lunes, 1 de junio de 2020

EDUVIGIS - 2 -


- ¡Que asco, Roldan! necesitas lavarte y tirar esa ropa, hueles a mierda..., bueno, de eso hablaremos luego. A ver donde te enjuagas. Primero al pilón, pero antes donde Antonio, a ver si tiene algo que ponerte, esta ropa hay que quemarla. ¡Que asco, joder, que asco! Si padre se enterase, o Don Arsenio y Vicenta, tu novia.
- Don Arsenio, jajaja, cabronazo de Don Arsenio - musitó para el cuello de su camisa, pero Gaspar algo pudo entender.
- ¿Que has dicho de Don Arsenio y tu novia?
- Nada, Gasparillo, nada. Otro día hablamos. Te quiero hermano. En realidad siempre te he querido. Cuando de chicos ibamos al riachuelo a bañarnos desnudos, admiraba tu cuerpo, deseaba tocarlo, acariciarlo, besarlo. Por eso empezaba esas peleas tontas, deseaba fundirme con tu piel tostada.
- ¿Antonio? - susurró intentando no hacer mucho ruido Gaspar.
- Si, señorito Gaspar - abrió la puerta el mozo con su calzón de dormir.
- ¿Tendrías un camisón o algo de ropa para mi hermano? Está hecho un asco y vamos a bañarlo al pilón y a tirar su ropa.
- No la tiren. Es buen paño. Mi madre la lavará y adecentará para vestir de domigo e ir a misa de precepto, bueno, si a ustedes no les importa. Yo les doy un camison de buena franela.
- De acuerdo Antonio. Acompañanos al pilon a lavar a Roldan.
Roldan estaba como borracho a pesar de no haber bebido vino, se dejaba hacer como un polichinela de trapo, desmadejado. Antonio era el que le despojaba de sus ropas apestosas y las iba acumulando a su lado. 
- Me habría gustado cagarle la boca, señorito - le dijo al oído en una de las ocasiones en que estaban casi abrazados mientras le desnudaban.
- A mi también, chaval, a mi también. Ya tendremos tiempo.
- ¿Que decis? - preguntó intrigado Gaspar
- Nada, hermano, cosas de hombres, ¿verdad, Antonio? - y soltó una carcajada desfallecida.
Entre los dos metieron a Roldan al pilón de agua helada que le despejó por completo.
- ¡Cabrones, hijos de mala madre! ¿que hacéis?
- Venga, Roldan, ya está, sal de ahí, toma un lienzo, secate y ponte el camisón. Ya está bien la broma.
- ¿Broma? - Roldan, se sonrió mirando a su hermano atravesandolo con la mirada - broma. ¡cuanto te falta por aprender, hermanito!
Intentando no hacer mucho ruido, los hermanos se encaminaron a su cuarto. 
- ¿Porqué has dicho que tengo mucho que aprender? 
- ¡Chsst! Gaspar, en esa habitación duerme Eduvigis, la vas a despertar.
A Eduvigis la sobresaltó un sonido. Se incorporó en la cama prestando oidos a posibles ruidos. Escuchó la puerta de al lado abrirse y luego un murmullo como de conversación. Se levantó de la cama con cuidado de que el somier no chirriase y se acercó a la puerta. Puso atención a la conversación pero era solo un murmullo incomprensible. Con el corazón encogido abrió con sigilo la puerta de su alcoba y miró a un lado y otro del pasillo. Nadie. Con la respiración contenida se aventuró fuera y descalza como iba se aproximó a la puerta de sus hermanos.
- ¿Me dejas que me meta desnudo en tu cama, Gaspar? Quiero sentirte cerca de ti, acariciarte, besarte.
- Venga, la cama es grande, métete conmigo.
- Pero tu desnudo, también. Quiero ser yo mismo, no el automata, en el que me han convertido. Quiero que me abraces, que seas feliz con tu hermano, que seas una carne con mi carne.
