martes, 12 de octubre de 2021

RODAJE II

 

Los hermanos estuvieron esperando inquietos a que Ismael llegara, pero el chico se retrasaba.
- Venga Polux, vamos a empezar, estoy nerviosisimo perdido por tener mi cabeza entre tus muslos. ¿Tienes ganas de cagar?
- Uff, Castor, esta mañana no quise hacerlo para reservarme para ahora.
- ¡Como yo, entonces! - y soltó una carcajada de confirmación de hasta que punto estaban conectados ambos hermanos - bueno, y como lo hacemos; lo vamos a poner todo perdido de mierda.
- ¡Si, joder, si! todo lleno. Mira Castor, cogemos bolsas de basura de las grandes, las abrimos...
En ese momento, sonó el timbre. Los hermanos estaban desnudos preparados para lo que fuese a pasar. Se miraron el uno al otro y el timbre volvió a sonar.
- ¿Y si no es Isma? - Polux le metió la duda a Castor.
- Si, si es. Vamos, que me juego lo que tú quieras - se dirigió a la puerta y sin preguntar abrió. 
Y allí estaba Ismael. Pero no estaba sólo.
- Hostias tío, ¡Estás loco! ¿En pelotas abres? Podía haber sido un repartidor o un vecino - estaba alucinando.
- Sabía que eras tú. No podía ser nadie más. Estábamos a punto de empezar, joder, nos estamos cagando. Venga, pasa Ismael. Tenías que habernos avisado que venías con alguien, no se yo...
- Mi primo Ricky, es como mi hermano. Le dije a lo que venía y me ha dicho que le gustan esas pelis de cerdos como vosotros pero nunca lo había visto en vivo. Y menos con dos chinorris como vosotros. Menos mal que somos todos menores
- Hola - tendió la mano a Castor, y en ese momento apareció Polux - hola, soy Ricky, el primo de Ismael. Yo soy un cerdako como vosotros pero de vista, nunca he estado en una performance. Me gustaría ver cómo os lo montáis, y..., no se, si me animo, a lo mejor...
- Ricky, tiene quince años y muchos pelos en los huevos - dijo entre risas Ismael - y la polla más grande que la mía.
Ricky era un larguirucho adolescente muy delgado, de cara angulosa, pómulos hundidos y unos ojos grandes negros enmarcados por unas ojeras violáceas. El pelo rapado con una cresta mohicana y varios piercings en las orejas y uno atravesando en entrecejo en la raíz de la nariz.
- Joder con tu primo - se asombraba Castor - parece una ferretería - ante lo que Ricky sacó la lengua y enseñó el que le perforaba la boca.
- Para las mamadas hace milagros chavalín - dijo sentando cátedra Ricky.
- Pues esperar a ver el premio gordo - soltó riendo Ismael.
- Bueno, venga, Castor, vamos, que me estoy cagando - Polux tiraba del brazo de su hermano.
- Entonces podemos mirar - Ismael estaba un poco cortado.
- ¿No ves cómo están, que se les sale la mierda y están deseando comer? - Ricky mostraba mucha seguridad - además hay que ir desnudándose, ¿verdad, chavales? - y mientras lo decía ya se estaba desabrochando el pantalón y dejando saltar una rotunda polla erecta coronada por un Príncipe Alberto reluciente
Castor y Polux se volvieron para dar su visto bueno a quedarse todos desnudos y quedaron como congelados al ver el miembro tremendo del primo de Ismael con su adorno
- ¿Puedo? - Polux se acercó al quinceañero extendiendo la mano.
- Estás en tu casa, claro que puedes y si te acompaña tu fotocopia y metéis lengua, ya para qué. Si encima tironeais del anillo me puedo morir de gusto.
Castor no dejó prácticamente que Polux palpara el anillo del pene de Ricky.
- Venga, joder, que me cago.
- Guau, que pedazo de rabo. Ni en las pelis de papá.
Entraron al cuarto de los trastos que habían despejado con un par de colchonetas de scout en el suelo cubiertas por plásticos de basura. Se echaron encima y Polux, siempre más descarado se dió la vuelta ofreciendo el culo a su hermano al tiempo que se inclinaba sobre el de Castor. Ricky tomó protagonismo y como si lo hubiera hecho siempre separando los dos cachetes de Polux.
