sábado, 28 de marzo de 2020

RECUERDOS VI - EPILOGO


- Entonces - concluyó Alex - voy a tu piso, ejem, el famoso pisito de marras donde le diste a mi vida la vuelta del reves como a un calcetin, pedazo de cabrón - y terminó con una sonora risotada.
- Tu si que eres un cabrito Alex - dijo entre risas - esta tarde nos tomamos algo aquí, y lo que tu quieras, recuerdo ahora cierto examen de Micro - y ya la risa no le dejó continuar.
- Anda, anda, esta vez no me vas a tomar de primo. Pero eres tú el que me tienes que explicar alguna cosilla, como lo de Londres; quien es ese Ambrosio, en fin y algúna que otra cosilla cómo de qué esas intimidades con Sergio que después he reinterpretado a la luz de estos ultimos lances. Venga, hasta ésta tarde.
El piso estando como cuando lo de Micro al entrar se le antojó diferente, como si hubiese sido otro el que hubiese estado allí.
Raúl le echó los brazos. Fue un abrazo de colegas que se conocen, que se quieren porque no tienen doblez el uno para el otro, porque sus defectos son el espejo en el que el otro se mira.
- Luego vendrá Sergio, el también tiene vela en este entierro.
- ¿De qué le conoces? - preguntó extrañado Alex.
- Todo a su tiempo - contestó Raúl.
- Vamos a sentarnos, Alex charlemos.
Ya sabes que no me llevo bien con mi padre. Pero lo que no sabes es que con catorce años, yo creía que iba a estar todo el día solo y me llevé a un amigo a casa y en medio del polvo, zas, mi padre. Nos pilló con la polla dentro y se puso que yo creía que nos mataba. Se puso morado, parecía que le iba a estallar la vena del cuello y entonces, se relajó y muy despacito, con mucha rabia me dijo: "Fuera de mi vista, maricón, ya no tengo hijo" y levantado la voz echó a mi amigo.
- ¿Y que pasó?
- Que me echó a la puta calle y me encontré de pronto, medio en pelotas, era verano, mi madre estaba en la playa, estaba tirado, mi padre no quería ni recordar mi nombre.
Empecé a deambular hacia el centro. Estuve horas en la calle, estaba agotado, tenía hambre y ganas de llorar. Vi una iglesia y entré para descansar del cansancio y el calor. Mirando distraído fije la vista en un confesionario que crujía y de pronto abrió la portezuela y salió un chico más o menos como yo subiéndose la cremallera. Se fijó en mí, se volvió hacia el confesionario y empezó a caminar hacia la puerta. A continuación salió del confesionario un cura de sotana abrochandosela. Se me quedó mirando, sonrió de una forma asquerosa y me dijo: "¿Quieres confesar?
Te puedes imaginar como corría yo. Me imaginaba que aquel cura me perseguía y me crucificaba por lo menos.
- Joder, Raúl que trago. A mi un tio abuelo de mi madre cuando yo tenia 7 años con el que me quedé un verano una siesta de esas de calor asfixiante me llevó a dormir la siesta a su cama, porque, me dijo, que su cuarto era mas fresco. Alli casi dormido por el calor me cogió la mano y me la llevo a su polla, gorda, flaccida y pringosa y del susto salí corriendo y no me atreví a contarselo a nadie, porque seguro que la culpa me la echaban a mi. Bueno, ¿y que hiciste cuando saliste a la calle?
- Salí desbocado sin saber que hacer al sentir el sol en la cara una mano me retuvo y casi me hace caer.
- ¿El cura?
- Que va. El chico que habia visto salir del  confesionario. Me preguntó "Te ha hecho algo el mariconazo gordo ese", le contesté que me dijo si queria confesar, y el chico contestó " Ya, ya, menuda confesión, con la absolución del baculo arzobispal".
Yo no entendía nada.
- Y ese chico, ¿quien era?
En ese momento golpearon la puerta.
- Ve a abrir Alex, será Sergio, yo voy por unas cervezas frias al frigo.
- Hola, chaval - Sergio le dio un abrazo de corazón y le dijo al oído - y que bien follas, que competente eres.
- Raúl venia con media docena de Coronitas frias - ¿Que pasa Sergio? al tiempo que se saludaban con un entrechocar de pecho y hombro.
Ya sentados los tres y servidas las cervezas Raul, haciendo un gesto como de presentador de circo, levantandose,
- Y sin mas dilación, el mejor, el mas leal, el que nunca te falla, Sergio, el chaval que me salvó la vida a la puerta de una Iglesia.
- ¡Ah! Joder, entonces de eso conoces a Sergio - exclamó sorprendido Alex - y entonces ¿ese Ambrosio?
- Todo a su tiempo chaval - replico Sergio - cuando vi salir como una exhalacion a tu amigo, supe que iba a tropezarse con el escalón que algún cabrón habria puesto alli para romper los dientes a todo cristo. Le pregunté si el cura le habia trasteado como a mi; aunque a mi con mi consentimiento.
- Yo estaba jadeante de nervios y de debilidad - terció Raúl - y agradecí aquella garra de hierro en mi brazo. Claro - aclaró mirando a Sergio - tu eras mas mayor que yo.
- No tanto, yo tenía 16 y tu Raúl 14.
- Pero a esas edades dos años lo son todo - salió Alex apoyando a Raúl - Bueno, ¿y que? que me tenéis en ascuas, joder.
- Me di  cuenta enseguida que Raúl estaba agotado. Me contó lo que le había pasado con su padre y la  verdad, me dio pena. Me senti en la obligación de cuidarle. La calle era, y es una selva y un bocado tan tierno no iba a durar sin dentellada ni una noche.
- Yo le pregunté que qué hacia dentro del confesionario - se explicaba Raúl  - y cuando me lo dijo, no pude creermelo, hasta que me enseñó un billete verde.
- Bueno, bueno - terció Sergio - no siempre era así. Aquel dia fue que en lugar de mamarmela él a mi, me dijo que me daba uno verde si se lo hacia yo a él hasta el final y me lo tragaba. Lo hice, me dio asco de aquel barrigon con la polla enterrada en grasa, pero pudimos ir a tomar unos bocatas de calamares y cerveza.
- Yo - recordo Raúl - era la primera vez que bebía cerveza y me tajé y este cabrón me llevó al cura a ganarme el jornal.
- Total, para Raúl  no era algo raro, estaba follando con un tío y por eso le echó su padre. Si al cura podia sacarle algo, mejor.
- Cuando llegamos - dijo Raúl

- Yo no sabía donde estaba, no era la Iglesia
- Era la casa parroquial - aclaró Sergio.
- Bueno - siguió Raúl - llamamos y nos abrió la puerta un tio con un albornoz sin anudar dejando ver su polla erecta. Estaba el tio como un rucho.
- Felipe - gritó con un acento extraño el hombre aquel - han venido a verte tus querubines.
Desde el fondo de la casa se escuchó un "que pasen, pero que se desnuden ya"
- Yo - dijo Raúl - le miré espantado a Sergio, y si no llega a ser porque a éste le faltó tiempo para desnudarse, yo habría salido por patas. Así que me quedé como mi madre me parió y sin saber porque empece a empalmarme, miré a Sergio y estaba totalmente tieso y el aparato del tio del albornoz estaba para temerle. El tal Felipe estaba tumnado sobre una cama enorme impudicamente desnudo, con esa cupula de carne y grasa por barriga.
- Vaya, vaya, el hombrecito que no se quería confesar,  al final me lo ha traido mi putito Sergio. Ven a  chuparme otra vez. Y mira, os presento a Dexter, un cura amigo que ejerce en NY y viene a veces de  vacaciones. Tiene mejor aparato que yo y quiere jugar con el coñito de Sergio, porque tu amigo será virgen.
- Sergio tomó la palabra - El mariconazo del cura quería obsequiar a su amigo con mi culo. No es que yo fuese virgen, ojo. A mi me desvirgo un albañil que habia en casa cuando yo tenia ocho años y mientras duró la obra, que fueron casi tres meses, me follaba antes de ir al colegio y al regresar. La verdad es que me despertaba pensando en aquella polla y estaba nervioso en el colegio por llegar a casa cuanto antes. Tengo un ano que se traga cualquier cosa, por eso el fist me pone tan cachondo. Bueno, pues sabia que de una forma u otra aquel Dexter iba a follarme,asi que negocie y saque cinco verdes, a Raul le tocó comerle el rabito al cerdo gordo mientras dexter me follaba. Total salimos de alli con siete verdes, un fortunon.
- Mientras saliamos de la casa del cura, que yo ya tenía previsto volver a visitar, Sergio me preguntó que iba a hacer, yo le dije que a mi casa hasta que no volviera mi madre, no volvía. Entonces Sergio me dijo que pasase unos días en su casa - Sergio asentia con la cabeza - y yo le dije que si.
- Yo soy huerfano - dijo Sergio - y me crie con mi abuela en un piso barato de los que daban a los que vivian en chabolos. Ahora ya no vive, ni yo en aquella casa. Mi abuela estaba casi ciega pero se manejaba en su casita muy bien. No se metía en nada. Llegamos, le dije, "abuela he traido un amigo que se va a quedar unos dias. Dormirá en mi cama conmigo" como siempre, me dijo que lo que yo hiciera estaba bien.
- Por cierto Sergio - preguntó extrañado Alex - lo que no me casa es como te follaba el albañil y nadie en tu casa se daba cuenta.
- No me follaba en la casa. Ocurrió que yo me habia dado cuenta del enorme bulto que tenia el chico, que podría tener unos treinta años. Mis padres y una hermana aun vivian. Como la casa tenia tabiques rotos, puertas descolgadas y muchos boquetes. Vi al chico que estaba sentado en el inodoro del aseo de la cocina. Le veia los muslos blancos y fuertes. Mi padre estaba en el trabajo y mi madre habia ido a llevar a mi hermana a ballet. Latiendome el corazón desbocado me acerqué hasta que se dio cuenta. Me llamó y me echo el brazo por los hombros, me atrajo hacia si y me dio un beso en los labios. Entonces vi como le crecia su pene, muy grande me parecio,  coronado por una bellota rosa y resbalandole un liquido trasparente. Me cogió la mano y me la llevó a su sexo. Experimente una satisfacción extraña. De forma instintiva empece a mover mi mano arriba y abajo y el animandome a hacerlo  mas deprisa, hasta que me dijo si queria chuparla. No lo dudé y me lance sobre su regazo. El glande me toco la campanilla y me provocó la nausea y me retire. Fue cuando el ya no pudo resistirse. Me levantó a pulso acercó mi culo a su boca y empezo a ensalibarme el ano. Metia la lengua y me provocaba una sensacion deleitosa. Cuando consideró que estaba suficientemenete lubricado me sentó con cuidado sobre su palo y senti como iba entrando en mi, arriba y abajo, arriba y abajo. No notaba dolor, solo tensión muy excitante, hasta que me soltó y me dejo resbalar sobre su pene hasta que mi culo hizo tope sobre sus muslos. Me preguntó si me gustaba y le dije lo que sentía, que quería mas. Entonces se puso de pie, sujetandome el cuerpo y empezo a entrar y salir de mi ano cada vez con mas rapidez hasta que emitió un gemido de placer y paró. Luego me la sacó y me sentó a mi en el inodoro. Se limpió el culo, cosa que recuerdo con muchisimo morbo, y me dijo que esperase hasta echar algo blanquecino manchado de caca y quiza de sangre. Efectivamente al limpiarme habia sangre, caca y algo viscoso, luego supe que semen.
Aquella noche me dolió el culo, pero eso me excitaba. Por la mañana el albañil llego muy temprano y le dijo a mi madre que el tenia que ir por material y podia dejar al niño en el colegio. Supe en ese momento que me iba a sodomizar otra vez y me empalme. De camino al colegio habia un descampado tapiado con una puerta rota. Me llevo alli. Me dio un beso en los labios y me dijo que habia prisa que me desnudase. Nada mas  bajarme el pantalón me dio con algo de saliva y sin muchos preambulos me la metió, dolió algo, pero un instante despues me encontre sorprendiendome a mi mismo animandole a que hiciese arremetidas mas fuertes. Cuando acabó, me dio un papel y me dijo: "venga, aligera, caga el polvo que tenemos prisa" yo le pregunté si eso iba a ser todos los dias y me dijo que alguna vez traería a un amigo que disfrutase de mi culo. Me abraze a su pierna y de todo corazon le di las gracias.
Cuando acabó la obra, cosa que lamente, mis padres se fueron a la casa de la sierra a celebrar y a mi me dejaron en casa de mi abuela porque tenía un calenturon. Cuando regresaban de la sierra, un reventón, una caida por un terraplen y se incendió. Me quede huerfano y a vivir donde mi abuela. Muchas veces me acuerdo de aquel albañil de Osuna. Me cautivó y me preparó para todo lo que vino después.
- Y al puto cura ¿como lo conociste?
Estuve en el colegio hasta los catorce y a esa edad mi abuela por medio de un conocimiento me colocó de aprendiz en un taller de joyeria. Lo primero fue aprender a limar. Limar oro aunque con limas muy finas produce polvo de oro que a mi no se me ocurrió mas que guardarmelo. Un día al salir del taller me registraron y me lo encontraron. Bronca, amenazas y que sea la ultima vez. Que por mi abuela, si no estaba de patitas en la calle. Cuando se enteró mi abuela me riño y me obligó a ir a confesarme. Me llevó a es iglesia y me tope con el tal Felipe, que nada mas decir Ave Maria Purisima, me cogió la cara entre sus manos me dijo " dejame quererte" y me beso en los labios, luego se abrió la sotana y me llevó mi mano a su sexo. Luego me dio un billete de 100 y me dijo que volviese mas veces. Y asi fue.
- Y tu Raúl - se volvió Alex - lo de Londres y ese Ambrosio, ¿qué?
- Otro día, no te vayas a empachar de información.

