que dado el nuevo estimulo no tardó en llegar. A los pocos segundos Amo dio un gemido largo y el ano de Roldán rezumaba el semen del perro. Al poco la verga de Amo se desinfló y se salió. Roldán daba los ultimos estertores y se desfallecía. Marcial se agachó para auxiliar a su nuevo amigo, le levantó la cabeza con sus manos y lo cobijó en en regazo. Cuando Roldán abrió los ojos Marcial se encontraba muy cerca de su amigo. Muy despacio, a camara lenta Marcial acercó sus labios a los de Roldan besandose durante unos segundos. 
Como si de pronto hubiese despertado de un letargo hipnotico Marcial se retiró sorprendido con cara de horror por lo que acababa de hacer.
- Has hecho lo que tu corazón te ha pedido, Marcial. Ahora, somos amigos. Venga, vamos vestirnos y a correr, que nos van a echar en falta.
En cuatro carreras, seguidos por un alegre Amo llegaron al pueblo.
- Hasta mañana Marcial - se despidió Roldán.
- ¿Vamos a volver mañana, Roldan? - y en su palabra se leía cierta vacilación.
- Naturalmente. Amo siempre está dispuesto. Y si quieres él podría...
- Bueno, eso, no se...
- En cuanto lo pruebes, no querrás otra cosa. 

martes, 7 de julio de 2020

ROLDAN - 6 -


- Aligera muchacho, que he venido a matacaballo para poder estar a la cena en casa. Espero que hayas tenido tiempo de despedirte de todos. Estoy enterado por Don Bernardo de tus andanzas por ambos seminarios. Ya me ha dicho que un poco más mayor te llevaremos a las celebraciones del canónigo presidente de la catedral. Pero antes tengo yo que comprobar hasta que punto has crecido en sabiduría y obediencia.
- Si, padre. Yo ya estoy dispuesto.
- Espero que a todo. Esta noche cenarémos y la pasaremos en la rectoría de la Ermita. Mañana ya te llevaré a tu casa.
Roldán no podía quitarse de la cabeza la noche pasada con Arturo. La delicadeza en el asalto a su cuerpo, el roce de seda de los labios de Arturo en su cuello que le hacían sentir lo que nunca habría adivinado que sentía. Y la lentitud en la posesión como si su culo tuviera ojos y manos para apreciar la belleza, la perfección de su polla coronada por un capullo de ala de ángel y su dureza elástica que le hacía sentir que estaba a merced de la voluntad del que le penetraba. El deseo de que ese palo precioso de carne ardiente llegase más y más profundo para poder sentirse más y más sirviente de su señor. Cuando finalmente Arturo fecundó el cuerpo de Roldán al tiempo que él se desvanecía de placer. Con la verga aún dentro de su cuerpo y Roldán recuperado del orgasmo le susurró a su amigo:
- Quiero limpiarte tu carne, Arturo. Dámelo.
Arturo se salió del cuerpo de Roldán al tiempo que el chico se retorcía como una anguila para alcanzar el pene ya algo flaccido de Arturo. Primero se impregnó del olor del semen entreverado del de su cuerpo para a continuación con veneración casi religiosa abarcarlo con su boca y lamerla entera retirando los restos de semen y las pocas heces que había sacado. Con la verga en la boca empezó a notar que volvía a tomar consistencia y eso le animó a continuar muy suavemente. Arturo le tomó la cara entre sus manos al tiempo que animaba a no dejar de hacerlo. Arturo sintió que volvía a correrse y se lo aviso al chico que en lugar de retirarse hundió aún más profundamente el pene de Arturo en su garganta, cohibiendo como podía las nauseas hasta sentir que un líquido caliente y dulzón proyectado del pene le inundaba la boca. Tragó y tragó hasta que Arturo se salió de su boca y le buscó con la suya. El beso con el que compartieron el semen sería ya un recuerdo indeleble en la memoria de Roldán cuando en trance de profunda tristeza no le quedaba razón alguna para vivir.
- Arturo, ¿porqué a mí no me sale de eso, como a ti y los otros?
- A mi me empezó a salir hace unos meses. Me asusté, y al confesarme con el padre Bernardo y decírselo me hizo ir donde los teólogos y allí varios de ellos me lo dieron a probar. Cuando te sale, ya eres mayor y ya puedes dejar embarazada a una mujer. Ten cuidado cuando te salga y si estás con una mujer házselo por el culo, como si fuera un hombre. Porque el coño es solo para tener niños.