- No aprietes chaval, que si no, sale todo de golpe. Deja que el cuerpo lo haga a su manera y el zurullo saldrá a cámara lenta para que tu hermanito tenga tiempo de verlo venir y tome conciencia de que es un cerdo que va a comer mierda y lo mismo vale para él. No apliques la boca al ojete, verlo salir y abrir la boca da mucho más morbo y el corazón se acelera hasta que deseas comerte todo lo que salga. Que entre la mierda caliente en la boca y cuando os llegue a la garganta masticar, sentir el amargor de la mierda, como la polla se encabrita y entonces si, aplicar la boca al ano para embadurnarse bien la cara y luego ya dejarse llevar y buscar la polla y los huevos y lo que deseeis. Además estaré yo aquí para meter baza con mi boca y mi polla, si me mola lo que veo, que puede que alguno se eche para atrás en el último momento. Si todo va bien follarse un culo recién cagado es un placer suave y exquisito.
- ¿A ti te han follado el culo nada más cagar, Ricky? - preguntó extrañado Ismael.
- Claro, pringao, si no de qué crees que se yo tanto de estas cochinadas tan ricas.
Castor tenía la vista fijada en el ano de Polux como el láser de un F35 en su objetivo. Vio como lentamente el ano entero se levantaba abombandose el ano que empezó a dilatarse lentamente dejando ver el bolo de mierda de Polux. Al tiempo sentía como su pene se endurecía y en ese momento Ricky cogió una presa con violencia en los pezones de Castor que se dolió y al hacerlo operó la prensa abdominal y soltó sobre la boca de Polux sus heces. Al sentir la textura pringosa y caliente en la boca, Polux hizo fuerza y la boca de su hermano Castor se llenó de mierda. Entonces, Ismael que hasta ese momento se había mantenido como observador hipnotizado, imitó a su primo y pellizcó con fuerza los pezones de Polux que reaccionó llevando su boca al ano de su hermano hundiendo la lengua entre mierda profundamente en el ano de Castor y fue cuando como por un impulso irrefrenable Ismael se hizo sitio violentamente en el ano de Castor desplazando a Polux y rebozandose en la mierda desplazándose primero a los huevos queriendo como tragarlos y luego tragándose la polla lampiña y dura del chico, jadeante de lujuria, más como un cerdo gozando entre basura que un chico intentando estimularse. Mientras Ricky, dejó la presa de los pezones de Castor y se dirigió a poseer el culo de su primo que con la cara llena de mierda iba de la polla de Castor a la boca de Polux. Ricky lubricó de la mierda de Polux la polla y se la insertó profundamente a su primo que gritaba que le metiese hasta los huevos. Ricky follaba duro y en un momento anunció que se corría. Polux al escucharlo se zafó de la piernas de su hermano y se lanzó avido por la polla de Ricky que terminó de correrse dentro de su primo.
- Cagame el polvo de tu primo en la boca - fuera de sí Polux rogaba a Ismael que le diese el semen de su culo.
Ismael hizo fuerza y salió un chorro de semen mezclado con heces que fueron a parar a la boca de Polux, que finalmente aplicó la boca al ano de Ismael para hartarse de semen y mierda.
Castor por su parte a cuatro patas arqueaba la espalda haciendo esfuerzo de vómito, había tragado mucha mierda de su hermano y la vomitaba, situación que aprovechó Ismael para penetrarle sin miramientos. No encontró oposición y su pene se hundió profundamente en el cuerpo del chico vomitando. Polux, completamente enloquecido de lujuria se colocó debajo de su hermano a recibir en su boca su vomitó de heces mientras se masturbaba lo que aprovechó Ricky para apropiarse del pene y terminar con una felación del muchacho. Nada más correrse Polux comenzó a vomitar como su hermano mientras Ricky compartía la corrida con su primo que se derramaba dentro de Castor.
Exhaustos los cuatro se limpiaron como pudieron y se fueron al baño a ducharse. 
- Joder, con los chavalines - dijo Ricky - ¿que edad tenéis, ocho, nueve.
- Cumplimos ocho la semana que viene.
- Hostias, cuando tengáis mi edad...
- Llevabamos comiendonos la mierda desde casi los dos años, aunque lo de ahora ha sido bestial. Esto hay que repetirlo. Esa sensación de la arcada para vomitar con el culo follado a lo bestia, no creo que se pueda superar.
- Os voy a presentar a unos amigos. Veréis como todo puede superarse.
- Vale, pero primero ayudarnos a recoger toda esa mierda.