lunes, 23 de marzo de 2020

RECUERDOS V - EN PAZ


- Eres un cabronazo, no me han contestado ni a un mensaje, ni me has descolgado el telefono, ni una nota, nada, joder, Alex - le sorprendió Raúl en la cola de secretaría para la matricula de cuarto curso.
- Tío, te debo una disculpa. Tenía que haberte llamado. !Cuanto me he acordado de ti!
- No me jodas, Alex. ¿Que te ha pasado?
Alex le colocó con toda la intención la mano abierta sobre la cintura y Raúl sintió el calor de la mano que además hacia presión sobre su espalda.
- Este no es el momento, pero - con la mano en la cintura de Raúl le atrajo imperceptiblemente hacia él - tengo que hablar muy seriamente contigo. Si te parece, esta noche en el garito ese, y si está ese amigo tuyo, ¿Sergio era, no? mejor. A él también le debo una disculpa.
Cuando Raúl se iba, Alex le dio un abrazo
- Ven, tío, dame un abrazo - dijo Alex - te quiero - susurró en el oído a su amigo.
Raúl se despidió con un "Y yo también" deliberadamente dicho en voz alta.
Cuando se alejaba de la cola de la matricula Raúl no pudo reprimir una lágrima.
- Tio, avanza. Te vas a matricular, o no.
El compañero que le seguia en la cola instaba a un Alex que quedaba noqueado por la presencia de Raúl.
Alex tenía en su memoria aquella primera noche con Connor.
Cuando por completo entregado a un impulso irreprimible sujetó a Connor la cabeza y se fundió con él en un beso torrido. Connor respondía estrechadole entre sus largos brazos.
- ¿Es tu primer beso a otro hombre? pregunto el chico negro a su compañero de cuarto.
Alex hundió la cabeza después de besar al chico, en su hombro besandole sin cesar su cuello siendole imposible reprimir el llanto. Connor le levantó la cabeza, le miró a los ojos llorosos y valiendose de su mayor altura le hizo reposar sobre su pecho, mientras le susurraba:
- Traquilizate. Lo acabas de descubrir o de aceptar, una de dos. No te culpes. No pasa nada. Ahora te metes en tu cama, yo en la mía y mañana mas tranquilo charlamos.
En medio de aquella galerna emocional, Alex se maravilló de la madurez de un crío tan joven. Connor intentó separarle pero Alex se agarró con desesperación a su cintura. En lugar de eso empezó a doblar sus rodillas dejandose caer hasta quedar arrodillado a la altura de la entrepierna de Connor. Hundió entonces su cabeza en las bolsas de su compañero sintiendo como crecía su sexo. Aquel olor a sudor pudendo con acentos de orina y secreciones uretrales hizo enloquecer a Alex e incluso, recordando el olor del sexo de Lucía le convenció que aquel era su sitio. Habia incluso jugado con la idea de la bisexualidad, pero no estaba muy seguro aún. Cuando comprendió que todo su universo se resumia en ese momento en aquel pene robusto y candente y deseando meterselo en la boca, levantó la cabeza y casi implorando le dijo:
- Va a ser la primera vez y no se..., pero incluso si viene cum, me va a dar igual. Quiero entregarme
- Seguro que lo vas a hacer bien. No pienses y dejate llevar por tu instinto, lo que se te ocurra. Hagas lo que hagas nada te voy a reprochar. Pero vamos a la cama, vamos a estar mas comodos.
- Bueno, vas a avanzar o qué joder, Alex - gritó ya su compañero.
- Perdona, perdona, joder, estaba en otro lado, perdona.
Llegó a ventanilla, formalizó su matricula, no sin algún problema de entendimiento con el funcionario.
- Tío, ¿que te pasa? Estas acarajotado - escuchó como si viniese de lejos lo que le increpaba su compañero de cola.
Tenía grabada en la mente como en pausa, la imagen de Connor tumbado boca arriba y él a horcajadas sobre su cuello de forma que ejecutaban una felación mutua. El pene de Connor de al menos veintiun centimetros le pedía erguido, orgulloso que se  lo metiese en la boca, el capullo brillante de aspecto de seda era imposible no rendirse a su llamada aunque provocaban constantemente nauseas y el contenido gastrico acido que regurgitaba y le hacia babear profusamente y a la vez lacrimear de forma refleja. Le llamaba la atención lo desagradable de sentir nauseas constantemente y babear una secreción mucosa muy lubricante de la que no tenia idea para que era tan necesaria. A pesar de todo esa situación le provocaba una excitación que lejos de evitar que el pene le llegase muy profundo pretendía que llegase lo mas dentro posible.
Connor por su parte se notaba que no era su primera ocasión. Lo hacía con tal maestría que ponia a Alex al borde del abismo constantemente.
- Connor no sigas que me corro - se salía de la boca del chico evitando el inminente orgasmo.
- ¿Que es eso? - preguntó extrañado Connor
- I will have cum - le tuvo que aclarar
Con un "ok" el chico negro empezó a lamer las bolsas de Alex abandonando el pene. Continuó lamiendo y mordisqueando el periné y con mucha parsimonia fue avanzando hasta dar con el ano. Insinuó la lengua dentro del ano y Alex ante la sorpresa, gimió de placer abandonando de un respingo el baston negro y cadereando sobre la boca de Connor para que el siguiese profundizando en la estrechez de su ano. Cuando se recuperó de la grata sorpresa se lanzó sobre el puñal grueso de su amigo. A proposito se esforzó en que el pene sobrepasase su garganta, pero sobreponiendose a una arcada manteniendo la presion, su conducto debió abrirse y de repente se encontró con sus labios incrustados en los huevos de Connor. Sentía que se asfixiaba con ese cuerpo extraño al fondo de su garganta y las oleadas de nauseas le hacian sentir morir, babear de forma indescriptible y llorar sin razón. Despues de lo que pareció una eternidad, fue Connor quien se retiró de la garganta de Alex.
- Me corro - exclamó el chico - ¿lo he dicho bien?
- Estupendamente - le contestó - al tiempo que se volvía hacia él.
Entonces Alex para evitar la efusión de su amigo le imito y buscó de una forma algo torpe su ano. Estaba intimamente sorprendido de que tuviese sus labios en los labios que obturaban el final del tubo digestivo de Connor. Casi con veneración comenzó primero a besar a labios cerrados para rendirse finalmente al deseo irreprimible de poner en danza la lengua. Insinuó la lengua dentro del ano y sintió el sabor acre correspondiente al lugar que estaba chupando, pero no producía rechazo, solo una superior excitacion que le ponía en disposición de aceptar lo que Connor pidiera.
- Eres un maestro con la lengua, pareciera que lo has hecho toda la vida - le susurraba mientras le besaba los ojos, la frente, y la boca. Luego le puso frente a él y le habló - Quiero gozar de ti, dentro de ti, Alex - siguió susurrando al oido a Alex -  quiero follarte, si no puede ser no importará pero no voy a ser brusco. Te prometo que no te dolerá,  tu serás el artífice - al tiempo que recogia de la barbilla de Alex sus babas y la hacía resbalar entre sus dedos.
Oir como Connor le pedía follarle, violentarle el ano  no sentir rechazo o indignación le sorprendió y mas aún contestarle que lo estaba deseando desde el momento que les presentaron.
Luego Connor, metio sus tres dedos centrales de la mano en la boca de Alex llegandole muy profundo, provocandole la arcada una vez más haciendole vomitar babas no pareciendo que eso le molestase. Connor con sus manos llenas de babas lubricantes las deslizó hasta el ano que fue trabajando mientras ambos hombres se besaban apasionadamente.
Recordaba unicamente el cuidado, la ternura con que Connor fue dilatandole tan sabiamente a pesar de su edad hasta que apuntó el pene estando Alex tumbado boca arriba, y dejo deslizar su cuerpo dentro del suyo. Aprendería después de algun tiempo la razón por la que cuando los mas de veinte centimetros de Connor estaban dentro de él sintió una punzada deleitosa en su propio pene y eyaculó de una forma serena sintiendo un placer nunca antes conocido. Cuando Connor lo vio acelero los embites y en pocos segundos se vertió por completo. Tras el ayuntamiento, exhaustos quedaron los dos dormidos, abrazados en la cama de Connor.

