domingo, 21 de julio de 2019

ENTRE LOS MEANDROS DEL DEE

Has escrito tu destino en la bruma,
Entre los meandros del Dee
Has preferido callar, sonreír y llorar
Lágrimas que escuecen el alma,
Lágrimas que no caen ni mojan,
Suspiros cohibidos, asfixia, penar.

Decidí arrancar tu sexo de mí,
Cegar mis ojos con fuego ardiente,
Fuego del miedo y la vergüenza,
Fuego griego que no se apaga
Eternidad de dolor rubí.
Ausencia, sobre todo soledad
Sin tu consuelo, sin tu presencia.

Mi universo es una cama fría
Sabanas huérfanas de tu calor,
Arrugadas sábanas de duelo
Húmedas de tu sudor,
Lienzos para la epopeya gris,
Sudarios para mí muerte en vida,
Noche eterna aunque luzca el sol.

Se que aunque vuelvas no estaré.
Mi corazón habrá huido,
La piel hecha cuero no sentirá,
Los labios serán ceniza de hielo,
Un diabólico holograma el sexo.
Espero que llores sobre mi tumba,
Que me resucites en tu memoria
Para saber lo que es una pena:
Desear amando y sin poder tocar
No poder dejar de amar.