- Estás muy pensativo, muchacho, ¿ya echas de menos ese sitio? 
- No, no echo de menos cosas, echo de menos personas. A Sandalio, que era mi hermano y me lo quitaron por nada. Echo de menos a Arturo. He estado en ese sitio un par de dias y me han convertido el culo en un coño de mujer. Me han dado por el culo muchas veces y no  voy a decir que no me ha gustado, pero solo Arturo lo ha hecho con tanto cariño. Me he sentido querido y he sentido que no era esa mierda a los que todos desprecian y solo quieren para follar. Ahora, ya se que al llegar al pueblo, usted va a volver a follarme y no se cuantos más. No me va a importar. Siempre tendré en mi cabeza a Sandalio y a Arturo y  cuando sea mayor los recuperaré. Estar estos dos dias, muerto de miedo allí me ha servido para no creer a nadie. Ni estoy muy convencido de que no me vaya a follar mi padre cuando me vea, porque ahora se que cuando me dijo que me metiese su rabo en la boca a él le gustó, y a mi también. ¿y sabe una cosa Padre Arsenio? voy a intentar por todos los medios que me folle o que me lo haga por la boca. Yo se que lo voy a disfrutar. 
A quien voy a dejar en paz va a ser a Gasparillo, como le dice mi madre, es muy chico y ya tendrá ocasión de que alguien le folle. Quizá con mas edad, y cuando tengamos novia para casarnos, nos aliviaremos como lo hacen los hermanos, no se.
- Bueno, bueno, el hombrecito. Cuanto has madurado en pocas horas. Eso está bien. Nos queda aún trecho por este aburrido camino y yo que soy debil de carne me he excitado con tu perorata - y al tiempo que lo decía se desabrochaba la sotana y dejaba al aire su bastón duro como el pedernal - anda, se buen pecador arrepentido y dejate caer en mi regazo y aliviame de mi apuro. Sigue hasta el final, no se vaya a manchar la sotana que es nueva.
- No se apure, cura. Ya he probado esa especie de leche que sale después de los temblores, y me gusta, me la trago con deseo y mi aparato también se pone duro, luego yo me lo froto y encuentro mucho alivio también. Ojalá le hubiese salido a Sandalio eso para poder beberselo, que a Arturo ya lo hice con gusto. Pero, ¿apesar de que le saque la leche, me va a follar al llegar a la Ermita? Me he aficionado a ser para cualquiera como una mujer por el culo.
- ¿Tu vas a querer que yo te folle al llegar, eh, pequeño?
- Si, y si hay más,  pues más - en el tono de Roldán había rabia y desafio.
Llegaron a la Ermita, de noche. 
A Roldán le estuvieron follando entre el sacristan y Don Arsenio toda la noche.
A la mañana siguiente Don Arsenio se presentó en casa de Don José con el niño.
- Lo traje ayer a ultima hora, que me llamaron del seminario. Después de ser examinado en profundidad el padre Bernardino ha concluido que la inocencia de Roldán es digna de elogio y que está preparadisimo para tomar su comunión. Nada hay que temer. De ahora en adelante vendrá a diario a la Ermita como monaguillo para que vaya preparandose. Bueno, Don José, yo ya me tengo que ir.
Cuando el padre Arsenio se alejó. Don José habló con su hijo.
- Bien, cuentame, Roldán, cuentame.
Roldan dejo escapar toda la presión que habia acumulado en esos dos dias, llorando mansamente abrazado a las piernas de su padre. Lloraba sin poder articular palabra pero con su cara apretada contra la bragueta de Don José, notó como algo se movía. El padre abrazó la cabeza del niño y la estrechó contra su entrepierna. Roldán no pudo evitar oler a excitación y sentir la dureza tan caracteristica contra su mejilla. El mismo, sintió que su verga crecía.
- Vamos a mi gabinete, alli me lo contarás todo - y levantando la voz para que le escuchase todo el mundo - que nadie nos moleste en el despacho.