Alex tenía ganas de hablar, así  que llegó pronto al local de copas. Estaba Sergio con la modelazo de aquella noche.
- Hombre Alex, me había dicho Raúl que vendrías. Me alegró. ¿Quieres acompañarnos a Sandra y a mi a nuestro reservado? Te debo una disculpa.
Alex se puso nervioso cuando escuchó hablar de aquella habitación pero domado en su orgullo por el deleite del verano con Connor se dejó llevar. Sandra, la pareja de Sergio sin ningún disimulo le puso la mano en el culo y apretó.
- Tienes el culo duro, casi mas que el de Sergio, pero no se lo vayas a decir a él - y acabo dandole un mordisquito en el lobulo de la oreja que hizo resucitar el sexo en Alex.
- No seas zorra, Sandra - condescendió Sergio - ya se que el crio está muy bueno, pero todo a su tiempo.
A Alex le inundó una vaharada de excitación como aquella primera noche que sintió entrar a Connor en su cuerpo. Tenia el deseo desbocado.
- Siéntate en esa mesa mientras Sandra y yo vamos calentando el ambiente - indicaba Sergio un velador cerca del inmenso puff circular del centro de la habitación - Raúl me dijo que esperases un poco que iba a retrasarse.
Alex tomo asiento y un camarero fue a servirle. Pidió una cerveza y se dispuso a contemplar el espectaculo.
Sergio y Sandra ejecutando una coreografia de una forma totalmente natural. A medida que entre caricias y besos se iban despojando de su ropa apararecían dos cuerpos perfectos. Tal pareciera que Miguel Angel hubiera tomado  a Sergio como modelo para su David y Praxisteles a Sandra para su Venus de Cnido. Todo era armonico en la pareja. Estaban practicando sexo delante de todos con tal elegancia que eso sería lo menos interesante. Era cautivador observarles crear un baile que nadie habria dicho que no hubiese estado en la mente de Nijinsky. Excitaba desde luego verles disfrutar, con la piel brillante de sudor y los rictus de placer pero el conjunto de arte y sexo hipnotizaba.
El camarero trajo la cerveza y un chupito de vodka.
- Perdona, yo no he pedido esto.
- Sergio - me contestó muy atento - me indicó que si pedía cerveza lo acompañase de un vasito de vodka.
Alex se sintió halagado por aquel detalle y de pronto en medio de la coreografia exquisita, Sergio le miró sonriendo levantando el dedo con el puño cerrado.
Alex dejó caer el vasito dentro del vaso de cerveza y luego se bebió la mezcla de un solo trago. Sintió el reconfortante liquido y como el alcohol le relajaba y le ponía en suerte para disfrutar. Entonces se levantó de su asiento, se acercó a la cama circular enorme donde evolucionaba la pareja y con el brazo extendido hizo el mismo gesto que Sergio le habia hecho a él.
La sorpresa fue mayuscula cuando Sandra que estaba siendo penetrada analmente le cogió de la mano y le invitó a sumarse. Al principio dudó de si debía o podía pero los efluvios alcoholicos le dieron el valor necesario. Pisó el terciopelo azul de la cama con las rodillas llevado de la mano de Sandra y esta desde su posicion de rodillas para recibir por detrás a Sergio le atrajo hacia si para buscarle la boca. Para entonces Alex ya estaba excitado sexualmente y Sergio le urgió a que se desnudase. Alex lo hizo sin ningún pudor y olvidando que habia personas mirando. Se colocó bajo el cuerpo de Sandra tironeandole y después mordisqueandole los pezones. Los gemidos por la ruda estimulación de los pezones granates y carnosos dieron alas al chico que fue explorando con las manos el cuerpo de Sandra hasta alcanzar su sexo. Lo acarició primero con delicadeza y localizando un trozo duro y sensible sabía que tenía a su merced el clitoris, lo pinzó, apretó con más fuerza cada vez hasta que la chica grito de dolor y de placer al tiempo. En el momento que gritó " más" sintiendo próximo el orgasmo, Alex retorció el trocito de carne tan duro miéntras que con la otra mano introducía en la vagina sus tres dedos centrales, lo que le transportó de forma instantánea al fotograma de la película londinense en que Connor le metía los dedos en la boca y él, ciego de lujuria admitía el lubrico castigo. En ese punto Alex dejó de ser dueño de la situación. Sentía a través de la vagina el pene de Sergio que dilataba el recto de Sandra y  no se lo pensó; reptó bajo el cuerpo de la novia de Sergio hasta alcanzar su periné y allí sacando la lengua gozó la forma en que con cada entrada y salida de Sergio en su novia su lengua  saboreaba al pene tieso de Sergio. Este cómprendió lo que pasaba y de forma rápida sacó su sexo del cuerpo de Sandra y lo introdujo en la boca de Alex que avaricioso chupó y chupó hasta empezar a paladear un sabor distinto.
- Tragatelo ya, Alex, Tragatelo ya - le susurro urgente Sergio con una voz enronquecida por la lujuria.
Alex acumulaba más y más semen en la boca. Podia abrir la boca, retirarse y escupirlo todo, pero la ocupación palpitante de su boca y garganta le tenía embobado. Y en esa estaba cuando sintió que su propio pene era acogido en un espacio calido y humedo. Quiso mirar como Sandra le hacia la felacion sin soltar el pene de Sergio que ya atragantaba de semen a Alex, pero la sorpresa de ver que era Ainara la novia de Raúl, hizo que ingiriese el semen almacenado en la boca y permitirle manejar y acariciar con la lengua el trozo de carne que ocupaba su boca y ya emprendía la retirada.
- La mama bien, ¿eh? amigo. Ainara es genial para eso, es lengua de seda y el piercing ya es el remate - y escuchó como se dirigía a Sergio - déjame sitio, tío, a ver lo entregadito que lo teneis.
Notó unos agiles dedos que manipulaban su ojal entrando y saliendo, un dedo, dos e incluso tres. Ello provocaba recuerdos de Connor muy humedos en Alex que le excitaban. Tenia a su alcance el sexo de Ainara sobre su boca. Sandra se habia marchado con Sergio y Ainara habia tomado el relevo.
- Vaya, amigo mío - le  comentó festivo Raúl - no va a ser la primera vez, ese negrito tenía buen rabo ¿eh?
- ¿Que sabes ...? - y Ainara tapó la boca de Alex  con su sexo, al tiempo que le decia que callase y gozase.
Casi al mismo tiempo que escuchaba esto una leve punzada en el ano le alertó que Raúl intentaba abrirse paso. Con sus manos tomo las piernas de su amigo arrodillado detras de él indicandole que siguiese con la penetración. Raúl empujó al principio con cuidado para llegado el momento con un contundente golpe de caderas entrar por completo en el  cuerpo de Alex.
- Siiiii - un grito confirmatorio del placer que experimentaba salió de la garganta de Alex.
Seguía él estimulando el sexo de Ainara con su boca y Raúl anunciaba en un quejido ronco que llegaba al climax. Ainara aceleró sus movimientos sobre la boca de Alex que agarró su verga y empezó a sacudirla con intensidad. Raúl en un grito anunció que estaba en el paraiso al tiempo de Ainara que gritaba que quería mas y el semen de Alex salpicaba el pecho de Ainara.
Quedaron exhaustos los tres en una escultura digna de Benet.
Se escucharon unos aplausos en el local, Sergio les felicitaba a los tres por su actuación.
- Sobre todo a ti, Alex, has estado genial. De verdad que nunca habría sospechado esa maestría, esa naturalidad, esa entrega, tío, de verdad, enhorabuena.
- Gracias Sergio. Era la primera vez en la boca; yo hace tres meses creo que habria echado hasta la primera papilla, pero este verano lo he tenido intenso y me ha hecho ver la vida desde otro prisma, he aprendido a disfrutar de TODO lo que me puede brindar, sin dañar. Por cierto, Raúl, que es eso de un negro que has dicho antes.
- ¿Lo de tu Connor? - Alex abrió los ojos desmesuradamente sorprendido - deberías - dijo con una media sonrisa - tener mas cuidado yendo por la calle haciéndose arrumacos y menos por Princess Street e ir de la manita en Fortunm & Mason a ver que infusión compras es una temeridad; hay mas españoles alli dentro olisqueando que en la verja de Buckingham. Y si ya en la cola de Lego dices en voz alta "que feliz soy Connor, nunca sabré como agradecerte..." rematando con un beso. Allí en Londres que dos tíos se besen, nadie lo toma en consideración, pero a los españoles nos sigue llamando la atención.  Y no fui yo además el que te vio, fue Ambrosio.
-¿Ambrosio? No se... - dijo sorprendido Alex
- Ya vale - se impuso Sergio - iros a duchar - y diriendose a Raúl - y la chica de fuera, se va a aburrir, aunque Sandra ya está entreteniendola, pero aligerar.
Al salir ya aseados, los pocos clientes que habian ido incrementandose desde que Raúl  y Ainara entraron en liza les dedicaron un aplauso.
- Me tienes que explicar quien es ese negrito y que es todo eso que te ha enseñado.
- Y tu me tienes que explicar que hacias espiandome en Londres.
- Ya habrá tiempo - contestó Raúl - ahora, tu regalo.
Al salir de aquella estancia de sexo en vivo y dirigirse a la barra a medida que se acercaba no podía dar credito, era Lucía.
- Alex, no me has llamado. ¿Cuando llegaste de Londres?
- Bueno..., verás Lucía, no se, hace una semana, pero tenia que ordenar mi cabeza.
- ¿Tu cabeza o tu sexo?
A Alex se le quedó la piel papiracea y las piernas empezaron a temblarle.
- Bueno, chicos - dijo Sergio - Raúl y las chicas tenemos que irnos, vosotros tendreis mucho de lo que hablar.
- Sergio, perdona, - interrumpió a Sergio - puedo pasar con Lucia al reservado. Alli voy a poder explicarme mejor.
- Naturalmente, tu verás, despues de la cortina no hay reset.
- Ya lo se, ya lo se. Muchas gracias.
- Suerte - cocluyó Sergio haciendo el signo de ok.
- ¿Pasamos?
- ¿Donde?
- Ven, vamos - le dijo acompañando sus palabras con su mano dirigiendole los pasos hacia la cama de terciopelo circular en la que acababa de comprobar que efectivamente no era gay, era solo bisexual.
Queria explicarselo a Lucía de la forma menos traumatica, pero tampoco quería que fuese una explicacion disculpatoria. Solo quería que Lucía a la que quería supiese de sus debilidades y fortalezas ahora que ya las conocía él.
Al entrar en la sala, tras la pesada cortina de terciopelo, Lucía tuvo que adaptarse a la relativa poca luz. Cuando fue adaptandose, preguntó.
- ¿Que sitio es este?  con esa cama redonda inmensa en medio de la sala.
- Espera un poco y te cuento.
En ese momento una pareja se adelantaba hacia la cama del centro. Se sentaron en el borde y empezaron a besarse. El ambiente fue caldeandose, ella de despojo de la blusa dejando los pechos al aire. El entonces se quito lo zapatos y en un santiamen estaba desnudo de cintura para abajo.
- ¿Pero esto, Alex?
- Sexo en vivo, Lucía, es muy refrescante. Miralo sin miedo ni vergüenza y si te apetece, nos sumamos. Si quieres, nos vamos  - le susurró muy cerca del oído mientras le bajaba la cremallera del pantalon y le hurgaba en su sexo. Ella emitió un gemido de excitación.
- No, si está bien, Alex, si me gusta, y tu mano tambien me gusta - y al tiempo le buscaba la boca.
Alex se entrego al apasionado beso de Lucia al tiempo que le desabrochaba el pantalón para llegar con mas facilidad al sexo. Ella manipuló el pantalon de Alex y le dejo su pene triunfante al descubierto.
- ¿Nos sumamos, Lucía? - preguntaba mientras le mordisqueaba la oreja.
- Te va a extrañar, pero estoy muy caliente y me gustaría probar.
Se levantaron sujetandose los pantalones que se les resbalaban y se aproximaron a la cama. Se colocaron al borde y la otra pareja les tendió la mano. No tardaron mucho en quedar desnudos y mezclados en aquel cuarteto. En uno de los lances el otro participante quiso penetrar a Lucía y ella se sobresaltó hasta que Alex la traquilizó besando su sexo y haciendo que el hombre se acercase a penetrarla.
- Voy a lubricar este pene - le dijo a Lucia con el pene del hombre en la mano - para que penetre mejor.
Y sin mas dilación empezó una felación lenta y profunda, como las de Connor, para luego dirigir el pene a la  vulva de su novia. El hombre, penetró a Lucia y Alex se aplicó a mordisquear el clitoris. Lucía no dejaba de gemir mientras el pene del hombre rozaba la boca de Alex. La otra mujer dedicaba su atención al pene de Alex.
En un momento dado el hombre que penetraba a Lucía exclamó.
- No puedo más, me corro.
- En su coño  no, tío, en mi boca - le gritó al hombre - y visto y no visto retiro el pene de su novia y se lo metió en la boca, donde el hombre derramó su semen.
Entonces hizo algo inusual, impensable hacia solo unas semanas. Le quitó el pene de la boca a la chica que le hacia la felación y la introdujo en el cuerpo de su novia. Cuando estaba a punto de correrse y Lucía a punto también se la sacó y la llevo a la boca de ella mientras la masturbaba con el dedo. Ella con avaricia chupo y chupo hasta hacer que Alex se corriera mientras ella hacia lo propio. Y en ese momento se fundieron en un beso intercambiandose los diferentes semen y tragandolos sin dejar de besarse.
- Y yo ¿que? dijo dolida la otra mujer a la que habian olvidado.
- Yo ya me he corrido - dijo el tío que se habia corrido en la boca de Alex - y la mama mucho mejor que cualquier tía. Tu apañate o espera a ver si alguno de los que anda por aqui esta desesperado.
Mientras Lucía y Alex continuaban de molicie riendo y disfrutando de sus cuerpos.
- Esto, cariño, habria necesitado de muchas palabras para explicarlo. Ahora esta bien claro en que consiste mi bisexualidad. ¿No te molesta, que sea así?
- Me molestaría si te lo hicieses con un tío sin mi.  Como me jodería que te lo hicieses con otra tía, conmigo o sin mi. Ah, y queda por explicar como has llegado a saber que eres tan peculiarmente sexy y donde has aprendido esa maestría chupando pollas. Al final me vas a tener que dar un tutorial.
Los dos rieron relajadamente y con parsimonia fueron vistiendose y dirigiendose a la salida.
Alex, al fin, después de muchos meses, se encontraba en paz consigo mismo y con sus cercanos. Era feliz.

