miércoles, 8 de septiembre de 2021

TODO QUEDA EN FAMILIA (12)

 

La selva se acercaba vertiginosa al avión y desde la ventanilla no se divisaba ninguna pista. Se me agarró una manaza a las tripas y estrujó, "se te ha puesto la cara blanca, Alex. No te preocupes que pista de aterrizaje hay, hasta torre para guía. En diez minutos en tierra. Nos estará esperando Roque con el Jeep" le miré interrogativo, "Roque es mi mano derecha en la finca. Le conocí en Sau Paulo en un club de ligue hace dos años, cuando compré la finca. Me sacó de un apuro grave. Le debo la vida" Me desentendí del aterrizaje y sin abrir la boca, entorné los ojos y él ya sabía que quería que me contaste más, "En Sao Paulo cerré el trato de la finca, solo cincuenta millones de dólares y el corredor, Roque, que se llevó un buen corretaje, una fortuna, me caló a la segunda vez que le dejé zambullirse en mi pupila. Con los papeles de la finca en el bolsillo, me propuso celebrar, 'conozco un club muy exclusivo con gente de esa que solo se ve en las revistas. Hay que llamar y pedir permiso para ir. Está abierto al público pero siempre tiene el aforo completo. Mulatos de piel de melocotón, esculturas de Fidias ambulantes, y una dotación que parece sacada de un cuento extraterrestre. Son caros, es verdad, pero son personajes de sueño húmedo hechos carne' pidió las plazas y rápidamente se las concedieron, 'aunque enorme, Sao Paulo es un patio de vecinos, bueno, varios patios, algunos muy restringidos y el patio en el que por patrimonio y ecos financieros tú te mueves esa compra ha sido un tsunami. Todos van a querer conocerte. El olor del dinero es tan fuerte para esa gente, como el de la carroña para las hienas' luego me preguntó que qué tipo me gustaba y se me fue la memoria a tí despidiéndose de mi cuando me fui de casa y recordé tu olor a limpio y lavanda y el calor de niño que me trasmitidas a través de tu piel limpia y fresca. ¿Sabes? me felicité de poder irme, pero a lo que íbamos" se encendió el aviso de los cinturones, nos los ajustamos y Andrés continuó, "Roque me preguntó qué edad era mi meta y le contesté que por imperativo legal la mayoría de edad. Me dijo en voz baja que podría tener algo más tierno para mí y le di largas diciéndole que cuando tuviese la finca acondicionada. Llegamos al club. Espera, aterrizamos" el chirrido de las ruedas y el pequeño salto que dimos con el ruido de los motores en reversa nos mantuvo en silencio hasta que el jet se detuvo.
Según descendíamos del avión vimos acercarse un Range Rover descubierto, al volante un hombre de unos cincuenta años con un bigote poblado muy negro y aspecto resuelto y vigoroso, "te pongo en antecedentes, Alex, para que lo sepas. Ese que viene al volante es Roque. No te dejes engañar por el aspecto, en la cama en una sissy, lleva su castidad extrema desde hace años, se podría decir que no tiene polla y solo para orinar, por cierto que lo tiene que hacer sentado, no tiene con que apuntar. Huevos tampoco tiene, el año pasado con un amo que se agenció le dió tal paliza en los huevos que uno de ellos lo perdió y le dijo al urólogo que se llevase el otro también que no necesitaba para nada" la verdad es que el aspecto del hombre, tan rudo y moreno no permitían sospechar nada, "y te preguntarás que siendo tan nena como me sacó de aquel apuro. Es nena en la cama, no te fíes, cuando tiene que ser implacable te deja con la boca abierta. Tenemos en la finca una pequeñísima explotación de diamantes, no produce mucho, pero de una pureza excepcional. Pillaron a uno sacando una piedra con impurezas, las vendemos a la industria y me lo trajeron y se lo dejé a Roque. Nunca más volverá a pasarle por la imaginación coger nada. Lleva un tapón como tú solo que él es irrecuperable. Lo tuvo al antojo de un pony todo un mes, a todas horas, pensamos que lo mataría, pero no, sobrevivió con las hierbas de los araucanos, que le curaron pero la mierda, sin tapón, se le cae"