- Entonces, par de sinvergüenzas, vamos a ver. Decirme la verdad, vuestro SCAT particular, ¿tuvo o no tuvo, digamos, ayuda externa? Porque la verdad, yo diría que después de tantos años de esa práctica me extrañaría mucho que no se os hubiera ocurrido dar entrada a otro, u otros. No olvidéis que de esto se un montón y el SCAT acaba convirtiéndose en una práctica multitudinaria en la que generalmente uno o dos son la diana de los culos, la mierda y regocijos de los demás. Así que creo que merezco, merecemos la verdad. Esta casa es trasparente, estamos desnudos, no hay porqué ocultar nada.
Castor y Polux se miraron muy serios el uno al otro y lo decidieron como lo que eran, una sola alma en dos cuerpos idénticos.
- ¿Te acuerdas cuando a punto de cumplir ocho años nos dejaste solos en casa por primera vez después que mamá nos entregara? Pues eso. Ese día invitamos a un compañero mayor que nosotros a que viese lo que hacíamos.
- Que arriesgado hacer una de esas invitaciones - dijo sorprendida Laura - la gente tiene mala leche.
- Bueno, nos escuchó en el váter hablar y se invitó él solito so pena de sacar la humeda de paseo - aclaró Polux.
- Si - siguió Castor - pero se trajo un amigo mayor que él y entre los cuatro se montó una buena, porque el que trajo, Ricky, no era la primera vez y sabía lo que se hacia.
- Así que aquel día al regresar del trabajo recuerdo que había un olor muy extraño como al de mi colonia pero mezclado con otro olor tenue pero penetrante. ¡Claro! olor a mierda que es un olor que impregna las cosas y de lo más difícil de eliminar.
- Pusimos plásticos sobre las colchonetas del camping pero así y todo después de tirar los plásticos y limpiarlo todo tuvimos que echar colonia y creo que fue peor. Contábamos con hacérnoslo los dos de una forma más civilizada pero nuestro compañero, Ismael, es como si se hubiera vuelto loco y todo se descontroló.
- Y supongo que desde entonces...
- Ricky nos presentó a unos tíos y tías. Hicimos algo pero llegó otro algo más mayor y se volvió loco. Y yo ahora lo entiendo. Teníamos ocho años, unos mierdas, depravados, pero unos chichirivainas que podían procurarles más de un dolor de cabeza. Total que nos echó con cajas destempladas no sin antes trastearnos el ojete a ver qué nivel de desenfreno teníamos, y nos dijo
"Os quiero ver aquí en vuestro dieciocho"
- A mi me metió tres dedos del tirón, nunca lo hablamos, Castor, e hizo que soltara lefa con un placer intenso y raro.
- A mi me metió tres igual y me dijo que me largará cuanto antes o le iban a meter en la cárcel.
- La verdad, chicos - acotó Leo - es que con ocho años medíais cerca de uno cuarenta y estabais cuadrados a cuenta del karate.
- Después de aquello - continuó Polux - seguimos nosotros solos disfrutando de nuestro secreto. Ismael parece que después de aquel desaforo se cortó y se mostraba con nosotros huidizo. Con Ricky alguna vez en un descampado detrás de la estación, ¿te acuerdas que morbazo, Castor? nos desnudabamos, teníamos como diez u once ya ¿no?.
- Íbamos a cumplir once, pero aparentabamos con las pecas y los pelos coloraos quince o dieciséis, ya casi tan altos como ahora. Pero continua tú, Polux, lo relatas mejor. A mi me da un poco de corte.
- Bueno - continuó Polux - nosotros desnudos a cuatro patas a los pies de Ricky ya con más de diez y ocho, él meandonos y nosotros con la lengua fuera peleandonos por el chorro. Luego él se agachaba, bajándose los pantalones, sin quitárselos y cagaba en el suelo y nosotros nos acercábamos a lamer su mierda y cogíamos trozos y nos los pasábamos de boca morreandonos. Ricky después ponía el culo para que se lo limpiasemos a lametones que terminábamos por prolongar a sus huevos y a la polla. Al final como nos peleábamos por la orina lo hacíamos por el semen que salía del pajote que se hacía y después nos impedía corrernos a nosotros que era lo más excitante. Nos vestiamos y la mierda nos la quitabamos en los vateres de la estación.
- Os gustaba entonces el rollo de la sumisión, como a mí me gustaba la que hacía con Ramiro. Me gustaba especialmente cuando íbamos a una zona de cruising, Ramiro me ponía el collar con la cadena y me paseaba ofreciéndome a quien quisiera follarme. Mientras me follaban, a pelo, yo se la mamaba a Ramiro. Aquello sí que me gustaba, ser presa de alguien que me ordenaba.