domingo, 22 de marzo de 2020

RECUERDOS IV - VERDAD ASUMIDA


Vi de lejos a Raúl en los examenes de Patologia General y Farma, nos miramos, nos hicimos un gesto de cabeza a modo de saludo pero yo estaba pendiente de que él saliese del aula al terminar el examen, para demorarme y no tener que departir ni comentar ni como había salido la prueba.
Cuando salieron las listas me acerque casi de madrugada a verlas y después preparé mi viaje de perfeccionamiento del inglés a Londres. Mi padre, funcionario de la embajada en Madrid me había conseguido una beca de estudiante colaborador ayudante en el St. Thomas, frente por frente al edificio del parlamento, justo en la otra orilla del Támesis. Iba a una familia en el elegante barrio de Kensington, Lodbrok Grove. En el metro hora y media, pero bueno iba a salir de alli con el C2 por lo menos.
Con el tercer curso en el bolsillo estaba terminando de hacer la maleta para salir para el aeropuerto cuando volvio a sonar el telefono. Era Raúl.
- Que quieres - contesté deliberadamente frío.
- ¡Hostia, Alex! Que te pasa tío, ya he visto las listas, enhorabuena. Yo tambien lo he sacado limpio.
- Me alegro - contesté plano.
- Tío, podriamos quedar a tomar algo. Venga ya, no te pongas así, ademas te mereces una explicación.
- ¿Que quieres, que te vuelva a follar, o ahora me va a follar Sergio a mi? ¡ya está bien Raúl! Me pillaste de primo aquella noche y me deje llevar, pero luego lo del antro aquel al que me llevaste me abrió los ojos, por no hablar de que Lucía ha roto conmigo.
- ¿Habeis roto? Así la note tan rara el día que coincidimos viendo las listas. ¿pero como?
- Se lo conté. No me lo podia callar. Me dijo que entonces entendía muchas cosas de nuestra amistad y me dijo que se acabó, que no volviese a mirarla.
- Lo siento. Incluso llegué a pensar que ella era bisexual, como nosotros.
- Como tu, no generalices. Yo no soy así, soy normal.
- Y yo también soy normal, y tú si lo eres, lo siento Alex. Aún no lo has tragado, pero tu has estado dentro de mi y me has preñado, te has corrido dentro y lo gozaste. Eres bi, dale las vueltas que quieras pero al final siempre acabaras con un rabo ajeno entre los labios. Y estoy seguro que más antes que después.
Me indignó tanto que me hablase así que colgué sin más. Estuvo sonando el teléfono un buen rato hasta que cesó. Miré el reloj y dije a mi padre que era momento de ir hacia el aeropuerto.

- Sergio, soy Raul. Tenemos que vernos, me tienes que contar que pasó con Alex, no veas el mosqueo que tiene el nota.
- ¿Te parece esta noche en el garito? Por cierto, ¿te acuerdas de Ambrosio?
- Como no me voy a acordar, fue mi primera chapa. Estuve vomitando tres dias.
- Bueno, pues todavia da guerra y me ha preguntado por ti. Y por lo que he podido comprobar tiene mas pasta que antes. Si te lo montas le sacas hasta la cerilla de los oidos.
- Me da mucha pereza, pero..., venga, vale, voy a necesitar pasta. Tengo que ir a Londres este verano. Entonces esta noche en el garito nos vemos.
En el local no habia mucha gente a la hora que llegó Raúl. Sergio estaba apalancado en su esquina y le saludó desde lejos levantando la mano y señalando con el dedo gordo hacia el excusado de  la cortina, Raúl contesto echando mano a la bragueta, forma de indicar que estaba dispuesto a trabajar.
Raúl se dirigió entonces a la puerta de la cortina y Sergio apuro su trago y le siguió.
Era pronto para que hubiese gente dentro, solo una pareja de carroza y twink en la cama central y otro velador con una pareja de chavales de exposición.
Raúl se dirigió a la cama central a observar y le alcanzó enseguida Sergio.
- Aún no ha venido el caballo blanco
- Yo no le he visto. De todas formas es pronto. Es la hora del coctel en el Ritz. En una hora, calculo estará aquí, se va a derretir en cuanto te vea.
Sergio colocó la palma de su mano en el culo de Raúl.
- Desnudate, anda, anima un poco el ambiente - le susurro al oido Sergio - ayuda un poco a la caja, mariconazo, y entra a todo y dales ideas a esos aburridos.
Raúl  se volvio hacia Sergio sonriente y le dio un beso leve en los labios.
Se desnudó en un momento y entró a dinamizar a la pareja. El chaval estaba sodomizando al viejo como aburrido, y el carrozón estaba a punto de dormirse. Raúl metió la cabeza en el regazo del viejo y empezo a estimularle. Poco a poco fue descendiendo hasta acariciar con la lengua el pene del chaval que entraba y salía. Cuando finalmete salió del viejo, Raúl haciendo gala de su profesionalidad se aplico con su boca al ano del viejo, recogiendo el polvo del chaval para luego alcanzar la boca del anciano y derramarle el contenido. Cuando el viejo comprendió lo que Raúl habia hecho unido al castigo de los grandes pezones del carroza hizo que alcanzase tal punto de ereccion que fue suficiente para que Raúl desde su postura a horcajadas sobre el cuerpo alcanzase a introducirse con facilidad el pene casi duro y con dos sabios movimientos provocó el orgasmo del viejo.
- Eres todo un artista Raúl - apostilló Sergio mientras aplaudía - no comprendo para que tanto estudio, podias estar chapado en oro. Y sabes que desde que te  vi trajinarte a aquel hombre con catorce años supe que estaba delante de un genio del sexo.