Roldan se metió desnudo en la cama. Gaspar seguía con su camisón de noche. Roldan no dijo nada, pero deslizó su mano a la entrepierna de Gaspar y comprobó que su hermano estaba muy excitado. Reposó la cabeza en el pecho de Gaspar.
- Gaspar, hermano - hizo una pausa para reclamar toda la atención -  besame, por favor - sin dejar de dispensar caricias de seda en su sexo.
Cuando Eduvigis abrió con sigilo la puerta del cuarto de sus hermanos, después de cerciorarse que no era una fantasia de ensoñación lo que escuchaba, Gaspar se estaba despojando de su ropa y ya rozaba sus labios con los de su hermano. Ninguno de los dos, con los ojos cerrados y entregados totalmente al beso no se percataron que Eduvigis estaba ya a los pies de la cama de Gaspar.
Eduvigis se quitó así mismo su camisón y sus bragas y quedó desnuda.
- ¿Os queréis mucho, verdad. A mi me queréis también? 
Al escuchar la voz de su hermanastra tan nitida y tan cerca, sin dejar de besarse por un instante, abrieron los ojos y luego se incorporaron los dos en la cama.
- Eduvigis, ¿que haces aquí, así, así, desnuda, tan bonita? Estamos..., estamos..., Roldan no acertaba con la palabra adecuada.
- Estáis besandoos, porque os queréis mucho. Yo te quiero tambien mucho Roldan y recuerdo con delicia tu sabor. Quiero volver a probarte, bueno y el de Gaspar también quiero saber que delicado aroma tiene. Bueno, ¿me admitis en vuestra cama o me tendré que ir a la mía sola?
- Tu..., tu, ya, ya, con ella, tu, no me habías dicho - Gaspar no daba credito a lo que su hermanastra acababa de revelar.
- Claro cariño - dijo muy suave Roldan, ven con nosotros - y dirigiendose a Gaspar - de momento vamos a querernos sin hipocresias, querernos como hombres y mujer y ya habrá tiempo para explicaciones, ¿verdad, preciosa?
Eduvigis se metió en la cama entre los dos hermanos que sin soltarse sus sexos duros y vibrantes se abalanzaron sobre los pezones de la chica. Eduvigis empezó a gemir y con sus manos a buscar los penes de los dos que renunciaron a sus presas por el sexo de la niña. Fue Gaspar el que manipulando las ninfas de su hermana y estimulando su clitoris que ya se encontraba duro y elastico inainuó un dedo por la vagina,  luego dos y tres haciendola gozar de la penetración digital. Roldan por su parte urgó entre los pliegues de su entrepierna hasta dar con el ano de Eduvigis, lo acarició y se extendió hasta delante hasta encontrar la mano de Gaspar penetrando a la chica. Se zambulló entonces, entre las sabanas hasta llegar al pliegue de los cachetes y buscando con la lengua encontró el premio, el ano de Eduvigis no era todo lo prieto que se esperaría en una niña de casi quince años. Pero disfrutaba insinuando su lengua dentro. Gaspar por su parte guiado por su juicio nublado por el deseo se puso de lado buscando con su verga la vagina de su hermana. Eduvigis al sentir lo que quería Gaspar se giró para facilitarle la labor. Gaspar penetró sin dificultad profundamente a Eduvigis.
- No te vayas a correr, Gaspar, no deberia quedarme embarazada ahora, prefiero que intentéis los dos hacerlo al tiempo por detrás. ¿os atrevéis?
- Es verdad - le dijo Roldan - que estas muy dilatada por detrás, pero preferiria dejarle a Gaspar que te lo haga y disfrute de tu puerta trasera, como antes, ya han disfrutado otros, ¿a que no me equivoco, mi pequeña?
- ¿Y tú, cariño? 
- Mientras mi hermano te folla como una perra, por el culo, zorrita, amor, tu me la comes y me corro en tu boca y yo recojo después de tu culo el jugo de mi querido hermano.
- ¿Lo vas a hacer otra vez? - dijo sorprendido Gaspar - se ve que te gusta.