Al entrar en el despacho, Don José se dejó caer en una silla recordando la charla que tuvo con Don Arsenio " la concupiscencia aborda al buen cristiano de multiples formas y los renglones torcidos de dios nos son inexcrutables. Quizá dios permite esto para que tu hijo, que es responsabilidad tuya no se pierda definitivamente en otras manos y es mejor que tú te sacrifiques pecando de esa manera a que tu hijo se descarríe sin remedio. Si el chico te tienta encomiendate a todos los santos e intenta sujetarle y que el daño sea controlado, y si a consecuencia de ello tienes que experimentar algun tipo de placer, se lo encomiendas a la santisima virgen y procura disfrutar lo menos posible"
Roldán se echó una vez mas sobre el regazo de su padre en el que la erección era ya ingobernable. Roldán abrió la boca y a traves del paño del pantalón sentía el pene de su padre dentro. Como en un acto reflejo empezó a desabrochar la bragueta de su padre hasta que el pene orgulloso salto fuera goteando secreción por la punta. El niño, como ya había aprendido a hacer lamío ese goteo y luego hizo que el capullo golpease su garganta. La nausea le obligaba a retirarse una y otra vez. Sin dejar de chupar verga, Roldan se quitó los pantalones y la ropa interior y con agilidad felina cabalgó la polla de su padre que dada la experiencia de los dias precedentes no tuvo ninguna dificultad en entrar. Ya bien sodomizado Roldán empezó la danza del orgasmo, moviendose con un compas de caderas que hizo que su padre alcanzase el orgasmo enseguida. Sin haberla sacado del culo del hijo Roldán con una frialdad que a su padre dejó consternado le habló.
- Esto, esto es lo que he estado haciendo desde que me dejaste en casa del guarro de Arsenio hasta esta mañana que me ha traído despues de estarme follando él y el sacristan, toda la noche. Y en el seminario, lo mismo, y mas cosas que ni te atreverías a imaginar. Ahora, padre, si no te importa tengo sueño, quiero mi cama..., y quiero a Sandalio.
- Roldán. Espera. Sandalio ya no está aqui. Busqué a su madre trabajo en una buena casa de un Magistrado, en la capital. Sandalio marchó con su madre. Sin saberlo has estado en la misma ciudad que él.
- Me has quitado a mi hermano, y te odiaré por eso. Podrás follarme, pero te odiaré.
- Tu hermano es Gaspar, y Fidel, en pocas semanas, que yo cumplo mis obligaciones y preño a tu madre.
- Tengo sueño, padre.
Roldán salió del gabinete de su padre y mientras se dirigía a su alcoba se metió la mano por el pantalón buscando con sus dedos el ano. Lo palpó y se congratuló de que estuviera abierto. Apretaba para cerrarlo y relajaba, se metía un par de dedos, los sacaba y se los olía. Le olian los dedos a la polla de su padre, volvió a meterse, esta vez tres dedos, los sacó y se los llevó a la boca, donde chupó y chupó saboreando el sabor entremezclado de semen paterno, heces y el propio olor a su propio ano. Sintió que su pene resucitaba.
Llegó a su alcoba, se desnudó por completo y se encamó. Volvio a explorarse y siguió metiendose los dedos. Ahora el semen derramado del padre fluia ya hacia fuera. A dos manos recogia el flujo de heces y semen y lo consumía con devoción al tiempo que su pene reclamaba atención. Cuando termino de consumir lo que su cuerpo le ofrecia se acaricio su capullo hasta que sobrevino el estremecimiento pero no  le aconteció el desmayo, solo gozó en un interminable orgasmo. Después de esa experiencia se quedo profundamente dormido, en un sueño en el que Sandalio le llamaba.
Le despertó una doncella que no conocía que le urgió a bajar a comer con la familia
Cuando se vistió y bajo al comedor, la familia ya habia empezado a comer.
- Tú, maleducado - dijo muy severo su padre - a comer a la cocina, con el servicio, así aprenderás que esta casa tiene sus leyes, y tú, precisamente tu, ya eres mayor para entenderlo, ya que entiendes tanto de la vida, al parecer.
En la cocina, la cocinera le puso un plato de comida.
- Esta, es Isabel, la nueva costurera, que hasta que venga una doncella nueva  hará sus labores. Y tú, ¿que tal en el Seminario?
- Interesante. No creo que vuelva.
- Está aquí el sacristan del padre Arsenio - Prado, la madre de Roldán avisaba - que viene a llevarte para la catequesis. Acaba de comer y no le hagas esperar.