Alex llego a Stansted, a una hora mas o menos de la casa de intercambio donde iba a quedarse y allí estaba la familia esperandole, Mr y Mss. Grant y su hija Rebeca de quince años. En un Toyota Prius, que parece que los regalasen en Londres, Llegamos a St. Michaels Gardens. Alli, en una tipica casa color verde hoja de dos plantas y bajo mas semisótano vivía la familia Grant.
En la segunda planta me ubicaron, en una habitacion doble, grande, con baño y un enorme armario de lo que me pareció caoba.
Me explicaron las normas de la casa, horarios y  costumbres y me facilitaron la clave del wifi. Empecé a colocar las cosas en el armario y a instalarme.
A las ocho de la tarde baje a la planta baja donde estaba la cocina y el comedor.
Con puntualidad britanica estaba en el comedor. Estaban los padres, Rebeca y otro chico de color y ensortijado cabello, musculoso, cuerpo diez color wengue.
- Mi novio, senegalés - me aclaró Rebeca.
El muchacho me tendió la mano y luego hizo otra serie de movimientos con las manos que me descolocó.
Connor, empezará este curso medicina, como tú - aclaró  el padre de Rebeca - los estudios aquí no son como en España, son un poco más practicos, pero al final, lo mismo. Ustedes están mas preparados a nivel teorico, pero luego llegan a su puesto de trabajo y les sirve para trabajar y diagnosticar eficientemente.
Mientras el padre de Rebeca hablaba, Connor miraba a Raúl como si quisiera desentrañar algun misterio, le clavaba los ojos al punto que Raúl tuvo que preguntarle si queria que le aclarase algo.
Connor se puso gris, (forma de ruborizarse de los chicos de raza negra) lo que le realzaba su belleza, un tío guapo de verdad y se disculpó atropelladamente.
- Bien - dijo John, el padre de Rebeca - a cenar, todo el mundo.
Rebeca dormía en la primera planta donde sus padres y en el semisótano que era toda una planta para estar tenían una especie de sala de juego.
Mientras se recogía la cena Rebeca nos invitó a bajar al semisótano a escuchar algo de musica y a charlar. John les indicó que no tardasen mucho en irse a la cama.
Pasaron casi una hora conociendose e intercambiando experiencias. Alex estaba de todas formas cansado
- Yo me voy a acostar ya - dijo Alex - ha sido mucho día para mí. (Por no hablar de la mochila que traia de España de los últimos días que le agotaban luchando como estaba con sentimientos encontrados, pensó para si)
- Yo tambien, entonces, dijo Connor. Hasta mañana Rebeca.
Subiendo la escalera, Connor inexplicablemte cerca de Alex, tenía su  mano abierta reposando levemente en su zona lumbar, peligrosamente cerca de las nalgas. Alex, sintiendo esa mano caliente unido al calor ambiental por la calefacción en su opinión demasiado fuerte para ser final de primavera, no solo le inquietaba, sino que sin saber porqué vericuetos le traía a la memoria aquella noche de estudio de Micro. Con desagrado sintió que su pene revivía y entró en panico. ¿iba a ser verdad lo que le dijo Raúl?
Cuando llegaron a la habitacion, Connor se desvistió rapidamente hasta quedarse completamente desnudo tirandose sobre la cama sin taparse.
- Alex - dijo Connor - yo nunca había tenido tanto calor en esta casa, estoy sudando.
Efectivamente sobre la piel tan oscura de Connor se perlaba el sudor dandole un brillo que ejercia una especie de hipnosis sobre Alex.
Estaba ya el chico negro sobre la cama desnudo jugueteando con sus genitales y Alex estaba todavia vestido. Le costaba apartar la vista de la entrepierna de Connor y no sabía que hacer, solo daba vueltas ordenando la ropa que sacaba de su maleta.
- ¡Deja eso para mañana y desnudate! - le instó Connor - echate en la cama y descansa.
- Si, si, estoy un poco descolocado. Lo voy a dejar para mañana, ya me desnudo.
Y de repente caí en la cuenta de esa manía mia de que con el jeans que llevaba no me ponía ropa interior, porque se me metía el calzoncillo por la raja del culo y para estar sentado tres horas en el avión iba a acabar de los nervios. Además, y me cabreaba muchísimo no entendía como pero tenía el rabo casi empalmado.
Me di la vuelta y me quité la sudadera y la camiseta, luego me descalcé y empecé a quitarme los vaqueros.
- Vaya, - dijo festivo Connor - tu tampoco usas undies, a mi me agobian, por eso prefiero no usarlos, ademas si te empalmas puedes comunicarlo a más gente. ¡Joder, Alex, que buen culo tienes!
Ante esa especie de piropo sin pensar lo que hacía, me volví y le puse a Cónnor en bandeja el dulce de mi rabo grande ya.
- Y buen rabo, tío. ¿Eres gay, bi, o que?
Visiblemente irritado aunque contenido por encontrarme en casa ajena le contesté.
- ¿Te ha parecido que soy faggy o directamente faggot, o es que el maricón eres tú?
- Sorry, Alex, no era mi intención, de verdad. Yo soy bisexual; si eso es malo para ti, de verdad que lo siento.
El que me reconociese que era bisexual me dejó completamente fuera de juego.
- So..., so..., entonces, ¿Rebeca?
- Si, Rebeca, ¿qué?
- Si tu eres bisexual, ¿como sales con ella?
- Primero, porque bisexual es que me gustan tanto las chicas como los chicos y segundo porque Rebeca es bisexual también. Yo tengo mis devaneos homosexuales por mi parte con la debida protección y ella sus aventuras lesbicas, pero el sexo heterosexual es exclusivamente entre nosotros. ¿tan dificil es entenderlo?
- Bueno..., - solo podía balbucear- lo siento, perdona. Pero tengo alguna duda, como que cuando has hecho mención a mi culo o mi pene ¿estabas intentando algo más que hacer una gracia?
- Si, me gusta tu cuerpo y si negase que me gustaría tenerte dentro un buen rato mentiría. Pero, claro, no es mi intención forzarte.
Soltó una risotada que provocó que desde el piso de abajo se escuchase una leve reprimenda.
- ¿Nunca te has follado un culo? - preguntó en un susurro inocentemente Connor.
Se me hundió el mundo. Existía una conspiración para dar la vuelta a mi existencia y desbaratarlo todo. ¿Que pecado había cometido yo?
- ¿Eh, has follado algun culo? Es bastante agradable, sobre todo si el culo está limpio - ahogó otra carcajada para evitar la reprimenda.
Connor se había puesto en pie y estaba a medio metro de mi, los dos desnudos. Yo era consciente de que estaba absolutamente ruborizado e incapaz de negar la pregunta. Estaba temblando pero no podía moverme de donde estaba.
- Eso es un si, entonces - exhibió una sonrisa cautivadora y me odié por percibirlo así.
Noté entonces que muy lentamente acercaba su cabeza a la mía sin mover los pies del suelo. Peor fue notar que a medida que el cabronazo se acercaba mi erección se hacia de acero. ¡Lo estaba deseando! No me lo perdonaría jamás pero el continuaba el acercamiento hasta quedar sus sonrosados y carnosos labios a un centimetro de los mios; y sin saber como, que clase de resorte o encantamiento me poseyó fui yo el que se abalanzó sobre Connor, le cogí la cabeza entre mis manos y nos dimos el beso mas salvaje y dulce al tiempo de lo que yo habría podido ver, imaginar o dar nunca.
Por la mañana, antes de bajar a desayunar tuve que deshacer mi cama.

viernes, 20 de marzo de 2020

RECUERDOS III - CRUDA REALIDAD


La cena transcurrió practicamente sin nada que mencionar salvo que Sebastian se quemó con el provolone (como si en Brest no se conociese) y se pasó todo el rato escrutandonos con la mirada. Me inquietaba que ese crío me mirase como si un entomologo me fuese a clavar como a una mariposa. Luego saltaba a Lucía, a Ainara y a su primo. Después de las cervezas trasegadas el chianti hizo de las suyas y llegó un momento en que nos ofrecieron grappa y trasegamos grappa. Se me dibujo una sonrisa de gilipollas  alelado y me puse muy pegajoso con Lucía.
- Te estás poniendo en evidencia Alex, por favor
- ¿Esta es la evidencia?- al tiempo que se sacaba el pene como un palo de tieso y soltaba una risotada.
Lucia echó la mano al pene para intentar que no pasase a mayores, lo que consiguió el efecto contrario, que Alex se pusiese ya muy descarado lo que llamó la atencion del chaval que se alcanzó a ver la verga erecta y se le dibujó en la cara una sonrisa de satisfacción, como si viendole el sexo al amigo de su primo hubiese ingresado de repente en la adultez.
- Uy, uy, uy, la grappa ya está pasando a mayores y vamos a tener que empezar a levantar el campo - dijo Ainara - no os creáis que es solo Alex, que éste como me descuide. Y tu que miras Sebastian - le preguntó al chico que intentaba alcanzar a ver la polla del primo - tu primo no se la ha sacado, vamos, se la corto.
Raúl se levantó y el primo aún conservaba la sonrisa bobalicona mirando la aparatosa braqueta de Raúl.
- No se quien será mas guarro si un primo o el otro, porque lo que es Alex es un salido - protestó Ainara.

