sábado, 15 de mayo de 2021

UNA FAMILIA AVENIDA (1)

 

Cumplo 18 en noviembre y hecha la selectividad, pues si, he sacado plaza en Medicina, de milagro, es verdad, pero estoy dentro. Mi padre se ha empeñado en que el primer año lo pasé en una residencia, lo que, aquí entre nosotros, no me viene nada mal; lo prefiero, ya me explicaré. 
Mi padre me venía diciendo desde hacía una semana que fuese a decírselo a mi abuelo, su padre, en persona, antes de que me fuese a casa de mi madre. Mi madre se separó de mi padre cuando yo tenía los quince. Mi madre, profesora de inglés, se enrolló con la de Lengua y se largó a vivir con ella. Cómo yo era mayorcito pactaron custodia compartida y la verdad es que no eran ninguno de los dos muy estrictos. No se llevan mal. A mi madre y a la de lengua que es algo más joven les ha entrado la tontuna y han comprado semen por internet a un banco de Finlandia con todos los avíos para inyectarselo la de Lengua y quedarse preñada. Supongo que mi madre le comerá el coño primero y luego le pegará el jeringazo como si ella la hubiese preñado. Cuando me lo dijo puse cara de logaritmo y pregunté que si podría llamarle hermano/a, según y me dijo la de lengua que como a mí me pareciese. Total que cuando eso naciera yo ya estaría prácticamente en el quinto coño y poco me importaría. Pero a lo que iba. Que tenía que ir a casa del abuelo Víctor a darle la noticia (y si había suerte a embolsillarme algo para abrir boca en Granada cuando empezase el curso).
- Abuelo, soy Víctor José. ¿Puedo ir a comer con vosotros?
- Claro, hijo. Que alegría me das. A tu abuela, aunque no se entere de nada, seguro que también le da alegría.
Mi abuela, cuando se enteró que a su niño le había dejado la lagartona, como ella la llamaba a mi madre, por otra mujer, le dió una congestión que la dejó como un geranio. Mi abuelo y el cuidador, un nigeriano muy responsable y simpático se ocupaban de que estuviese siempre aseada y en situación de revista. ¿Que porqué un hombre? Mi abuela era entradita en carnes y las tres mujeres que hubo antes que Nelson se despidieron con ciática. Nelson la manejaba como una pluma y tanto mi abuelo como ella (parecía) estaban muy contentos.
- ¿Que quieres que te ponga?
- Abuelo, tus fetuchini Alfredo no los voy a comer hasta que vuelva en vacaciones y luego tu empanada de chouvas.
- Si hay en la plaza, hecho, si no una de carne.
- Venga vale. ¿Para mañana?
- Si Víctor, hoy ya no me da tiempo.
- Pues hasta mañana.
Llegué a casa del abuelo a las doce o así. Olía a empanada de sardinas que daba regalo.
Me abrió la puerta Nelson. Un negro de Nigeria, cristiano que tuvo que salir por patas de su país que los musulmanes radicales se lo querían merendar. Sonriente, grandote y sin una gota de grasa. La piel ébano brillante daban ganas de tocarla para cerciorarse que no era una escultura.
- Tu abuelo está guisando, Víctor.
- Gracias Nelson.
El abuelo salió de la cocina con los brazos abiertos y su delantal. Abuelo Víctor siempre hizo deporte, esquí sobre todo, y se mantenía, solo renqueaba de las rodillas como todos los esquiadores. Era fuerte. Me estrechó contra él, haciendo que nuestras cabezas se cruzasen de forma que pudiésemos quedar más cerca. Y de pronto me di cuenta que sus caderas se basculaban hacia adelante, con lo que el contacto de nuestras pelvis era muy estrecho y noté claro como el amanecer que el abuelo me ponía el rabo. Intenté separarme pero su mano izquierda como si fuera de acero me impedía el balanceo de mis  caderas hacia atrás y estaba a punto ya de protestar cuando me susurró al oído.
- Ya me he enterado que tienes novio. Que calladito te lo tenías.
Y se me cayeron todos los palos del sombrajo. Me aflojé y me di cuenta que me encendía como una bombilla de cien watios.
- Abuelo..., yo, deja...
- A callar, sinvergonzon - y tal como lo decía me daba un chupetón en el cuello que me pusieron los pelos como escarpias y disparó mi polla a reventar.
- Abuelo, abuelo, que - mi polla, pantalones mediante chocó con la del abuelo y me morí - que yo, ¡joder abuelo, que yo no.
- Vaya, creía que eras impotente. Con que la tengas dura al menos como la de tu padre
- ¡Queeeee! 
- Tranquilízate. Tenemos mucho de lo que hablar.
- ¿Entonces ha sido mi padre quien te lo ha dicho?
- Claro cariño - deshizo el abrazo y sopesó con su mano mi paquete, me dejó paralizado - y pasamos un buen rato. Cómo se reía, porqué fue más o menos como yo le pillé a él con sus novios.
- Abuelo, que me va a dar un infarto. Joder esto es demasiado para un solo día.
- Ven, vamos a sentarnos a tomarnos una cerveza con tu abuela. Ella no se entera de nada, pero le gusta que estemos con ella.
Nos sentamos en una salita con una mesa camilla cada uno en un sillón. La abuela en su silla de ruedas sonreía de una forma ausente. Le di un beso y de la forma más natural con un pañuelito se limpió la mejilla del beso sin dejar de sonreír.
- Abuelo, has dicho "novios" dos al menos