- No tengo mas ganas de comer. Ya voy.
El camino desde su casa a la Ermita fue lento. Roldán dejó bien claro que sabía de que iba aquello.
- ¿Te hago una mamada mientras llegamos o esperas y me follas?
- Bueno, chico, te precipitas un poco. Ahora no me parece bien...
- Bien. Esperaré a la polla de Arsenio
Ya no volvió a abrir la boca hasta llegar a la Ermita.
Llegando, el padre Arsenio esperaba en la puerta.
- ¿Que tal muchacho, empezamos?
- Si. Me gusta el confesionario. ¿Que va a ser primero, la mamada o la follada?
- Eres muy impertinente, Roldán. Aún hay aspectos del sexo que desconoces. Ni mamada, ni follada. Ven conmigo a la cripta.
Llegados a la cripta, flanqueados por los enterramientos, entre el sacristan y Arsenio desnudaron a Roldán. El sacristán con un azote de muchos cabos comenzó a azotar las nalgas, y obligandole a abrir la piernas que unió con una vara gruesa y unas abrazaderas acolchadas, le condenó a dejar expuesto el ano y las bolsas testiculares. Al continuar azotando, algunas veces las tiras de cuero lamian los huevos de Roldán que se dolia pero le excitaba.
El padre Arsenio se habia ausentado a traves de un pasadizo estrecho que abrió tirando de un hachón de la pared. Al poco se sintieron otros pasos, como de cascos, por el mismo pasadizo. El padre Arsenio traia cogido por el bocado un caballito pony de corta talla. En cuanto entró en la sala se fue directo a los genitales de Roldán y comenzó a lamerlos, luego dio la vuelta y le hizo lo mismo en el ano, al tiempo que su verga crecía hasta casi arrastrar por el suelo. Cogido del collar que le habían puesto con una cadena fue arrastrado hasta quedar a la altura de la verga del caballito.
- ¿No querias hacer una mamada, Roldan, no te sentías tan seguro? Te queda mucho que aprender. Te diré como es la verga de un burrito como este. Desproporcionada en relacion a su alzada y no muchos han tenido el privilegio de disfrutarla. El capullo es plano, no como los nuestros tan redondeados, pero se le puede abarcar si se abre bien la boca. Ah, y suele ser bicolor, a trozos rosados y morenos. Cuando el animal la pone dura, se pone muy dura. Ahora lo podrás comprobar. Quizá aún no te la pueda meter, pero el capullo, señorito arrogante te lo vas a tragar por la boca y por el culo.
Atado como estaba con las piernas muy separadas Arsenio le obligó con la cadena a doblarse por la cintura hasta ponerlo a la altura de la verga del caballo. Roldán vio el capullo del pony y algo se le movió por dentro. Deseó lamer y lamer, chupar y que aquel gran trozo de carne entrase en su boca y se imaginó como sería intentar que ese baston enorme le sodomizase. Sin hacer ningún asco agarró  con sus manos el vergón y se lo llevó a la boca. En cuanto la bestia sintió la lisura humeda en su capullo endureció su miembro. Roldán abrió todo lo que pudo la boca y se metió dentro la verga del pony hasta donde pudo y con la lengua estimulaba a la bestia que se mostraba nervioso.
- Eres valiente, eh, niño estupido - le dijo arrancandole la verga de la boca - a ver que tal se te da por el culo.
Cambió de posición al caballo colocandolo al lado de Roldán y lateralizando su largo miembro lo apuntó al ano del chico haciendole tomar contacto.
- Metemelo ahora, Arsenio, clavame esa polla y hazme feliz - y diciendolo el chico empujó hacia atrás. 
Tenia ya el ano bastante dilatado de los tres dias que llevaba pasados y aunque con dificultad la punta del pony entró en el cuerpo de Roldán, no sin dolor. El animal al sentir la estrechez en torno a su capullo empezó a eyacular y el semen a rebosar del culo del chico. Después el pene se relajó y se salió del cuerpo del muchacho.
- ¡Se la ha metido el burro! - dijo sorprendido el sacristan - y al chico le resbala la sangre por los muslos.
- Llevatelo arriba, lavalo, limpialo, curale el culo rajado y devuelvele a su casa. Ya hablaré yo con su padre.