Decidieron ir a un garito del centro, mitad sala de arte alternativo, mitad fumadero de grifa. Se bajaba por una escalera vieja de piedra iluminada por luces de colores. El antro estaba atestado de gente y un ambiente tipo Londres en el XIX. Tenia música de jazz en vivo que daba al local junto al resto de notas un marco de relajación de costumbres. Nada mas entrar se sentía uno bien y arrebatado de efluvios alcoholicos mas aún.
El local debio ser una sotano habilitado para viviendas en el que existian diferentes habitaciones que daban un aspecto de laberinto al local. Todo al servicio del misterio, la intriga y la relajación.
En la habitacion principal estaba la barra. Transitamos por el resto del local atestado intentando encontrar una mesa y sería por mi estado alcoholico, que ya se iba diluyendo a pesar de todo, pero llevaba detrás de mí a Sebastian y por mis muertos que el cabrón me ponía el rabo. Me sorprendía que esa sensación no me molestase, pero ese chico no tenia ninguna confianza conmigo para tomarse esas confianzas. Si hubiese sido Raúl no me habría importado. Y en ese momento cai en la cuenta de que habia pensado que no me habría importado que Raúl que enrabase. Tenían que ser los vapores del alcohol. En ese momento se me vino la imagen de Raúl cabalgandome y empece a empalmarme. Me cabree y en ese momento alguien dijo, "A la barra" nos dimos la vuelta atropelladamente y en ese batiburrillo alguien me cogio el rabo, seguro y no sabría decir quien. Quien lo palpase debió llevarse una buena impresión, a consecuencia de mi imaginación tenia buen tamaño y dureza elastica.
Una esquina de la barra tenia espacio justo para acomodarnos. Yo me coloque al lado de una chica preciosa acompañada de una especie de modelo de calzoncillos de los que no suelen verse por la calle. En ese momento, el chico se intercambió con su pareja, descaradamente para dejarme claro que no iba a estar su chica a mi lado.
Empezaron a pedir chupitos, cubatas y refrescos para el niño. Yo me tome para seguir con la fiesta y mantener mi puntito, una pinta de birra tostada con un chupito de vodka. Cambiaba mi postura cada poco para no incomodar a mi vecino de barra que se rozaba con demasiada frecuencia porque estaba demasiado ocupado dandose la gran fiesta con la muñequita que tenía al lado.
Envidiaba al colega por tener una acompañante tan competente. Estaba alucinado viendo, como hipnotizado, al fulano meter descaradamente la mano por debajo de la microfalda. Habia poca luz, pero juraría que la muñequita no llevaba bragas. Eso consiguió empalmarme a base de bien.
Se me acercó por detrás Lucía.
- Estás tu muy entretenido con la parejita.
- Yo, verás, Lucía..., - en ese momento sentí su garra en mis huevos - joder, me vas a decir que no estabas exclusivamente pendiente de estos dos salidos.
- ¿Es malo estar salido? - se volvió el modelo hacia nosotros - o es que tú eres una reprimida.
El chico volvió con renovados impetus a sus manejos con su amiga.
- ¿Que pasa, que no vas a sacar la cara por mi con este chulito?
- Lucía, por todos los cristos, que no te ha dicho nada
La mirada de Lucía y el rictus de su boca ya le decian a Alex que se avecinaba galerna.
- Me voy, Alejandro, ya nos veremos - y sin esperar respuesta se dio la vuelta.
- Espera Lucía, joder, no te pongas asi. Te acompaño.
- Yo no necesito que me acompañes a ningún lado, ya soy mayorcita; cogeré un taxi.
Me quedé en medio del local y en medio de mi borrachera plantado viendo como se alejaba con paso firme mi novia.
"Si es que soy gilipollas" me dije mientras volvía a la barra con cara de entierro de tercera.
- Se ha dado el queo, ¿no, colega? - le dijo festivo Raúl.
- Que simpatico, tu amigo - le dijo con los codos apoyados en la barra el modelo que tenía al lado - ni te preocupes, volverá, siempre vuelven y nosotros siempre estamos experandolas, así que esta noche, te invito a otra - llamó al camarero por su nombre y le dijo que pusiera de lo mismo - al fin y al cabo tengo que agradecerte no haberme pegado - y le dio un codazo suave de complicidad.
- Vaya, has hecho un amigo nuevo - dijo con una sonrisa picarona Raúl - ten cuidado Sergio tiene malas pulgas, pero es buen tio.
- ¿Os conoceis? - con cara entre de sorpresa y cabreo
- De vernos por aqui a veces - dijo Raúl -  nada especial.
- Hombre, especial, especial, nada del otro jueves, pero vamos que aunque no en profundidad si nos conocemos - apostilló Sergio.
- Bueno tios, tengo que llevar a Ainara y a mi primo a casa. Si me da lugar, luego vuelvo.
Cuando nos quedamos solos, yo mirando hacia la barra trasegando mi birra y vodka, con una tajada medio regular y Sergio seguia apoyado en la barra cara a la gente saludando a unos y otras. En un momento, no sabría decir si muy pronto o tarde desde que Raúl se largó, Sergio dejo caer su brazo derecho de forma que quedaba su mano a una altura jodidamente peligrosa y cerca de mi bragueta.
Aun no he sabido resolver el misterio de porqué quise rozar mi cadera con su mano. Sergio aguantó el tirón y aumentó la presion, entonces me giré como treinta grados dejando mi paquete a su alcance y en ese momento él retiro su mano. En ese momento me entro panico ¿que coño estaba haciendo? Y comence la retirada.
- Vale, Sergio, encantado, me tengo que ir ya.
- ¿Ya? Sin terminar el galanteo es de mala educación
- Que galanteo, ni que hostias, ¿que te has pensado?
Y sin dejarle continuar - no tengo nada que pensar, Raúl no suele mentir y te lo follaste hace unos dias - y sin dejarle respirar le acercó los labios a los suyos e insinuó levemente la lengua entre ellos.
Sergio vio que Alex cerraba los ojos y su lengua irrumpió como un tsunami en la boca de Alex.
- Lo ves, nada de particular. ¿Has visto, cuando has ido al servicio una cortina con un tío delante?
- Si
- Se llama Cesar. Dile que te manda Sergio y que te deje pasar.
Todo me daba vueltas, queria marcharme de alli a la carrera pero un adhesivo insuperable me anclaba al suelo y peor, sentía un deseo irrefrenable que nacía en su entrepierna que le conducia a la cortina de Cesar. A medida que se acercaba a aquel culturista de portero mas se empalmaba, aún tenía el sabor a salvia en la boca que Sergio le habia dejado con el morreo.
Al ponerse delante de Cesar, casi no atinaba a decir que era Sergio el que me mandaba. ¿que habría al otro lado de esa cortina? temblaba como una hoja mareada por el viento de levante.
Como no arrancaba, el gigante me puso la mano en la bragueta y al sentir el empalme dijo "a ti te manda Sergio, eres su tipo, anda, pasa"
Me apartó la cortina y entré. Sonaba una musica agradable, habia una especie de sofa circular en el centro pero sin respaldos. Habia veladores pegados a la pared con algunas parejas.
- Vete a sentar a ese sofá circular y ponte comodo - dijo Cesar apartando un poco la cortina.
- ¿Comodo? Que es eso de comodo tío.
- Que te despelotes, joder, vamos a dejarnos de gansadas que aqui ya tenemos todos pelos en los huevos.
Entonces fue cuando comprendí donde me había metido y di media vuelta. Cesar, me cerro el paso.
En ese momento llegaba Sergio 
- Me quiero marchar - de repente se me había quitado la borrachera y la adrenalina de la amenaza me chorreaba y me hacia temblar de alerta.
- Vaya, Alex, por lo que me dijo Raúl eras algo más competente. De acuerdo vete. Ya hablaré yo con Raúl
Me tendió la mano - sin rencores, que te vaya bien y que lo de tu novia no sea nada, y ya sabes donde estamos - y por sorpresa me atrajo hacia él y me volvió a besar - hasta la siguiente.
Sali de allí corriendo como alma que lleva al diablo.

