sábado, 11 de julio de 2020

ROLDAN - 7 -


- Y esto, ¿como ha sido? Don José - preguntó escamado el médico. 
- Parece que cayó en mala postura, de culo, sobre una jara vieja, de ahí ese desgarro en lugar tan poco común.
- En fin, como haya sido, usted mismo, Don José puede hacer las curas con iodo y cambios frecuentes de ropa interior. Es una zona sucia y mantener la limpieza es fundamental.

- Don José, su hijo es un degenerado y un demonio - Arsenio estaba muy nervioso - nada más llegar para su catequesis se perdió y le encontró el sacristán dentro de un confesionario intentandose meter por el ano un velón de los que se usan para iluminar el santísimo. Cuando Don Roque se lo sacó ya tenía el culo estallado y sangraba.
Roldán presente en las explicaciones no abrió la boca, se mantuvo distante y frío. Su padre tampoco pidió más explicaciones, sabía que no era cierto, cuando miró a su hijo recién llegado no había restos de cera y si de semen caballar; por su profesión sabía distinguir los espermas.
- Cuéntame Roldán, que ha pasado de verdad - pidió su padre cuando Don Arsenio, huyó, más que marchar.
- Me folló un caballito pequeño con una verga grande. Entre Don Roque y Don Arsenio me ataron con las piernas muy abiertas. Primero se la chupe y luego me la metió. Me gustó aunque doliera. Cuando la sacó me salía sangre, pero no me importó.
Don Arsenio es un mentiroso. 
Quiero tener un perro de amigo. Me quitaste a Sandalio, ahora quiero un perro grande, un mastín. ¿Me puedo ir ya?

Las siguientes semanas hasta que un día le llevaron a la Ermita y comulgó transcurrieron, entre juegos, caza de lagartijas para cortarles el rabo y ver como seguía moviéndose, cazando ranas por las charcas que dejaba el río en torno a altísimos juncales y masturbandose mientras imaginaba que era Celestino follandosele un perro grande. Cuando llegó Setiembre había crecido una cuarta y se veía ya muy mayor.  En todo ese tiempo su padre no le llamó a su despacho más que un par de veces y siempre para utilizar su boca, lo cual a él le excitaba y hacía recordar con nostalgia la verga del caballito. 
Un día que ya refrescaba su padre le llamó al despacho y cuando ya se preparaba para saborear el semen paterno, se encontró con un cachorro canela de gran cabeza y garras enormes. 
- Aquí tienes tu mastín. Tiene tres semanas y fíjate que grande es. ¿Cómo le vas a llamar?
- Amo - ni lo dudó, y en ese momento se vio ya penetrado por el animal y su pene se endureció.
Echó rodilla a tierra y se abrazó al cuello del animal que le lamío la cara a conciencia.
- Es tu perro. Tu te ocuparás de su comida y cuidado y vigilaras que no ensucie la casa, si la ensuciase, tu la limpiarás.
Desde ese momento Amo fue ya como las uñas de sus dedos, inseparable. Le educó lo mejor que pudo y sobre todo desde el primer dia le dejo claro que era su compañero sexual. Cuando Amo orinaba, Roldán ponía sus manos para mojarselas y luego las pasaba por su cara. Siempre que podía estimulaba sus genitales, y con seis meses que el perro era ya un ejemplar de mas de cincuenta kilos no pasaba noche que no le hiciese una felación al perro. Amo vivia, comía y dormía con Roldán. Cuando cumplió ocho años, Amo y Roldán salieron al campo de paseo. A media legua de la casa habia una finca abandonada pero aún robusta. Allá encaminaron sus pasos. Al llegar, Roldán se desnudó y comenzó a estimular a Amo como lo hacia cada día, desde que se lo llevaron. Tumbó de lado al animal y se colocó de forma que mientras  chupaba el pene a Amo amo lamía el suyo. Cuando notó que el perro estaba ya muy excitado le puso su ano al alcance de su verga y se fue acercando para que fuese entrando en su ano que desde que se lo desgarró el pony estaba muy permeable. Cuando Amo supo de que se trataba se puso en pie y Roldán se coloco de rodillas debajo. El animal encontró el acomodo a su deseo y hundió su puñal de carne y hueso en el cuerpo de Roldán que sintió el aguijonazo de un miembro enorme. El perro de pronto emitió un gemido y Roldán sintió que se llenaba por dentro. Hacia intento de retirarse pero no lo conseguia. Roldán se echó mano al culo y comprobó que la verga del perro estaba dentro de él pero no podía salir. Sintió en ese momento excitacion de verse asi poseido por su perro y empezó una masturbación lenta y muy placentera. Cuando Amo emitió una especie de grito de dolor y dejo de sentir la presion interna y resbalarle por las piernas el semen del perro, él alcanzó el orgasmo y con el orgasmo su primera eyaculación lo que convirtió el placer en algo aún mayor. Se volvió entonces y con delicadeza lamío la punta del pene de su perro. Amo le lamío la cara a él.