sábado, 4 de julio de 2020

ROLDAN - 5 -


Según ascendía por la humeda escalera de caracol detrás de Celestino, Roldan, sentía como le resbalaban los margenes del ano debido al prolongado castigo a que habia sido sometido. Hacia intención de contraer el musculo y notaba dificultad para llevarlo a cabo, a la par que un dolor con un componente dulce le permitían encontrar disfrute del dolorimiento, tanto, que se sorprendió a si mismo deseando que esa noche Arturo le visitase en su cama.
- ¿Que te ha parecido Roldan? - preguntó en voz baja Arturo que subía inmediatamente detrás.
- Al final, no ha estado tan mal. Porque el que se subió a mi silla, no me hizo nada de daño y me gustó, se me puso dura. ¿A ti que tal te lo hizo el otro?
- Bien, ya conocia su rabo, ya me lo habia hecho mas veces. Algunos teologos vienen de noche al dormitorio para cogernos. Pero me refería a la comunión. 
- Me entraron muchas ganas de vomitar, menos mal que no se notó, que Santiago me ayudó mucho. Si el perro me la llega a meter, yo no se...
Llegaron al dormitorio del padre Bernardino que yendo en cabeza movió una piedra de la pared y el fondo del armario se abrió.
- Vistanse y - mirando su reloj de bolsillo - vayan para el refectorio, ya es la hora. 
Se dirigieron al refectorio y consumieron lo que les sirvieron.
- Arturo, me noto el culo raro.
- Has perdido el virgo, Roldan, ya tienes coño, como yo y como casi todos los que con cara de angel inocente comen aquí esta noche. Ya no te debe asustar ningún rabo, por grande que sea.
Camino de la capilla en procesión todos los seminaristas para rezar Completas Arturo le indicó que ocupase en el banco la parte de afuera para poder hablar.
- Esta noche, cuando ordenen silencio, me deslizaré a tu cama, para que nadie pueda meterse.
- ¿Me vas a follar esta noche, Arturo?
- Si tu no quieres, no, pero de ésta forma evitaré que otro se meta en tu cama y lo haga por cojones.
Salieron del rezo de la ultima hora y en procesión se dirigieron al dormitorio. Unos escasos minutos para ponerse el camisón de noche y las tristes y polvorientas luces de los globos del techo se apagaron.
Inmediatamente alguien entró en la cama de Roldan.
- ¿Arturo? dijo casi inaudible Roldan.
- Que Arturo ni niñerias. Soy Vicente, la picha mas grande del seminario, vas a disfrutar - cogió la mano a Roldan y se la llevó a su entrepierna -
- ¡Vete de mi cama o, o,
- ¿O qué, señorita?
Y en ese momento una robusta mano haló por los pelos a Vicente sacandole de la cama, luego le agarró con fuerza por los huevos estrujandoselos.
- Si no quieres que te los corten no vuelvas ni a mirar esta cama. Este niño es de mi propiedad, solo mío - y soltó a Vicente que ahogando un quejido de dolor se volvió a su cama.
- ¿Arturo? menos mal que has venido
- Calla chico, soy Santiago y he venido a llevarte al teologado, con unos amigos. Alli sabrás lo que es disfrutar de tu sexo y el de los demás. Todo lo que te cuenten por fuera no te lo creas. Sal de la cama y sigueme.
Por una escalera lateral y estrecha que llevaba a las cocinas descendieron hasta una puerta que se abría al callejón que separaba el filosofado del Teologado. Atravesaron en dos zancadas el  callejon y empujando una desvencijada puerta que parecia no haber sido abierta nunca entraron al edificio de los teologos. Santiago cogió a Roldan de la mano y a buen paso llegaron a la capilla, donde seis teologos les esperaban en torno al altar. Estaban absolutamente desnudos y solo llevaban una estola al cuello y un amito a la cabeza anudado al cuello.
- Hermamos, este es Roldan. Un heroe que ya a su edad ha participado en una ceremonia de comunion de Bernardino. Y ha salido con bien. Le he traido por ser un cordero inocente que ahora participará de una ceremonia eyaculatio.
