viernes, 8 de mayo de 2020

LUISA - II -


La niña con trece años ya, habia dejado de serlo para convertirse en ninfula. Bruno la enganchó mas de lo que ella hubiera imaginado a toda manifestación en la que el sexo ocupase un puesto de protagonismo.
Desde que Bruno habló con su madre el sexo con Luisa menudeó al punto que de forma muy sibilina su madre consiguió que su hijo fuese a vivir con ellos. A partir de ese momento la imaginación se les desbordó a todos.
Primero fueron las visitas nocturnas diarias a la habitación de Luisa que esperaba a Bruno ansiosa de ser penetrada como él sabia y disfrutar de su unica manera de pellizcar los pezones. A medida que los meses transcurrian los pechos le aumentaban de volumen y se coronaban con un pezón ensangrentado motivo de obsesión de Bruno. Luisa se corría varias veces mientras su digamos, hermano, lo hacia una sola, por lo que ella siempre quería seguir cabalgandole la verga, aunque él ya no pudiera darle la replica.
- ¿Como va lo de la zorrita? preguntó con aparente desinterés su madre a Bruno.
- Cada vez mas insaciable. Ganas me dan de taladrarle el coño para dejarla relajada, porque ese culo suyo necesita ya de algo más. ¿Y el maricón de tu marido, le sigues sodomizando?
- Ultimamente es lo unico que quiere y ya me ha comprado un nueve pulgadas monstruoso que no se como le entra.
- Un dia de estos, cuando mas entusiasmado esté entro yo y le meto caña. Verás lo que vamos a divertirnos.
- Le iré preparando. Aunque me pondría guarra, guarra, ver como te follas a su niña por el culo mientras se lo folla otro a él.
- ¿Y yo comiendole el coño a mama, no? Como cuando tenía quince años y me iniciabas en los placeres de la carne.
- Eso, hijo, sería ya el cielo para los dos. A ver como podemos ponerlo en marcha. Aunque este hombre todo lo que no sea travestirse...
- Tu marido es una sissi, y él aún no lo sabe. Cuando lo descubra, la vida le va a cambiar. Vamos a intentar cambiarsela.
Llevaba unas semanas que Bruno no visitaba el cuarto de Luisa. La niña, no tan niña con cerca de catorce años necesitaba dosis letales de sexo diario, y aunque se apañaba como podía con sus dildos que Bruno le compraba, necesitaba algo mas natural.
Aquella noche de pleno verano estaba histerica por una verga en el culo. Asi que como Bruno no se acercaba a su cuarto ella lo hizo al dormitorio de Bruno. Se quedó de una pieza. Bruno estaba sobre una esterilla de las de gimnasio tumbado boca arriba con otro chico, mucho mas joven que él, muy moreno de aspecto hindú o agitanado, un moreno raro. Estaban haciendo un sesenta y nueve perfecto. Cuando Bruno se dio cuenta de su presencia le invitó a acompañarles.
- ¿Te apetece una penetración doble? le planteó sonriente
- Por el coño nada de nada
- No, mujer, las dos pollas por el culo - y preguntando a su pareja - ¿te animas Rashid?
- Mmmm, que niñita mas perfecta - se relamió Rashid - claro que me animo
- ¿Quieres, de verdad?
Luisa se quitó la braguita, fue para donde estaban los chicos y pregunto que como se ponía.
Bruno conservó su posicion, Luisa se sentó sobre su verga y luego se inclinó hasta tocar su pecho con el de Bruno. Éste se aplicó a pellizcar con saña los pezones de Luisa que se quejó de dolor y gimió de placer. En ese momento Rashid apuntó al ano ya ocupado y obligó a su pene a abrirse paso. Luisa hizo intención de respingar para librarse de la agresión pero Bruno la tenía presa de los pezones. Con el tirón solo consiguió aumentar el dolor y entregarse a él para sentir el placer de saberse penetrada por el culo por dos vergas. Inmediatamente tuvo su primer orgasmo que fue encadenando con otros mas y mas largos a medida que Rashid arremetía una y otra vez dentro de su cuerpo. Además el entrar y salir de la verga del marroquí  (era de Larache, ni hindú ni gitano, era el tinte de la piel lo que confundía se enteró después Luisa) masajeaba el pene de Bruno dentro del culo de Luisa lo que consiguió que al poco del bombeo de Rashid, Bruno se corriera mientras Luisa iba de un orgasmo en otro hasta que con la eyaculación del marroquí cayó desfallecida y sin aliento sobre el cuerpo de Bruno.
- ¡Increible! - se maravilló Rashid - es mejor que tu culo Bruno.
- Y que el tuyo. ¿Exageraba?
- En absoluto - se salía del cuerpo de Luisa y se acercaba a donde Bruno aun reposaba con Luisa encima. Le acercó el pene a la boca de Bruno con restos del semen aún - anda, goloso cabrón, termina de limpiarme, lo que mas te gusta.
- Mariconazo - le contestó Bruno - me conoces mejor que mi madre.
A raiz de aquella experiencia, Luisa decidió que su opción era el culo, era lo que le daba placer y además le daba caché. Cualquier calentona ponía su coño por delante en cuanto aparecía un rabo por el horizonte, con gomita o sin ella, que había pastillitas, de antes, de después y de enmedio. Ella daba un placer mas exquisito, y a partir de ahora podía gozar de dos en dos, eso además les sorprendía y ofrecía  un plus de morbo. Utilizar el culo era como entrar por la puerta trasera a un exclusivo club, donde además se entraba de incognito. Todo un tratamiento de VIP. De alguna forma gozar por el culo era una forma de rebeldia, de resistencia ante lo correcto.