Roque bajó del Jeep de un salto y vino sonriente, con su panamá impoluto a saludarnos, "señorito Alex, aquí no tiene que preocuparse de nada, lo que quiera, necesite o se le antoje, Roque es su hombre" le contesté con la misma naturalidad que me explicase como fue que le sacó a mi hermano de un apuro, "un apuro es que te entre un apretón y no tengas como aliviarte, lo de Don Andrés era peor. En determinados sitios si quieres suicidarte no tienes más que aventurarte. Fuimos a un club exclusivisimo, de putos de bandera, de los de tres mil dólares la noche y a tu hermano solo se le ocurrió encapricharse de un macarra de camarero. Yo he vivido muchos años la noche de Sao Paulo y enseguida me di cuenta de lo que pasaba. Le llevó por la puerta de empleados al callejón y llegaron tres compadres a sacarle la piel. Yo anduve listo y salí con mi Glok de 16 balas y los puse en retirada. Solo tuve que dar un disparo al aire"
"Y en ese momento comprendí que Roque de ahí en adelante tenía que ser mi hombre en Brasil" mi hermano rodeo la cintura del hombre y le atrajo cariñosamente hacia él, y el le pasó el brazo por el cuello y le dio un beso en la frente, "yo comprendí también que tu hermano y yo estábamos hechos el uno para el otro, así que en cuanto me lo propuso no lo dudé" y se acercó a mí oído y continuó en voz baja, "no lo dudé por las seis cifras de sueldo anuales".
La casa grande, como todo el mundo la llamaba, era una auténtica mansión georgiana del XVIII, le faltaban los esclavos, pero por lo demás intercambiable. Las cuadras para sus caballos eran habitaciones de lujo y las viviendas del personal bungalows de vacaciones, "Don Andrés no repara en gastos en lo que al personal se refiere, por eso aquí no hay una queja. Con Don Andrés siempre se puede dialogar y si tienes la razón te la asiste" estaba claro que Roque estaba absolutamente rendido a mi hermano. Aquella noche en la cena con Carmelo y con Andrés no lo dejé pasar más y pregunté de donde había salido tanta pasta.
"Te dije que el pedófilo este, Marcelo, me contrató en su empresa. Me di cuenta enseguida de lo que allí se cocía y la cantidad de contratos que se firmaban. Decidí que tenía que entrar en ese mundo. Le dije a Marcelo que quería aprender y me puso a estudiar inglés de forma acelerada. El corría con todos los gastos y me dio tres meses para hablarlo y entenderlo correctamente. Me dijo: 'en tres meses en Lovaina comienza un curso de iniciación a la robótica. Si consigues la excelencia en inglés en estos tres meses yo te pago la inscripción y la estancia en Bélgica, luego para los tres mejores expedientes hay una beca de un año en el MIT, que, financia la empresa. Si lo consigues, cuando salgas de allí, serás una autoridad en robótica y firmaras un contrato de exclusividad por cinco años con la empresa, como ingeniero en software de robótica. Será duro, pero estas en la edad' y así fue" en ese momento vi que una de las paredes del comedor se escamoteaba y salían por ella cinco críos de unos diez años, todos muy bien formados, moderadamente musculados y ataviados exclusivamente con un jockstrap de los cuatro colores del parchís y uno blanco. Carmelo me miró, me guiñó un ojo y señaló con la cabeza a mi hermano. Roque se dio cuenta, "es por si al señor se le antoja un extraordinario. Ellos son hijos de los operarios de la finca y están al tanto y encantados que sus chicos estén al servicio de Don Andrés" eran altos muy morenos de tez y todos bien parecidos, "¿Quieres verlos más cerca?" le contesté que ya los veía bien y aprovechando le pregunté por la forma tan teatral de entrar, "esa pared conduce por un corredor unas escaleras a una estancia que será donde te demos la recepción de bienvenida privada. La sala cuenta con