Querido Roldan, todos estos hermanos han defecado antes de venir aqui y ahora tu situación por nuestro deseo hace que tengas que limpiarnos uno a uno con tu lengua. Todos adoptaran una posicion de oracion musulmana y tu irás de uno en uno limpiandoles. Despues de cada limpieza besarás al hermano que has limpiado en la boca para que él sepa cual ha sido tu servicio. Cada uno que este ya limpio eyaculará en el caliz y mientras yo inundo tu cuerpo con mi savia sobre el altar tu beberas el contenido del caliz. Que el semen del amor entre por todos los orificios de tu cuerpo y te santifique.
Los teologos se arrodillaron con el culo mirando al altar en forma de semicirculo y Santiago lo desnudó como si de un Adan se tratase le impuso sus manos y pronunció una oración.
- Quiera nuestro dios omnipotente que comulgando de nuestros cuerpos y alimentado del jugo de la vida de cada uno de los que generosamente te la dan puedas llegar a alcanzar el cielo del placer del cuerpo que inunde tu alma de paz. Roldan, ya puedes empezar.
Roldan acercó al primero que con la cabeza en el suelo utilizaba sus manos para separar bien las nalgas y que el ano sucio quedara bien expuesto. Roldan se arrodilló entre las piernas del oferente y sin una sola vacilación, como el que sabe a ciencia cierta cual es su destino, zambulló su cara entre ambas nalgas y sacando la lengua para lamer el ano. Se dedicó con paciencia franciscana a dejar el culo del teologo limpio y pasó al siguiente. Mientras Roldan se dedicaba a saborear y diferenciar los multiples sabores fecales el seminarista mayor que iba dejando atrás se masturbaba y Santiago con un caliz de oro iba recogiendo los productos del placer conseguido. Cuando Roldan dio por terminada la limpieza de todos los anos a su disposición, Santiago ofreció su verga una vez más al cuerpo del chico que se limitó a agacharse y recibir sin reparo alguno a Santiago que consumó su coito anal con Roldan.
Luego Santiago ordenó al muchacho que descargase el semen que llevaba en su cuerpo en su propia boca. Santiago en lugar de tragarlo lo dejó caer en el caliz, mezclandolo así con los de los demás.
Mandó arrodillar a Roldan a su lado en el altar y pronunció estas palabras.
- Por el sagrado ministerio que nuestro Amo y Señor me tiene confiado ruego que este semen fruto del gozo del cuerpo de todos los presentes sea el camino para que Roldan no pierda jamas el camino de la verdad de la vida. Te lo pedimos tus siervos.
Alzó el caliz y comenzó a repartirlo entre el resto de presentes. Después de beber cada uno y con los labios humedos del liquido seminal se acercaba a Roldan y le besaba en la boca. Por ultimo Santiago ofreció el caliz a Roldan.
- Bebe y comparte en intima comunión el liquido santo que lleva vida, que es la vida y te la dará y lo compartes y lo regalas - y después de darlo a beber, besó tambien en los labios al chico.
De inmediato, todos los teologos vistieron su sotana y desaparecieron. Santiago urgió a vestirse también a Roldan metiendo prisa lo devolvió a su dormitorio atravesando en la oscuridad de la noche el callejón.
Nada mas meterse en la cama, Roldan sintió que alguien más entraba.
- Calla, Roldan, soy Arturo. ¿donde te has metido? He echado de menos follarte. Deseaba hacerlo y creía que ya no iba a poder ser.
- Pues follame Arturo. Yo también quiero. Además me han follado otra vez y me podría montar un caballo, de abierto que me han dejado.
Arturo palpó el ojete a Roldan y abrazó con ternura al niño.
- ¿No te ha dolido? parece que tuvieras un coño, Roldan. ¿No te importa que yo te lo haga otra vez?
- No, Arturo, ya estaba deseando que me lo hicieras tu.
Arturo apuntó su verga al ano del chaval y en cuanto notó el capullo, él mismo echó el culo atrás y el pene de Arturo se acomodó en el cuerpo de Roldan.
- ¡Que contento estoy de que me lo hagas tu, Arturo!
Arturo inició una danza suave y delicada acariciando a Roldan desde dentro con su cuerpo al tiempo que le besaba con delicadeza el cuello. Roldan decía muy bajito que le gustaba lo que le hacia no como lo hacian los otros que eran muy brutos. Cuando Arturo sintió que tocaba el cielo con su impulso quiso que su amigo le acompañará y comenzó a acariciar el sexo de Roldan que enseguida sintió otra vez aquella sensación que ya le habia deleitado. Arturo se vaciaba al tiempo que Roldan supo que perdía el conocimiento. Sonrió feliz. Deseó que el tiempo se detuviese. Y se detuvo. Se quedó profundamente dormido y enteramente feliz.