- Tu también tienes tú historia - Leo se admiraba de la naturalidad de Chano - habrás pasado malos ratos, pero también has gozado lo tuyo.
- Si, éste es una perra buena - Laura sonreía al decirlo - nada le gusta más que comerme el coño mientras meo y luego que me calce el strap-on y le folle a lo bestia. Luego me folla el a mi pero por el culo. Por el coño se le baja. Yo sé que es muy maricón, aunque él diga que es bi, pero me mola como me folla el culo y luego me lo come. Me corro enseguida. Y además me quiere, se lo noto.
- Y vosotros, ¿cuál fue vuestra última cochinada? tengo que ir tomando nota, porque me hacéis un largo los cuatro que va a ser un pelotazo. Vamos a ganar dinero todos. ¡Eulalia! acercate que tenemos trabajo - le gritó a la guionista.
Los hermanos se miraron y explotaron en risas, con los brazos echados por el cuello.
- Bueno, ¿qué? - se impacientó Leo.
- ¿Te acuerdas del tío que nos trasteó el culo y nos emplazó para la mayoría de edad? - dijo Castor - pues lo encontramos en Grindr. Y quedamos. Faltaban días para cumplir pero le dijimos que ya los teníamos. 
- ¿El qué teníais?
- Los dieciocho, joder. Quedamos. En su casa. Un chalé a las afueras. Era exclusivamente para orgias de sexo y drogas. Seríamos doce o trece entre tíos y tías y dos perrazos bien entrenados. Eso es saber lo que se hace papáos. Yo no paraba de pensar lo que tú habrías disfrutado con unas cuantas cámaras.
- ¿Como era? - preguntó Laura intrigada sin parar de masajearse el coño. Chano se le acercó y le ayudó en su paja - me estoy poniendo cachondísima.
- El paraíso. De la forma más natural practicaban sexo en cualesquiera de las formas y nadie se asombraba de nada. Nadie se negaba a nada y todos disfrutaban. Cuando llegamos todos interrumpieron sus actividades para saludarnos, hasta los perros. Previamente nos tuvimos que desnudar en la esclusa de entrada, y como neófitos nos dotaron de castidad, y aplicación uretral. Dolió al colocarlo pero luego el estado de excitacion era tal que las eyaculaciones eran continuas y el placer mareante. En ese estado uno deseaba todo lo que a los otros se les ocurriese porque un simple pellizco o un golpe regular en los huevos se interpretaba en clave de placer y había desear ser un juguete en manos de todos. En esta fiesta fue donde probamos coño por primera vez. Polux se volvió loco, quería arrancarse la castidad y follar pero tuvo que conformarse con prestar el culo, ¿verdad hermano?
- Es que yo lo recuerdo ahora, y en realidad, no se qué me pasó. Una chica muy morena de vientre plano, con un anillo en la parte superior de su sexo (ahí fue donde yo me enteré en vivo lo que era un clítoris) me mordió al punto inmediatamente anterior al dolor los pezones y creí morir. Luego me fue empujando la cabeza hacia abajo, bien es cierto que alguien me penetraba muy lentamente, hasta dar con su sexo. Su suavidad, la dureza y engrosamiento del clítoris con su anillo, los labios sedosos, carnosos y rosas enmarcados por un bigotillo negro ensortijado, me volvieron tarumba. Sentí que el capullo se me rajaba contra las rejas de la jaula de castidad y me lo quise arrancar. Si no me llegan a sujetar me emasculo allí mismo a tirones. Cuando me serené un treintañero de aspecto rudo con una lengua bífida, si, si, bífida, hay quien se la perfora con un piercing para perfeccionar el sexo oral y hay quien se corta la lengua por la mitad y después de unos meses de cicatrización y curas muy dolorosas, alimentándose de comida semiliquida se termina con una lengua que puede moverse en dos direcciones. Bueno, pues manejando esa prodigiosa lengua y a través de la reja de la castidad me consiguió un orgasmo de tal intensidad que me desmayó, orgasmo logarítmico le llamé yo; muy lento pero irresistiblemente ascendente hasta que la pendiente de la curva se dispara y lo que creías que todavía le quedaba una eternidad para explotar se resuelve en un segundo, un subidón. Increíble.
- Supongo, entonces, que esa fiestecita duró unas horas - dijo sarcástico su padre.