Despues de correrse los tres quedaron desparramados por el suelo en la molicie final de la caricia sensual.
- ¿Puedo lamerte el coño? - preguntó Rashid mientras se lo acariciaba al cabo del rato.
- Se puede lamer, besar, chupar y todo lo que se te ocurra menos meterla.
Rashid empezó suavemente con la lengua a pasearla entre las ninfas y dar pequeños golpecitos en el clitoris. Cada vez con más intensidad.
- ¡Ay, sigue, sigue, me gusta.
Rashid continuó hacia atrás hasta alcanzar el ano. Tenía el ano de la reciente penetracion doble muy dilatado y el marroqui se ensañó con el, mordisqueandole los bordes y dejandolo nada mas que para ir a morder su clitoris. Luisa pedía más. Bruno ante el nuevo desarrollo había vuelto a endurecerse. Rashid hacia rato que estaba otra vez en perfectas condiciones.
- Comelé el culo tu a Bruno - susurró Rashid a Luisa - me apetece follarmelo como cuando estamos solos.
- Si pequeña, hazlo - dijo urgente Bruno - y yo me corro en tu boca mientras me folla Rashid.
Luisa no se lo pensó. Nunca había comido un culo, siempre habian usado el suyo nada mas. Se aplicó con fruición a lamerle el ano a Bruno. Le excitaba su olor a sudor, el sabor que tenia y le excitaba precisamente el sitio en el que ponia su lengua. Llevaba la lengua de ano a bolsas que intentaba que entraran en su boca y volvía al ano. Sentía como su ano recibía atención y ella intentaba hacer lo mismo que le hacían a ella. Al cabo de un rato Rashid abandonó su actividad y desalojo a Luisa del culo de Bruno.
- Comelé ahora el rabo a éste que yo se la voy a clavar.
Luisa se metió el pene de Bruno en la boca y sintió la primera arcada, pero lejos de echarla para atrás, insistió y cohibió la siguiente nausea, y la siguiente, pero cada vez intentaba que la verga de Bruno llegase más dentro. A la vez Rashid arremetía el culo de Bruno que gemía de gozo.
- Correte ya Bruno - dijo Rashid - que ya no me aguanto más.
Bruno cogió la cabeza de Luisa y aceleró el ritmo que ella llevaba para alcanzar el orgasmo. Luisa iba de nausea en nausea, los ojos le lloraban por las arcadas pero no se resistió al ritmo que Bruno le imponía.
- Ni te lo tragues ni lo escupas, zorrita - le ordenó Bruno a Luisa que ya se habia llevado la mano a su sexo y habia imprimido un ritmo de orgasmo acuciante.
Rashid emitió un gemido hondo y al tiempo Luisa sintió que el sabor de la verga de Bruno cambiaba y la boca se le llenaba de un liquido viscoso. En ese momento ella tambien empezo a correrse y su medio hermano se lanzó sobre su boca para que le pasase la lefa a su propia boca. En cuanto Rashid lo vio sin sacarsela siquiera le forzó la cabeza y compartieron mediante un beso intensisimo el semen recién eyaculado.
Se durmieron los tres sobre el suelo, hasta que apareció en el cuarto la madre de Bruno y los despertó.
- Vaya, vaya, Luisita. Te lo pasas bien con mi hijo y su novio.
Bruno inició su protesta y la madre le cortó
- Tu novio, Bruno. Yo no se si los demas se han dado cuenta ya. Pero hace ya muchos meses que pasáis demasiadas noches juntos. ¿Que ha sido de Raquel? La ultima muchacha que tan buena pinta tenía.
- Una sosaina - respondió el chico mientras jugueteaba con su verga sin ningun pudor - A los dos meses, aun no me habia consentido cogerle el coño, no ya follar, eso imposible.
Rashid si se puso de inmediato de pie y se protegia su sexo con las dos manos con la barbilla hundida en su pecho, completamente avergonzado y no dando credito a como se desarrollaba la conversación, totalmente espantado.
- Y tu, campeón no te tapes tanto - decía mientras le separaba las manos para verle el sexo - Que alegría y que contento tienes que tener a mi Bruno, eso en condiciones tiene que ser de traca - y le cogió el pene con la mano para sopesar el tamaño y en ese lance, empezó a crecer otra vez.
- Y de la niña que voy a decir. No pongas esa cara que lo se desde el principio. Siempre lo supe, y por el culo. Si Luisa, lo se todo.
- Hoy le hemos hecho una doble, tenías que haberlo visto, mama - le dijo Bruno a su madre poniendose de pie y echandole un brazo por el hombro a un Rashid sorprendidisimo - le dio un beso y continuó - ya ves cariño, que tengo mucha confianza con mi madre.
- Venga niña, tú a tu dormitorio, a ver si se va a despertar el papa de la niña, lo mismo ve a Rashid y se le antoja.
Rashid, con los ojos desorbitados no daba credito a lo que escuchaba.
- ¿Es que...? ni se atrevía a terminar la pregunta.
- Si, al padre, como a la niña, le tiene pillado el culo. Mi madre tiene cada protesis de esas de cinturón que da miedo, con la que le pone bien, pero vestido de sissi, con sus braguitas y sus bodys y ligueros.
- Mmm, que morbazo - se derritió Rashid.
- Te gustaría un día... - se dejó caer la madre de Bruno.
- Claro - dijo algo cortado - pero con éste y usted también.
- A ver como me lo trajino, y ya. Vamos, a dormir todo el mundo. Mañana será otro día y lavaros antes de meteros en la cama bien, que luego me toca a mi limpiar.

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