Bernardino, tocó la campana para llamar a su asistente. Celestino llegó al punto.
- De usted recado al teologado que Santiago venga de inmediato a verme.
Celestino salió todo lo rápido que el decoro y la humildad requerida le permitia.
- ¿Da su permiso, padre Bernardino?
- Pase.
- Hermano Santiago, tiene un futuro prometedor, pero la carne a su edad es el peor enemigo de una  carrera prometedora. Usted no lo sabe, pero altos estrados tienen puesta la vista en usted. Y eso se puede venir abajo por un mal paso, por dejar que los afectos nos dominen - levantó la mano para hacer que Santiago callase hasta que él, que era su superior,  le diera permiso - anoche usted organizó, sin mi permiso, y otros seis teologos una ceremonia de comunión de vida. No tendría mayor importancia si no fuera porque me consta que usted lo hizo, porque está enamorado de ese niño. En su disculpa tengo que decir que es para enamorarse. Es guapo, lo acepta todo, llora lo justo, pero no le asusta nada y además de todo simpatico. Pero..., querido Santiago usted ha perdido la cabeza y a eso hay que ponerle remedio. No se preocupe  solo quiero que cuando alcance su capelo se acuerde de mi, esto no habrá sucedido y el objeto de su locura desaparecerá. Ya he mandado recado al padre Arsenio para que venga a recoger a Roldan, él podrá acabar su preparación en manos de Arsenio, que duda cabe, es lo suficientemente degenerado, y le conozco bien. Usted, no podrá volver a verle, ni siquIera a despedirle. ¿Todo entendido?
- A la perfección. Nada que añadir padre.
- Retirese.
- Celestino, entre usted.
- A su servicio, padre.
- Traigame a ese diablillo cuanto antes.
Celestino encontró a Roldan en la explanada trasera del seminario paseando con Arturo.
- Roldan, el padre Bernardino quiere que te lleve ahora mismo a su presencia.
Arturo se levantó para acompañar a Roldan y Celestino fue tajante.
- Roldan solo, Arturo. Tu no.

- Don Bernardino, aquí esta Roldan.
- Que pase, y cierre usted la puerta por fuera.
Roldan se quedó como petrificado dentro de la sala tras las puerta, como si huviese echado raices.
- Pasa, hijo, pasa. No te asustes, pasa y toma asiento - señalandole una de las dos incomodas y altisimas sillas que flanqueaban la mesa. Roldan, se encaramó a una de las sillas y el padre Bernardino se sentó en la otra.
- Hijo mío, en las pocas horas que has estado aquí has demostrado que estás perfectamente preparado para recibir tu comunion. Has participado de una ceremonia muy intima conmigo y otros que esta reservada a unos pocos privilegiados y en la que has demostrado tu madurez, a pesar de tu edad y tu lealtad. Además esta noche has participado en  otra ceremonia muy importante reservada practicamente a teologos razón por la cual considero que las dudas de Don Arsenio no estaban justificadas. Ya está avisado Don Arsenio, y ésta tarde vendrá a recogerte. El podrá terminar tu formacion.
- E, e, entonces, ¿ya me voy a mi casa?
- Así es. Anda, ve a recoger tus cosas y baja a portería a esperar.

Arturo, llegó corriendo al dormitorio mientras Roldán recogía sus cosas.
- ¿Te vas? - el corazón se le salía del pecho.
- Si, Arturo. Me da rabia. Yo quería hacer mas veces lo que hicimos anoche.
- Yo también quiero estarlo haciendo siempre - empezó a llorar - y no voy a poder hacerlo mas.
Roldán abrazó a Arturo y le prometió que sería mas tarde que pronto pero que le aseguraba que le volvería a ver. Seguro, seguro, seguro.
- No te olvides de mi, Roldán - dijo al tiempo que le daba un beso.
El portero subía para anunciar a Roldán que el cura Arsenio estaba en porteria.
- Adios, Arturo, me tengo que ir. Te prometo que volveremos a vernos.
Arturo se quedó sentado en la cama con los ojos acuosos mientras Roldán sin volver la vista atrás se alejaba.