Comenzó el colegio y su rutina. El primer día que dejó a Amo en la casa los lamentos y lloros por la separación eran de tal calibre que Don José tuvo que abrir la cancela y soltar al mastín que como alma que lleva el diablo se plantó a la vera de Roldán en cuatro zancadas. Al llegar a su altura le dio un cabezazo que hizo trastabillar al crío y ronroneo como un cachorro. Al llegar a la puerta del colegio, Roldán ordenó al perro tumbarse y allí quedó hasta que el maestro les dejó francos para ir a su casa. Amo acompañó al muchacho como a la ida, a su lado, rozandole de vez en cuando con su cabeza en gesto de cariño. Y así fue durante todo el curso. Notó Roldán que su padre ya no le llamaba al despacho y respiró tranquilo, prefería el sexo con Amo.
En el colegio hizo migas con un muchacho un año mayor, hijo del mayoral del alcalde. Iba al colegio por esa razón y como la mayoría de los alumnos eran de posibles el chico se encontraba un poco acobardado. Roldán entraba en la categoría de huraño, muy serio y distante con todos hasta que Marcial se le acercó en el recreo, miéntras los compañeros corrían, se peleaban, jugaban a pídola o a dar patadas a una pelota. 
- Hola, me llamo Marcial
- Ya lo sé - contestó Roldán.
- El perro ese grande que siempre está en la puerta es tuyo.
- Se llama Amo y es mi hermano.
- Parece tranquilo.
- No te fíes. Si a alguien me levanta la mano, se lo come.
- ¿Cuando salgamos del colegio, le puedo acariciar?
- Si es conmigo, si. A la salida te espero. Ahora me tengo que ir.
Marcial se quedó mirando a Roldán mientras se alejaba y se prometió que se haría amigo suyo. Era tan hermético, tan intrigante que le producía escalofríos pensar que podría ocultar tras aquella inexpresion, adorable, por otra parte. 
A la salida del colegio Marcial que se había adelantado, estaba en cuclillas al lado de Amo. En cuanto Roldán salió a la calle el perrazo de un agil salto se puso en pie y lamío la mano de su amo. Roldán le acarició la cabezota y arrodillandose delante de él le informó.
- Mira Amo, este muchacho se llama Marcial y es amigo mío.
Inmediatamente el perro se volvió y metió su hocico en la cruz de los pantalones de Marcial. Estuvo ahi un rato hasta que Roldán le tuvo que decir que se levantase.
- Quiere olerte el culo. Sabe si una persona es recomendable segun le huela el culo y los huevos.
Después de olerle levantó la cabeza y le lamío la cara.
- Ya es amigo tuyo.
Amo a continuación se fue con la cabeza gacha al lado de Roldán y no habia forma de moverlo. Cuando su amo le empezo a acariciar los hijares la verga roja del perro empezó a aparecer goteante por entre el pelo de su funda.
- ¡Está cachondo! - dijo alarmado Marcial - verás como vea una perra
- Yo soy su perra, Marcial, y si quieres ser amigo mío tienes que saberlo.
- Pero..., Roldán, ¿cómo que eres su perra?
- Si quieres entenderlo y ser amigo de verdad y nos quieres acompañar, siguenos. Hay una aceña abandonada a poco de aquí. Alli lo entenderás todo.
Por el camino, Amo no paraba de dar cabezazos suaves en el culo de Roldán y alguna vez en el de Marcial.
- Le gustas Marcial, le gustaría montarte, mira como se le ha puesto la polla - al tiempo que se agachaba y le acariciaba su verga.
- ¿Tu le tocas eso? - puso cara de asco Marcial
- ¿Y porqué no? y se lo chupo que le gusta igual que él me lo chupa a mi.
- Pero eso ¿no es malo?
- ¿Malo dar gusto a un amigo? Si tu eres mi amigo te lo haré a ti también y tu a mi. Mira ya llegamos.
- ¿No te importa que entre? le dijo cohibido Marcial.
- Quiero que entres y veas todo lo que Amo y yo nos queremos. Dentro tienes que desnudarte. Yo me voy a desnudar y Amo ya lo está. Si te da vergüenza enseñar tu cuerpo entero, entonces, vete, así, no te quiero de amigo.
- Si,si, no hace frío y además me gusta estar en pelotas.