miércoles, 18 de marzo de 2020

RECUERDOS II - UN MAL TRAGO


El examen de Micro al final al Rodríguez (el catedrático) le dio por hacerlo tipo test con opción de oral quien quisiera optar a matricula.
En la anteaula donde se celebraba el examen oral volvi a ver a Raúl. Hacía tres días del episodio de la película del negro. Se hartó de llamarme y yo solo quería olvidarlo todo. Lucía me lo notó. Lo solventé echándole las culpas a la Micro, pero ella no era tonta:
- A ti los exámenes nunca te habían hecho tanta mella. Te estarás haciendo viejo. ¿Raúl está también así?
Y yo callaba sin saber qué contestar y sin querer meter la pata.
- Alex, joder, ¿no vas a volver a hablarme?
Lucía estaba como nosotros esperando para entrar al examen.
- Ahora, no Raúl - le contesté con contenida irritación, mascullando las palabras.
En ese momento el bedel llamó a Lucía. Me dio un beso le deseé suerte y se perdió tras la puerta del aula.
Y en cuanto se cerró la puerta Raúl me agarró del brazo no sin cierta violencia y se encaró conmigo.
- ¿Que pasa, que el único que se corrió fui yo? - estaba muy irritado - si no quieres volver a mirarme, me importa un carajo, pero no me des la callada por respuesta, me das una ostia me mandas a la mierda, pero, joder, Alex, que hemos pasado muy buenos ratos, tío y por..., por... - le rebosaron los ojos de lágrimas y se me encogió el corazón.
El examen fue bien, pero me equivoqué de coagulasa en el estafilococo, una chorrada, y me dejaron sin matricula. De todas formas el Rodriguez era un cabrón engreido y justiciero.
Fui el último en examinarme y para cuando salí ya Lucía y Raúl habían quedado con Ainara, su novia, para salir esa noche a celebrar.
Debí poner cara de sorpresa cuando Lucía me lo dijo, porque me frunció el entrecejo. Quedamos en un italiano para luego ir a tomar algo, Raúl se fue con Ainara y yo acompañé a Lucía a su casa.
- Oye Alex, a ti te ha pasado algo con Raúl ¿a que si? hijo has estado de frío con él, cuando sois uña y carne. Le he preguntado a él y me ha dicho que chorradas de tíos.
- Eso, gilipolleces, roces tontos. Estabamos ya muy cansados de Micro y perdimos los nervios. Nada que no se arregle con unos vinos y unas risas. De todas formas Lucía, hay que ver el chiste que te hace a ti la parejita de Raúl y Ainara.
- Ainara - me contestó con cierto tono molesto - en muy buena niña y nos llevamos bien, y está coladita por Raúl, y me llevo bien, ya está.
Quise dejarlo ahí y no seguir. El caso es que estaba molesto por tener que salir y tener cerca a Raúl, me incomodaba de alguna manera y no conseguía averiguar porqué.
(Yo no lo sabía aún, pero esa espina irritativa en mi alma que me hacia rechazar la presencia de mi amigo no era más que una forma de querer estar con él y no poder permitirmelo)
No sabía como iba yo a reacciónar por la noche, y para colmo el cabreo de la matricula perdida. Lo cierto es que no se me caía de la cabeza la noche aquella. ¿Como no supe revelarme, como no me di cuenta de lo que perseguía Raúl? Pero siendo sincero conmigo mismo no podía por menos que reconocer que fue el mejor y más intenso orgasmo que nunca hubiera tenido, pero por nada lo repetiría. ¿o si?, y esa duda me hacia sufrir de una forma insoportable.
A pesar de mi determinación no terminaba de sofocar aquel ardor que con tanta maestría supo meter a arder Raúl. Cuando recordaba aquel instante gamberro total para intentar desactivarlo no podía soslayar un deseo fugaz e intensisimo que me martilleaba cada vez que evocaba la imagen. Pensé cuando note que el orgasmo se apropiaba de mi voluntad en los labios de Raúl y eso me perturbaba y mucho. Intentaba reprimirlo y cuanto más interés ponia en el empeño más necesidad tenía de besarle. Y me odiaba. Cuando vi en la anteaula a Raúl lo primero en que se fijo mi vista fue en sus labios, rojo intenso, brillantes y carnosos. Me habría arrancado lo ojos de rabia.
Pasé la tarde imaginando mil formas, mil excusas para no ir a la cita y cuanto más plausible la encontraba mas rabia me daba por haber dado con ella. Finalmente me llamó Lucía a preguntarme si estaba ya listo (¿ready? me preguntaba y eso me deshacía, ese acento de Kensington de cuando vivió con su tía abuela, abatía cualquier defensa que yo pudiera oponer, y ella lo sabia).
- Vestirme, cariño. Te voy a buscar en quince minutos.
- Te espero.
Mientras me duchaba a toda prisa y me enjabonaba la entrepierna entró como un vendaval en mi imaginación la mano de Raúl acariciandome. Casi sin aclarar me salí de la ducha. Me vestí a toda prisa y fui en busca de Lucía.
Estaba ya en el portal de su casa esperando con cierta cara de impaciencia.
- Hemos quedado a tomar unas cañas en la cerveceria Alemana antes de ir a cenar. Deben estar esperandonos ya allí.
- ¿Ni un beso me das, descastada?
Un beso fugaz en los labios, su olor y la mantecosidad de su pintalabios hizo que mi sexo respingase.
- Esta noche -susurré en su oido - daré justa respuesta a este beso.  Te comería aquí mismo.
- Anda, salido, venga. Vamos.
Cuando llegamos a la cerveceria, nos estaban esperando en la barra muy animados, Ainara, Raúl y un chico al que no conocía.
- Mira Alex, Sebastian, mi primo francés, hablale despacio y entiende, mucho no habla aún, mi tía, la de Brest casi no le habla en español. Vino ayer de sorpresa. Nos llevamos muy bien, ¿verdad Sebas?
El chico sonrió cortado dejando enrojecer un poco las mejillas y se acercó a mi, yo le tendí la mano y el se acercó y me plantó un beso en la mejilla.
- No te cortes Alex, - me dijo Raúl ante mi frunce de ceño - es su costumbre, no quiere decir nada más que un saludo inocente.
El chico le preguntó a Raúl algo en un francés muy cerrado como sorprendido y él le contestó con una frase corta en francés tambien que si traducí y decía: "no ha entendido esa forma de saludo". Yo, cortado le dija atropelladamente que lo sentía, sin saber exactamente que sentía y Sebastian se relajó exhibiendo una sonrisa como de compromiso. El vocalizó perfectamente un "d'acord" poniendo su dedo pulgar con el puño cerrado hacia arriba y guiñandome el ojo. Ese gesto, tenía algo como de complice que me intrigaba y a la vez me incomodaba. Lo deje pasar y el camarero trajo otra ronda de jarras de cerveza.
Seguimos animadamente conversando principalmente sobre el examen de Micro mientras seguiamos bebiendo.
Sebastian no bebia mas que refresco, Raúl nos dijo que acababa de terminar el Bac. y le quedaban pocos meses para los 18 y el tenía muy interiorizado lo de no beber alcohol hasta cumplir la mayoria de edad.
- Bueno chicos - dijo Lucía al tiempo que daba una palmada - que en lugar de cenar vamos a desayunar, a levantar el campo.
- Una meadita, que van ya tres cervezas - dijo Raúl con cierto tono alcohólico y sonrisa bobalicona, al tiempo que se dirigía a Alex - venga, acompañame, que picha española no mea sola - y soltó una risotada.
Echó el brazo por el hombro de Alex y se dirigieron al vater.
Raúl se empezó a desabrochar el vaquero frente al urinario y Alex con cierta prevencion tuvo que colocarse en el único urinario que quedaba.
- Venga joder, tío que no te voy a violar, mea de una puta vez
Alex se puso a orinar y Raúl se le quedó mirando.
- Nunca te lo habrías imaginado, ¿a que no?
A Alex se le cortó el chorro.
- No quiero volver a hablar de eso - muy cortante.
- Pero te gustó ¿eh, cabrón? tengo buen coño. ¿Te acuerdas de aquel profe de historia del COU? como le llamabamos..., si hombre
- El verga - contestó Alex condescendiente - por el pedazo de paquete que tenía.
- Pues ese, y nunca te explicaste como conseguí aprobar la asignatura. Pues eso.
Alex se sacudió la última gota  y palideció. Se abrochó el pantalón  y se volvió a Raúl.
- Aquel aprobado providencial fue ¿a cambio de tu culo?
- Bueno..., el culo después de unos cuantas semanas de pajas y mamadas. Joder, que grande la tiene y se empeñaba en hacerme vomitar, hasta que una de las veces me dio la vuelta y me la clavó. Me partió el culo. No creo que nada en el mundo pueda doler tanto. A los sesenta segundos de dolor fue cediendo y noté que me empalmaba, entonces el muy cabron empezó a darme pellizquitos en los pezones y se corrió y sin sacarmela me dijo que me corriera yo. Cuando le dije que hacia rato que me habia corrido, me soltó: "ya estás hecho todo un profesional, podrias ganarte la vida con ese culo. La siguiente vez el dolor será ya solo un mal recuerdo. A partir de ahora no sabrás vivir sin dar de comer a tu culete" y el cabrón se hartó de reir.
- Mira, crei que te conocía y no es verdad. No me sigas contando, no me interesa - guardó un silencio y mientras salian del vater, comido por la curiosidad preguntó - ¿han habido más después?
- Menos mal - reprochó Lucía - ya creía que os habíais ido por el husillo.
Ainara se quedo mirado a los dos con una sonrisa intrigante
- Ya está bien - le dijo muy cortante a Raúl.
- Venga Ainara, no te cabrees, ha sido una larga y calida meada - y soltó una risotada.
- No tienes tu guasa, maricón - y le dio un beso en la boca apresurado.

sábado, 14 de marzo de 2020

RECUERDOS - DESPERTAR


De las peores cosas. O de las mejores, según y cómo.
Antoñito, como finalmente todo el mundo le conoció, fue el ultimo niño que nació en la familia. Fue Antoñito, un niño travieso y descarado desde que dio su primer paso. Sin duda fue mi sobrino favorito. Rubiasco, ojos intensamente azules y muy vivos, hablaban, más que miraban. No era un bellezón de niño, pero lo que tenía de crío del montón lo suplía con simpatía.
Con cinco años su padres se trasladaron por motivos laborales del padre y le perdí la pista. Si, claro, veía de vez en cuando fotos que  colgaban en Instagram, y algún video dandole patadas a un balón, pero nada especial.
Supe que con diecinueve años se marchó con una beca, al parecer a Nueva Zelanda y desde alli en Facebook, colgaba de vez en cuando videos cabalgando olas, o con amigos de fiesta. Algún cumpleaños, no se bien porqué me felicitaba, yo le daba las gracias y eso era todo.
Pasaron años y supe que Antoñito se lesionó una rodilla contra una aviesa ola, tuvo que dejar de cabalgar sobre la espuma y me enteré que se había vuelto a España, para repararse la rodilla -alli, Auckland, en la playa de Piha acostumbraba a surfear pero fue en Raglan donde se lesionó, el seguro que tenía no le cubría el desperfecto - y de paso reposar en casa de sus padres, donde aún conservaban un apartamento de su uso exclusivo.
Iba temprano por la calle y escuché mi nombre. No acostumbro a volver la cabeza, pero aquel timbre de voz me resultó familiar.
Antoñito me llamaba.
Me alegró verle y él se alegró por la amplia sonrisa y el apretujón que me dió. Sentí en mi pecho su calor y un delicado olor a Old Spice.
- También usas tú el Old - le pregunté.
- Dicen que es de viejo, pero ese olor que me transmitias cuando de chico me abrazabas y me besabas me produce una sensación relajante.
Llevaba una camiseta que le marcaba los abdominales con una gran bandera magenta, lavanda y azul. Atravesándo el dibujo el nombre de la capital de Nueva Zelanda.
- Y esa bandera, no es la de Nueva Zelanda.
Se quedó callado y humilló la vista. Se cortaba y no entendía porqué. Una salida honrosa siempre es de agradecer.
- De algo de surf, supongo. Bueno, cuéntame, ¿tienes novia? - no habló nada - tendrás muchas amigas.
Se zambulló en mis pupilas desde las suyas, liquidas, al tiempo que me ponía su mano derecha en mi pecho. Interrogué con un gesto de extrañeza que significaba aquello. Y se me volvió a abrazar. Me susurró en mi hombro con voz entrecortada por la emoción.
- Yo se que tu si me vas a entender.
Eran las 12:30 de la mañana.
-Espera, llamo a tu tía, y tú y yo nos vamos a tomar algo y a comer, después. Invito yo, sin excusa.
Vi resbalar una lagrima por su mejilla y algo, no se qué, me impulsó a besarla saboreando su salobridad.
- Ya está, no llores - le rodee el cuello con mi brazo y le atraje hacia mi - ya sabes que te quiero mucho. Tu no te acuerdas, pero tenias dos añitos cuando identifiqué tu primer ataque epileptico mientras tu madre despotricaba chillando que le había salido un hijo flojo. Desde ese momento sentí mucha ternura por ti. Venga vamos a tomar algo. Al atraerlo hacia mi para consolarle sentí golpear con fuerza su corazón.
Antonio - le puse frente a mi - dimelo ya, ¿que te hace tener ese nerviosismo?
- Tío, no se como... - se volvió a abrazarme con fuerza.
- Vamos a ir a un sitio discreto, Antonio. Y quiero que te sinceres. Vamos a mi coche a dar una vuelta.
Algo me estaba yo maliciando.
Mientras caminabamos hacia el coche, sentí aquella espina cruel y a la vez adictiva que con la misma edad de Antoñito me hizo sufrir tanto. Despertar de golpe en un mundo absolutamente hostil, irreconocible, y embriagador que a la vez hace sufrir.
Creo que debo aclarar, antes de dar resolución al episodio de mi sobrino, este capitulo de mi vida.