- Me vuelve loco, lástima de la polla de Antonio que podia volver a follarme.
- ¿Antonio, el mozo de cuadras? - se escandalizó la chica.
- Ya te contaremos - dijo Gaspar - te sorprendera. Tenemos toda una semana para ilustrarnos. Tu también deberás explicarnos algunas cosas, como ¿que ha pasado para que tengas el coño de una puta experimentada? porque tu virgo es historia.
- Y que o quien ha visitado tu puerta de atrás para que lo tengas tan apetitoso y hospitalario.
Eduvigis cohibió una risa complice y se volvió hacia Roldan para dar la espalda a Gaspar. Este no esperó, en el momento que tuvo a su alcance el ano de Eduvigis no tuvo ningún cuidado, de un golpe severo de caderas entró hasta las entrañas de su hermanastra que emitió un gemido de entre dolor y deseo, e inmediatamente empezó a culear de manera que Gaspar no tuvo que hacer ningún trabajo. Roldan se aupó hasta poner su capullo al alcance de la boca de Eduvigis que avariciosa se la tragó entera recibiendo por delante y por detrás. Cuando Roldan escuchó que su hermano estaba proximo a su eyaculación, lo hizo él en la boca de la chica y aún eyaculando se salió de la boca y buscó con la suya su propio semen que la chica no había tragado todavía, se lo robó practicamente de la boca y se lanzó a la boca de Gaspar que al sentir la leche de su hermano eyaculó sin recordar que debía mantener silencio. Nada mas terminar, Roldan le empujó fuera de Eduvigis y como hizo poco antes en el ano de Antonio lo hizo ahora en el de Eduvigis. Para a continuación, volcarse sobre el sexo de la chica y hacerle tocar su cielo con su lengua lubricada de esperma de ambos hermanos y suaves mordisquitos. 
- Mañana hablamos, cariño - le susurró al oído Roldan a su hermana dandole un beso suave en los labios - ahora vete ya a tu alcoba, no nos vayan a pillar en falta y tengamos que apagar un incendio.
Eduvigis se fue sigilosa a su cama y los hermanos quedaron satisfechos.
- ¿No te vas a ir a tu cama, Roldan?
- No, aún no - le miró intensamente a los ojos y le besó con ansia miéntras sentía en su mano como el cuerpo de su hermano reaccionaba - tenemos edad y fuerza para no parar de follar. Te has follado a la niña, ahora tienes que follarte a tu hermano mayor. A ver que culo te satisface más.
- No se si podré Roldan.
- Te pondré a tono antes con mi boca prodigiosa. Conseguí que el caballo se corriera enseguida, espero que tu aguantes lo suficiente para podermela clavar y preñarme.
Dicho y hecho, se sumergió en la entrepierna del hermano haciendo llegar su pene hasta dentro del todo y con movimientos deglutorios consiguió masajear el capullo de su hermano que tardó poco en avisar a su hermano que se venía. Fueron pocos segundos los que Roldan tardó en poner el culo a su hermano, que entró con meditada lentitud y corriendose a medida que entraba. Cuando acabó se salió de su hermano y los dos quedaron boca arriba, momento en el que Roldan comenzó a masturbarse y fue Gaspar el que arrebató el pene a su hermano y finalizó la masturbación. La eyaculación saltó hasta su pecho y tripa dejando a Roldan derrengado. Pero lo que no se esperaba es que Gaspar con parsimonia, sin apartar sus ojos de los ojos de su hermano se inclinó sobre su torso y comenzó a lamer el semen que adornaba el cuerpo de Roldan. Éste entornó sus ojos y se deleitaba sintiendo la seda de la lengua. Cuando Gaspar consideró que había recogido suficiente fluido se inclinó sobre la boca de su hermano y se fundió con él en un torrido beso. Después de recrearse el uno con el otro se quedaron profundamente dormidos abrazados como amantes que saben que es su ultima noche juntos.

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