- ¿Horas? perdimos la noción del tiempo - Castor perdió la mirada en el horizonte - cuando aquel loco del Grindr nos dijo que se había terminado era dos días después. Acuérdate que te dijimos que nos íbamos a esquiar a Suiza con unos compañeros que tenían un refugio de alta montaña. Pues te mentimos. Aunque estuvimos a punto de confesar, asustados - miró a Polux buscando su apoyo - ¿verdad?
- Estábamos cagados - continuó Polux - en sentido literal y figurado. Cuando el loco de Grindr nos desperezó al tercer día para que nos fueramos nos alcanzó dos pañales.
- ¿Pañales? - preguntó extrañado Chano - ¿que hubo, mucho fisteo?
- Ni lo sabemos, yo lo último que recuerdo - miró a su hermano buscando su aprobación - es la picha de uno de los perros, escarlata y brillante goteando muy cerca de mi boca y yo muerto de deseo por metermela en la boca. Lo que pasó después en las 48 horas posteriores no sé si Castor se acordará de algo más.
- Yo me acuerdo del loco aquel haciendo de mamporrero de uno de los perros para follarme y sus garras arañandome la espalda intentando agarrarse para empujar. Las marcas me duraron una semana hasta que se me cayeron las costras de las heridas. Me dejaron señales. Mirad - y se volteó para enseñar la espalda mientras su hermano hacía de cicerone indicando las trayectorias de las cicatrices.
Chano se levantó del sofá acercándose a Castor para tocar con sus propias manos el testigo del evento. Solo de imaginar que un perrazo, puesto él a cuatro patas, le montaba le hizo empalmarse instantáneamente y al llegar a la altura de Polux para ver las cicatrices le quedó su pene a la altura de su cabeza. Polux al girar la cabeza se encontró a pocos centímetros con el capullo restallante de brillo de Chano. Polux miró a su padre pidiendo permiso tácito.
- Su novia está aquí - le respondió Leo - pregúntale a ella.
Miró a Laura con gesto implorante.
- Anda, si - le contestó condescendiente - que sois todos una panda de maricones. Además, él lo está deseando desde hace rato. Si le conoceré yo.
Chano por su parte estaba espectante y en cuanto Laura dio su visto bueno sujeto el pene acercándolo a los labios de Polux que tardó un milisegundo en hacérselo llegar a la garganta.
Chano avisó que si seguía Polux seguía con esa maestría se correría ante lo que Laura de un bote llegó hasta su novio y de un tirón le retiró de Polux.
- Una cosa es un capricho y otra que le regales tu leche a un extraño. Esa leche es mía. Recuerda nuestro trato.
Finalmente los dos volvieron a sentarse en el sofá. Leo inquirió finalmente por lo que sucedió con los pañales.
- ¡Que rabazo más rico, Castor! - le estaba susurrando Polux a su hermano cuando Leonardo preguntó por los pañales.
- Si - reaccionó Castor - el tío aquel en la esclusa donde nos vestiamos nos los dio y nos dijo que los pusiéramos porque no sería extraño que se nos cayera la mierda. Que en un par de días volveríamos a controlar el esfínter interno y que el externo, era ya incompetente para siempre. Cuando llegamos a casa estábamos cagados los dos y no nos habíamos enterado. Fuimos al súper por más pañales y al tercer día de estarlos manchando nos planteamos confesarlo todo porque estábamos muy asustados. Pero por la noche ya no habíamos manchado y aunque conservamos el pañal para dormir a la mañana siguiente, cagamos, con cierta insensibilidad pero con continencia. 
- Parece ser - continuó Polux - porque yo lo hablé con el tío de Grindr que fue una orgía de fisting, poper y pezones principalmente. A mi los pezones me estuvieron doliendo una semana y puedo asegurar que los tengo más grandes.
- Papá, veo que a ti a pesar de la edad, el empalmé no te ha cesado - Castor hablaba con cierto sarcasmo - Aquí, hemos hablado todos menos tu. Yo creo que...
- Es cierto - continuó Chano - ¿como llegaste a tener este negocio de porno? porque para esto hay que tener ciertos contactos y algo de dinero para los principios.
- Vale, vale, vale - se puso Leo en pie sin dejar de acariciarse su sexo.
Fue, como son todas estas cosas. Carambola. Un cúmulo de casualidades y circunstancias que se dan juntas en un corto espacio de tiempo. Os lo contaré, pero no interrumpais.

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