Empecé mi carrera tarde. Fui un bala perdida viviendo de la pasta de mi padre hasta que se le hincharon los redaños y me puso las cosas muy claras: "Tienes ya 21, yo a esa edad ya tenía a tu hermano mayor. Se acabó, o trabajas en la empresa, pero trabajar, no cobrar de ejecutivo nada más o te buscas la vida. Si en lugar de eso quieres estudiar, me vale. Seguirás cobrando tu nómina y con eso te ha de bastar para todo"
Me puso a cavilar, lo reconozco.
Aprobé el Preu haciendo la mili (lo hice porque estando matriculado y aprobando estaba franco de guardias y servicios) y decidí que Salamanca era un sitio estupendo para estudiar Medicina(Mi padre, una vez más, tuvo qué tocar alguna tecla, no existía el distrito único) ; seguro que lo iba a pasar de lujo en una ciudad totalmente universitaria, aburrida no iba a ser.
Me lo tomé muy en serio. Siempre me gustó la Medicina. Rapidamente formamos un grupo de estudiantes bullicioso y estupendo. Estudiabamos, sacabamos los examenes y nos divertiamos. Me fijé enseguida en una chica de bandera que iba por libre, estudiosa y siempre impecablemente maquillada y vestida a las ocho de la mañana que empezaban las clases. En pocas semanas estabamos cenando en un restaurante. Nuestra relación se fue haciendo cada vez más sólida, conocí a sus padres, me invitaron a su refugio de la montaña y poco a poco fue quedando claro que lo nuestro iba en serio.
Por otra parte con quien mejor me llevaba de los compañeros era con Raúl, con un humor ácido y negro muy en sintonía con mi carácter. Poco a poco fuimos quedando cada vez más veces para estudiar en un apartamento que su familia tenía, herencia de su madre.
Se convirtió al cabo de unos meses en una rutina ir todas las tardes allí a estudiar y en época de exámenes las noches también.
¿Que porqué aquel día de finales de mayo tuvo que sucederse así ? Sigo sin encontrar respuesta.
Los exámenes de Micro estaban cerca y la caracterización de los microorganismos incluía hasta dieciséis items, y una pregunta a desarrollar seguro era de éstas.
Hacia calor, no se colaba ni una brizna de brisa nocturna que aliviase. Raúl en un arrebato se quitó su camiseta y me reprochó en plan ácido que no le imitase.
- ¿Que temes, que te copie la marca de sujetador, mariquita?
Me quite mi Lacoste y me quedé como él
- Venga tío vamos a hacer una ronda rápida, uno dice por ejemplo Erisipelotrix Insidiosa y el otro suelta el coagulasa + lactasa -, y toda la retahíla.
Comenzó la ronda y nos convencimos que estabamos sobrados. Se me quedó fijo Raúl con gesto interrogativo.
- Una última pregunta Alex. No es muy difícil.
Hizo un silencio en el que sólo faltaba el redoble de tambores
- Cuando ves una porno la polla del tío ¿te hace fijar la vista en ella? Es un Si o un No, no me valen largas explicaciones.
Tenía media sonrisa sardonica, cómo del que sabe que ha hincado diente y ya no iba a soltar presa.
La verdad es que cuando veía una película de esas y si el cacharro del tío tenía buenas dimensiones se me iban los ojos y si la escena incluía sodomizaciones no podía evitar encoger el culo como si temiese que me lo fuesen a hacer a mi y alguna vez sentí placer, interés o deseo de que aquel ano fuese el mío seguido por una erección explosiva que reprimía inmediatamente. Esos episodios duraban lo que la grabación y con el the end quedaban relegados al olvido; o eso creía yo. Por eso al escuchar la inocente pregunta no pude evitar encenderme como una bombilla incandescente.
La cara de Raúl paso de la risita a la sorpresa boquiabierta.
- ¡Te fijas en la polla! Además se te ha dilatado la pupila. Tío creía que yo era el único.
- ¿A ti también te pasa?
- ¿Que si me pasa? Y sobre todo hay un negro que se folla a una rubia súper delgada, que no me explico como no la mata, que tiene un aparato de por lo menos 25 cm. y cuando se la mete por el culo tío, tengo que tener cuidado porque me corro como me toque. Verás, te la voy a poner.
Cogió su portátil y ya estaban en la pantalla la rubia, lánguida, de grandes ojos azules y hábito muy morboso; la típica tía que puede hacerte esclavo suyo solo con una mirada, que no debía pesar más de 35 kilos, y el negrazo de pelos ensortijados de alambre, mirada libidinosa de no menos de un metro noventa y textura de antracita brillante en su miembro. Era realmente amenazador y mayor efecto viendo la mirada de imposibilidad de la rubia viéndosele venir semejante amenaza a su cuerpo.
Cuando el gigante de petróleo brillante comenzó a penetrar a su muñeca, los quejidos de ésta, su casi desfallecimiento y los gruñidos de tío gozando obró el milagro de que yo no pudiera contener mi erección. Raúl se dio cuenta y se marco su bulto:
- Fijate como estoy yo. Y espera a que se la clave en el ojete, te vas a correr de gusto.
Viendo los movimientos de vaivén del negro acompañados de la cara de alarma de la chica con los ojos muy abiertos y la boca suplicante tanto de temor por su integridad física como de aliento al gigante de ébano a que siguiese, yo no podía contener mi excitación. Con el engrío de las imágenes había olvidado que Raúl estaba allí mismo, y cuando le miré estaba con los pantalones en los tobillos y se acariciaba suavemente su verga atragantandose de imágenes.
- Venga Alex, despelotaté tu también que la ocasión lo merece
Estaba diciendolo y dezembarazandose ya de los calzoncillos y quedándose desnudo.
Yo hice lo mismo y veía que no iba a aguantar más de rabiosa excitación. Estabamos sentados el uno al lado del otro, con la pantalla delante, la piel brillante y húmeda por el sudor y rozandonos las rodillas. La sensación para mi era totalmente nueva, muy excitante y gratificante.
Cuando el negro levantó las piernas a la chica doblandola materialmente por la mitad, exponiéndola el ano al empuje de su barra Raúl volvió su cara a mi.
- Verás ahora que pedazo de golpe de caderas del negro y el chillido de la tía - y fijándose en mi polla, con un exclamación continúo - joder que pedazo de rabo Alex.
En el momento que el tío se hundió en el cuerpo de la mujer Raúl levantó su pierna derecha y acabalgó la mía izquierda.
- Perdona tío, nunca la había visto con alguien y es mucho más excitante - se le había cambiado la voz, estaba ronco y la saliva le rebosaba las comisuras de los labios.
La rubia, a medida que el negro iba alcanzando su climax con movimientos pendulares cada vez más impetuosos, más aceleraba sus gemidos. Raúl empezó a gemir al ritmo de la chica y en un momento todo sucedió como a cámara lenta pero muy deprisa como para poder reacciónar o negarse.
Raúl en una maniobra que parecía ensayada de una coreografía moderna saltó sobre mí con una agilidad envidiable al tiempo que con su mano derecha me arrebataba de mí mano el pene. Con presteza lo apuntó a su ano y antes de darme cuenta estaba profundamente insertado en su cuerpo, era imposible que esa penetracion fuera la primera. Es cierto que me deje llevar, era muy excitante, no toda la culpa iba a ser de Raúl. Hizo dos o tres movimientos de bamboleo y no pude evitar correrme dentro de él al tiempo que él también se corría.
En la pantalla del portátil la polla flácida ya del negro se retiraba del culo de la rubia que destilaba a borbotones el semen opalino de su partenaire.
Pasarían como diez segundos en los que los dos conformabamos una escultura bélica en la que dos contendientes están exhaustos tras la lucha. Al término Raúl se salió de mi y fue en  busca del cuarto de baño.
Me quedé en aquella silla como aquejado de una catalepsia. Sentía que el mundo se me caía encima. Tras lo que me pareció una eternidad me vestí sin lavarme, apresuradamente, y salí de aquel apartamento, corriendo, escalera abajo. A los dos segundos sentí abrirse la puerta otra vez y gritar mi nombre.
- Ahora no Raúl, ahora no - lo susurré creo y no se si él me oiría, y sin verbalizar ya continué - ¡maricón!