domingo, 27 de febrero de 2022

MI PADRE (4)

 

- Papá, explícame una cosa
Pedro acababa de salir de la alcoba con Neftalí después de dos horas de holgar con morosidad.
Salían del cuarto desnudos con sus genitales aún de buen tamaño aunque detumescentes. Neftalí apoyaba su cabeza en el hombro de Pedro. Era innegable que al menos el chico judío estaba perdidamente enamorado de Pedro.
- Qué
- Si eres gay, ¿como es que vi a esa Cris mamarte la polla?
Alejandro comenzó a reírse nerviosamente, sin poder hablar, atragantandose, tosiendo sin poder contestar a su hijo. Finalmente se serenó.
- Hijo. ¿No te dije que aquel amigo de tu madre en el comedor universitario se llamaba Cristobal? Pues Cris es la feminización del nombre, porque aquel chaval quiso transformarse. Ahora Cristóbal es trans, aunque aún no se ha decidido a operarse, solo se ha hormonado y por eso tiene tetas y caderas, pero el mandao es el mismo. Y la boca desde luego también. No he visto nadie que la chupe como él. Por cierto, hijo, ¿fue bien con el lubricante?
Neftalí levantó la cabeza del hombro de Pedro y contestó él.
- Nunca lo hubiera imaginado. Yo iba dispuesto a soportar la tortura de dolor como fuese, pero mi sorpresa es que con esa cosa, la primera vez...
- ¿La primera vez? pues cuántas veces han sido.
- Papá, por favor, que lubricante, que gustazo, han sido tres veces.
- Si, tres. La primera me dilató Pedro primero con los dedos con mucha paciencia y cuánto me la metió lo que sentí fue tensión, no dolor. Él fue despacio y cuando me di cuenta me toqué a ver si iba entrando y le toqué los huevos a Pedro que chocaban con mi culo. ¡La tenía entera dentro! Pedro empezó a bombear y me sorprendí porque empezaba a correrme. Me invadió una sensación intensísima de placer y deseo de entrega que me hizo saber lo que era la felicidad total. El paraíso. No quería que Pedro la sacase nunca. Pedro se corrió enseguida y me sentí un dios. Tenía necesidad de gritar que era posesión de tu hijo. No quería que aquello acabase. Después de eso, a tu hijo no se le bajaba y le rogué que me la sacase que quería chuparsela.
- ¿Y si llega a salir manchada de mierda?
- Lo pensé. Me daba igual. Estaba dispuesto a todo, todo. Habría muerto en ese momento y me habría dado igual. Antes de metermela en la boca, la oli. Aún destilaba semen y si, olía a mi mierda. Y me encantó porque era su polla la que olía. Me la metí en la boca con delectación. Lo disfruté, dios, si que lo disfruté. Me gustaba atragantarme con ella, babear y llorar sin tener pena por lo que hacerlo, solo la alegría de saber que su capullo me golpeaba la garganta. Porque su hijo la tiene de buen tamaño. Si por el culo disfruté por la boca fue el colmo y más cuando Pedro se contorsiónó hasta que formamos el perfecto 69. Yo con su polla en la boca y el con su boca en mi culo. Perfecto. Mi ano dilatado permitía ser explorado por su lengua. Los dos degustabamos al tiempo el mismo manjar, el sabor a mi y yo el sabor a mi en él. Hubo un momento que Pedro se la metió en la boca y no pude aguantarme y tal como yo me corría en su boca el empezó a hacerlo en la mía. Me agradó el sabor de su semen y me lo tragué, me satisfizo hacerlo y cuando creí que todo había terminado, Pedro que no había rechazado mi eyaculación de su boca se vino sobre mí y con un beso muy pasional me hizo compartir mi propio licor. Así lo consumimos. Quedamos abrazados besandonos sin parar hasta que sentí como nos revivía el sexo. Su hijo me susurró al oído que quería follarme otra vez. Levanté las piernas y le dije que me follase eternamente. Ya no hizo falta lubricante. Entró como un mechero encendido en un bloque de mantequilla. Creí desmayarme de placer. Este duró más. Pedro entraba y salía de mi mientras me besaba solo rozando sus labios con los míos. Todo se desarrolló muy lento. Y llegó un momento en que me dijo al oído que se iba a correr, que me quería y que querría que no nos separaremos jamás, dijo "Allá va" y tan lento como se había desarrollado todo dio seis embates más fuertes vaciandose dentro de mi. Yo me sacudí tres o cuatro veces y salió un surtidor de semen en cuatro veces y nos quedamos así, desfallecidos los dos un maravilloso rato en que cada centímetro de mi piel sentía a tu hijo en contacto conmigo. Será irrepetible. ¿Verdad, Pedro?
- Increíble, papá. Yo no sabía que el placer sexual pudiera tener estos matices. No sé cómo será con una chica, lo probaré, pero desde luego con Neftalí sería algo que repetiría una y otra vida.
- Si así os expresais con quince, cuando tengáis treinta, el Nóbel. Y poneros algo que Cris está a punto de llegar y no quiero que se crea que ha sido algo a tres, en plan pedófilo. Si Neftalí va a quedarse aquí una temporada, quedaros mi cuarto, tiene la cama grande y yo me voy a la otra, porque, por lo que veo, Pedro no va a volver a dormir con su padre. Déjale algo de ropa y mañana iré yo a su casa a decirle a su padre que se queda aquí hasta que él recapacite.
- No, de verdad, déjelo. Iré yo cuando no esté mi padre y mi madre me hará la maleta.