En cuanto entraron en el edificio medio derruido, los dos chicos se desnudaron y enseguida Amo se mostró nervioso hasta que consiguió que los dos muchachos se juntaran empezando a lamerles los genitales. Román ya estaba muy duro cuando se desnudó, a Marcial le costó algo más pero en cuanto el perro le dedicó sus atenciones desarrollo un pene que parecía mas bien de un adulto, tenía unas pelotas grandes y adornadas ya de pelo. A Roldán no se le pasó por alto y quiso comprobar su dureza. Marcial hizo intención de retirarse pero el gruñido de Amo le hizo detenerse. Roldán acarició el pene de Marcial y sus bolsas a la par que Amo le lamía lo suyo.
- ¿Puedo chupartelo?
Amo, como si supiese lo que el chico quería se detuvo en su lamer y se quedó mirando fijamente a Marcial.
- Claro, claro, si tu quieres...
Roldán tenía  ya mucha experiencia en chupar y Marcial toco el cielo con la lengua y la boca de su nuevo amigo. Le cogió la cabeza y le dijo que no parase. En ese momento Amo gimió, Roldan dejó de mamar y se agachó para hacer la felación al perro colocandose debajo. Mientras el perro tomó el relevo de Roldán y siguió lamiendo a Marcial. Hasta que el perro, gimiendo se retiró de la boca de Roldán y dejó de lamer al otro chico.
- Me quiere follar ya, Marcial.
- ¿Que te va a follar. Y el nudo?
- El disfruta y no intenta retirarse y yo disfruto sintiendome follado. Estamos asi unos minutos en los que yo me corro, ya con leche. ¿Tu te corres con leche?
- Si, soy muy lechero. Me sale mucha
- Me la quieres dar mientras me folla Amo.
- Claro, si a ti te gusta. Luego la escupes, ¿no?
- ¡No! Me la trago, me gusta
- ¿Tu ya te has tragado mas leche? - preguntó sorprendidisimo Marcial
- Bastante, si. Ya te iré diciendo de quien cuando nos vayamos conociendo.
Roldán se puso a cuatro patas y Amo como siempre le clavó su verga. Marcial fue a verlo, porque no se lo podía creer.
- Chupale los huevos - le dijo Roldán - se correrá antes.
- Pero...
- Marcial, hazlo, luego yo te lo hago a ti.
Marcial empezó acariciando los huevos al perro. El contacto suave, el calor que desprendian y la excitación de la anterior felación hizo el resto. Cerró los ojos y comenzó a lamer y lamer y cuando quiso darse cuenta los tenía en la boca y estaba a punto de correrse de gusto. Y en ese momento el perro gimió y Roldán avisó que ya tenía el nudo.
- Vente ahora por aquí y dame tu leche, Marcial.
Marcial se plantó delante de Roldán se la metió en la boca y casi sin solución de continuidad se corrió.  Mientras tragaba semen, Roldán comenzó su masturbación que dado el nuevo estimulo no tardó en llegar. A los pocos segundos Amo dio un gemido largo y el ano de Roldán rezumaba el semen del perro. Al poco la verga de Amo se desinfló y se salió. Roldán daba los ultimos estertores y se desfallecía. Marcial se agachó para auxiliar a su nuevo amigo, le levantó la cabeza con sus manos y lo cobijó en en regazo. Cuando Roldán abrió los ojos Marcial se encontraba muy cerca de su amigo. Muy despacio, a camara lenta Marcial acercó sus labios a los de Roldan besandose durante unos segundos. 
Como si de pronto hubiese despertado de un letargo hipnotico Marcial se retiró sorprendido con cara de horror por lo que acababa de hacer.
- Has hecho lo que tu corazón te ha pedido, Marcial. Ahora, somos amigos. Venga, vamos vestirnos y a correr, que nos van a echar en falta.
En cuatro carreras, seguidos por un alegre Amo llegaron al pueblo.
- Hasta mañana Marcial - se despidió Roldán.
- ¿Vamos a volver mañana, Roldan? - y en su palabra se leía cierta vacilación.
- Naturalmente. Amo siempre está dispuesto. Y si quieres él podría...
- Bueno, eso, no se...
- En cuanto lo pruebes, no querrás otra cosa. 

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