todo lo imaginable para hacer la fiesta inolvidable, ¿verdad, Roque?" Roque sonrió pícaramente mientras guiñaba un ojo, "yo he estado en la de inauguración de la casa y no te digo más que acabé follando con una mulata, que si me dicen que Carmelo, con lo maricón que soy, iba a meter el rabo en un coño, vomitó hasta el líquido amniótico de mi pobre madre, pero ya verás, todo es muy fácil y diferente, también tengo que reconocer que tenía una manguera negra en el culo que me hacía levitar" reímos todos con su explicación. Mi hermano me explicó el código de colores, "el de jockstrap blanco es la primera vez que participa en una de estas exhibiciones y prueba. Tengo una fundación "Fórmate Gozando" que envía a los chicos a un colegio interno en Sao Paulo de donde salen, si aprovechan el tiempo, a la universidad que ellos elijan. La fundación lo financia todo. De momento la primera promoción acabó el curso con mucho éxito. Veremos en seis años a que Universidad se dirigen. Estoy en conversaciones con varias. Bueno, el de rojo es el más echado para adelante, al que sus padres les costó más convencerle de servir aquí, el de verde es el más callado y al que le estremece que le acaricies, verás. Aquí los críos son muy precoces" llamo por su nombre al del jockstrap verde. El muchacho se acercó sonriente, los otros se miraban unos a otros nerviosos. Mi hermano se dirigió a él en portugués y el niño se vino hacia mi me abrazó y me dió dos besos de cariño. Yo le pregunté con una mueca que qué le había dicho, porque el chaval después de besarme se quedó a mi lado con su brazo sobre mi hombro, "le he dicho que eras mi hermano y que te acababa de sacar de una especie de cárcel, el chico se ha conmovido y por eso te ha dado dos besos" con un gesto Andrés le indicó que volviese con sus compañeros. "El de jockstrap amarillo es el más simpático, muy inocentón y alegre, todo le parece bien, siempre que no te vea serio, en cuyo caso llora, y el de azul es un ángel, le gusta verte feliz" le llamó por su nombre y el chico vino corriendo, abrazó a mi hermano y sonrió. Mi hermano le dijo quién era yo y se vino hacia mi quitándose el jockstrap. Tenía sus genitales muy morenos, bien poblados ya de vello negro azabache y tamaño desproporcionado con su cuerpo. Me abrazó y vi como le crecía, le acaricié y me dijo que se llamaba Eduardo. Mi hermano le dijo que se pusiera la ropa, a lo que obedeció instantáneamente y fue a reunirse con sus compañeros. "Son un encanto, Alex, y somos todos muy cuidadosos con no hacerles daño de ninguna manera" a una señal de Roque, la pared volvió a moverse y los críos desaparecieron.
"Vamos a pasar a la biblioteca a tomar café, Roque, por favor avisé" mi hermano se levantó y le seguimos Carmelo y yo. Pasamos a través de una sala y entramos en un espacio enorme con librerías cubriendo todas las paredes y sillones con veladores y lámparas de mesa. "La biblioteca entera la compré en Chequia, de un castillo en venta. Compré no solo los libros, sino los muebles, me los desmontaron allí y me los colocaron aquí, una pequeña fortuna. Vamos a sentarnos" enseguida nos sirvieron el café y Roque nos preguntó por los licores, yo hacía años que no probaba alcohol, "Alex, este cognac, de cognac de verdad es de una barrica del siglo XVIII, no hay más, y mientras dure será nuestro nada más. Pruébalo, merece la pena". Carmelo se levantó con su balón gigante arropado por su mano, "pruébalo de mi boca, ya templado, es saborear la gloria" se agachó sobre mí y me traspasó en un beso dulce el trago de licor. Cuando lo tragué, sentí un calor recibirme desde dentro y mi sexo explotar deseo. Roque, se disculpó pero Andrés le detuvo, "tú eres de la familia, te quedas. Lo vamos a disfrutar todos" y diciéndolo se levantó de su sillón desabrochando se.

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