En ese momento se escuchó la llave en la puerta.
- Venga ir a vestiros.
- ¿Con quien hablabas, cariño?
- Con Pedro y un amigo, compañero, amante y no sé si algo más.
- Un amante, ¿Pedro?
- Un compañero de instituto
- ¡Menor! Tu te has vuelto loco
- Le ha echado su padre de casa por maricón. Judíos ultraortodoxos, un rabino de espada flamígera y un padre cólera de Dios.
Han estado follando con la inocencia de su edad durante dos largas horas en nuestro dormitorio, y no te puedo ocultar que estuve con la oreja escuchando en la puerta masturbándome lentamente. ¡Joder Cris!, era el primer polvo de mi hijo, con un amigo, no una amiga. Sentía una especie de íntima satisfacción porque había salido a mí, era maricón, como yo. Estaba pletórico y satisfecho por ello, por eso la paja fue tan satisfactoria. Y a ti no te puedo mentir. Deseé follar con ellos, enseñarles las zonas gatillo, los trucos, las precauciones. Enseñarles todo lo que yo he aprendido en toda la vida y verles disfrutar..., y yo con ellos.
Pedro y Neftalí acababan de entrar en la habitación cada uno con un pijama de pantalón corto.
- ¿Que es eso que nos ibas a enseñar, papá?
- Esto. Además aprovecho que está aquí Cris y todo resultará más aséptico.
Se desató el batin y lo dejó caer al suelo. Estaba espléndidamente desnudo. Neftalí se quedó impactado por el cuerpo del padre de su amigo.
- Vaya cuerpo de escándalo que tiene tu padre. Si tu vas a ser así no pienso perderte la pista.
- No se trata de que admires mi cuerpo. Me cuido es verdad, pero hubo un tiempo en el que no lo hacia. Me volvían loco los cuartos oscuros y que la imaginación diese forma a todo aquello que entraba en contacto conmigo. Hasta que sucedió esto.
Se levantó su pene fláccido y se retrajo el pellejo peneano. En la zona del frenillo había una área cicatricial realmente fea y repulsiva.
- A Cris ya le da igual, aunque al principio le costó unos meses de incomodidad.
- ¿Incomodidad porque tú te hieras el capullo? Papá no se en que le pudo afectar a él.
Cris se acercó a los chicos y sacó la lengua. Le faltaba un trocito de la punta.
- Espera, espera, Cris, ¿Le pegastes un muerdo a mi padre en el capullo, tan arrebatado estabas como para eso?
Alejandro miró a Cris condescendientemente para con los chicos.
- ¿Tú o yo?
- Cuéntaselo tu Ale, que al fin y al cabo tu lo pillaste y me lo pegaste.
- Ya os he dicho que yo era un rendido adicto a los cuartos oscuros y allí follaba cualquier culo que se me acercase. ¿Había boquete? allá la metía yo. Y como es lógico no me daba cuenta de los culos que tenían esas verrugas tan desagradables. Y así me pille las verrugas genitales que son relativamente lentas de crecimiento y cuando me di cuenta de que aquello crecía e incluso dolía al meterla era ya demasiado tarde, Cristóbal lo había pillado en la lengua, como lo pudo haber pillado en el culo. A mi me costó una dolorosa intervención para quemarme y erradicar las lesiones y a Cris le costó un trozo de lengua que le estuvo dando que hacer durante seis meses.
Pedro se acercó a ver de cerca el glande de su padre. Lo cogió con dos dedos de entomólogo y reclamó la presencia de Neftalí para que viese de cerca la cicatriz.
Neftalí miró a Alejandro, luego a Cris y después se acercó, se acuclilló para verlo bien y Pedro le acercó el capullo de su padre a la nariz del amigo.
- ¿Te gusta, como huele?
- Como la tuya más o menos
Pedro clavó la mirada con gesto pícaro a Neftalí y sonrió apretando los labios. El amigo comprendió las intenciones de Pedro y puso cara de sorpresa, a lo que Pedro guiñó un ojo y Neftalí sin pensárselo se metió el capullo de Alejandro en la boca.
- ¡Eh! Quita, ¿Que haces?
Neftalí se había hecho con el pene de Alejandro en su boca que ya crecía a ojos vistas. Para cuando consiguió con la intervención de Cris, que Neftalí se retirase la polla ya era muy grande. Cris se la metió entonces en la boca hasta dentro.
- Está polla tan preciosa es mía, niño.
Cris le echó una mirada maliciosa a Alejandro y otra a Pedro.
- Aunque, claro, no hay que ser avaricioso y las cosas se prestan.
Pedro y Neftalí se lanzaron sobre los genitales de Alejandro. Éste se quedó petrificado, sorprendido sin saber a qué atenerse durante un segundo hasta que reaccionó.
- ¡Fuera de aquí, par de ninfulos! Y tú también Cris, ¿Te has vuelto loco? Es mi hijo joder. ¡Coño, Pedro! no has tenido suficiente con tres polvos hace nada.
- ¿Que estos dos micurrias acaban de echar tres polvos? ¡Jooooder! Ustedes no han tenido suficiente que os queréis cepillar a mi novio también.
- Papá, lo siento. Estábamos jugando, nada más. No te mosquees, de verdad 
Pedro se abrazó a su padre poniendo su cara sobre el pecho de su padre.
- Perdona, papá, perdona.
- Vamos a preparar algo de comer y a ver cómo nos organizamos. Y ya mañana hablaremos de todo. ¿Cris, te vas a quedar o te vas?
- Me voy a ir, Ale. Tendréis que hablar de mil cosas. Mañana hablamos.


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