- Bueno, en realidad, estaba tu padre con un amigo y su novia. La pareja follaba y el chico se la chupaba a tu padre. La verdad es que se dejaron la puerta entreabierta. Tu abuela había ido a casa de su hermana, una semana, que estaba mala, a echarla una mano, tu padre se confió en que yo solía cenar en el casino cuando tu abuela no estaba y los pillé. Me puso a diez mil verlos y llego un momento que con los pantalones en los tobillos y la polla en la mano debí empujar un poco la puerta para tener mejor angulo de visión  y tu padre que estaba mirando hacia donde yo estaba, me vio, me di cuenta que ya no había  más que enseñar las cartas y abrí la puerta del todo. Me corrí enseguida y tu padre al verme no se acojonó sino que le metió la polla a su amigo hasta la garganta y le atragantó de tal manera que tuvo que dejar el polvo y entonces me vio que daba los últimos golpes de leche. Me miró a mi, miró luego a tu padre que ya se estaba corriendo y en dos golpes se corrió él. La chica se incorporó, porque no entendía que había sucedido. Era una rubita, delgadita de ojos azul cielo grandísimos. Me enamoró y no me lo pensé, me fui para ella hundí la cabeza entre las piernas y le comí con toda el ansia del mundo. Se corrió enseguida. Acabamos los cuatro tomándonos una cerveza y riéndonos del sucedido.
- Si, ¿pero cómo llego mi padre a esa situación? Quien estaba enrollado con quien y quien fue el tercero.
- Esto querido Victor, va de sorpresas. El chico que tenía su novia, Raul, creo que era. Y la  chiquilla, Paloma, salian juntos. Además tu padre y Raul, pues lo propio de la adolescencia, por lo menos en aquellos días, quien la tiene mas grande, tengo una revista porno, en ingles naturalmente, nos hacemos un pajote "si pero cada uno con la suya" sin quitar ojo de la polla del amigo. Y asi hasta una fiesta del insti, donde por supuesto no se consumia alcohol, pero todo el mundo acababa pedo. Y esto me lo dijo después tu padre. Raul acompañó a casa a tu padre
- Perdona abuelo. Ese Raul es ese gordo, calvo, con su mujer bajita, pelirroja del bote con los que sale alguna vez mi padre.
- Ese. Pero que también tuvo sus catorce años. Bueno, sigo. Raul llegó a casa pero ya no podía mas y se quedó a dormir. Hasta que de madrugada, se marcaron un 69 de libro, y tal como se corrieron se volvieron a quedar fritos. Por la mañana, Raul se levantó, se vistió y se fue. Yo escuché a tu padre por telefono decir " joder, Raul, ¿y que? no me vengas con que no te acuerdas, yo estaba igual de pedo que tu y si me acuerdo, ¿Raúl, Raúl? será maricón, me ha colgado. Esa tarde tu padre fue a casa de Raul a pedir explicaciones. Tu padre al parecer le hizo entrar en razones y en plan reconciliación y eso terminaron dandose un beso de tornillo preparando la oficializacion de su enrolle y entró Paloma en la habitación, que había ido a ver a Raúl, aún no eran novios, y se los encontró de esa guisa. A ella al parecer le gustaban los dos y acabaron haciendo un trio, que acabó en noviazgo de Raúl con Paloma. Luego en la facultad tu padre conoció a tu madre y creo que dejaron eso que hoy se llama poliamor. Cuando tu madre dejó a tu padre retomaron la relación. Y ahora cuéntame tú de primera mano como te ha pillado mi hijo.
- Abuelo, yo conozco a Cayetano desde primaria. Con siete años ya nos la chupabamos en los aseos del colegio, y me parece que la primera paja no me la hice yo, se la hice a él. Nos sentabamos juntos en el pupitre y un dia, tendriamos nueve años, me dijo que le metiese la mano en el bolsillo del pantalon. Se lo había descosido y le cogí el rabo y por instinto empece, abajo, arriba, abajo, arriba hasta que se encogió y empezó a quejarse. Estaba en  clase Emilio un maestro mayor que nos dijo "eh, vosotros, los de atrás lo que tengais que hacer fuera de mi clase" no se si alguien lo entendió pero nosotros si.
Caye viene a casa a estudiar o yo voy a la suya y siempre acabamos viendo porno, casi siempre gay y a veces ftm
- ¿ftm? Que es eso.
- Sexo trans sin operar. Suelen ser chicas que se hormonan y se quitan los pechos, pero conservan el coño, o chicos con unos mandaos tremendos y cuerpo y tetas de chica.
- ¡Ah! Pues mira follarse un coño en un cuerpo de tío tiene que estar bien
- O que te parta el culo una tia de impresión con una polla de competición, Abuelo.
- Para polla de escandalo la de Nelson. Jesus, Victor, desde que lo tengo en casa no tengo problemas de dolores sodomiticos. Me ha ahormado a su tamaño. Y lo hace de bien.
- Abuelo, pero Nelson..., tú...,
- Si te llama la atención luego vamos al cuarto los tres. Si te atreves con seis centimetros de diametro y veinticinco de largo, Nelson no va a tener inconveniente. Nelson tuvo que salir de su tierra tanto por la religión como por su sexualidad, lo iban a matar. Es muy buena persona. Bueno, pero termina de contarme como os pilló tu padre.

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